Mazatlán, Sinaloa.- En 20 años podría no haber agua en el sur de Sinaloa, hecho que no se podrá resarcir ni con toda la voluntad política y capital económico, advirtió Sandra Guido, responsable de la organización social Conselva.
Entre los ríos de El Rosario, Concordia y Escuinapa hay problemas muy serios de degradación en las cuencas, a los cuales peor les afecta que no se presentaron precipitaciones recurrentes.
El agua se nos está yendo de las manos, entre que no se ponen de acuerdo Sagarpa, Conafor y Conagua en la conservación de las ciencias con los ciudadanos. En las zonas rurales se toma la decisión de hacer prácticas negativas, que afectan la capacidad de nuestra cuenca de producir agua. Sandra Guido Sánchez, responsable de Conselva.
Cada árbol es gran captador de agua, que la conduce al manto freático, y que en éstos momentos, alertó, existe riesgo de que a futuro no se cuente con el vital líquido.
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Lo anterior, explicó, porqué las cuencas producen cada vez menos agua, justo en el momento en que el sur de Sinaloa despega económicamente y que por ende influirá en que se incremente la demanda poblacional.
La experta en el tema, citó que según estudios realizados, alrededor de la presa Picachos, las cuencas ocupan trabajo sustentables para recuperarse.
“Tenemos datos muy precisos de que todas esas micro-cuencas están perdiendo mucho suelo, por erosión y eso es perdida de vegetación y sobrepastoreo. Depende de cada área”, apuntó.
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Específicamente, dijo que en El Rosario hay problemas muy serios de degradación en toda la cuenca del Río Baluarte, en el Río Pánuco de Concordia y en Escuinapa.
ACCIONES
Para revertir el daño progresivo, agregó ya se trabaja en materia de prevención en cerca de 33 mil hectáreas, el equivalente a cuatro micro-cuencas del sur, con pláticas y talleres de sustentabilidad.
El agua que ahorita hay, se formó desde 50 a 100 años atrás. Si ahorita no empezamos a trabajar dentro de 20 y 30 años vamos a resentir el problema de que ya no tengamos suficiente agua, por eso ya hay que trabajar ahorita, porque la naturaleza tiene sus ritmos. Sandra Guido, responsable de la organización social Conselva.
Conselva, realiza cada año un desayuno para recabar su parte en la conjunción de recursos, dónde Conafor, aporta tres millones de pesos para poder reducir la deforestación en ejidos y comunidades, se combate el envenenamiento de pozos y se promueve la protección de áreas que captan agua.
Pero también, los ejidatarios se emplean haciendo pequeñas obras y activan nuevas prácticas de ganado sin deforestar, sin embargo, el organismo urge que todavía hay mucho por hacer para reforestar.