/ lunes 2 de enero de 2023

Armadores de Mazatlán enfrentan su peor crisis; acreedores embargan sus barcos

Debido a las fuertes deudas que enfrentan los armadores y cooperativistas se han visto obligados a vender sus embarcaciones, incluso algunos han sido embargados por los acreedores

La temporada camaronera 2022-2023 ha sido la peor de la historia de la pesca en Mazatlán, ya que gran parte de la flota no pasó del segundo viaje.

Ante los altos costos de operación, las bajas capturas, la falta de apoyo de parte del gobierno federal para el diesel marino y las fuertes deudas que se enfrentan, los armadores se han visto obligados a vender sus embarcaciones, incluso algunos han sido embargados por los acreedores.

También puedes leer: Pescadores de Mazatlán gestionan ante el alcalde apoyos sociales y de vigilancia

Desde el inicio de la temporada de camarón el pasado 15 de septiembre, ya se advertía una zafra catastrófica y el pronóstico de poca producción se cumplió, ya que se tuvo una caída de alrededor del 50%, con un promedio de capturas de entre 5.5 y 6 toneladas por embarcación.

El sector todavía no se recupera del golpe más fuerte que ha tenido en materia energética, el gasolinazo del 2017, donde el litro del diesel de 7 pesos se disparó a 12 pesos y de ahí a la fecha siguió subiendo, actualmente está en 23 pesos el litro. Así, en medio de toda esta crisis, la bancarrota llegó a altamar.

Triste realidad

La flota de Mazatlán está conformada por 500 barcos pesqueros, la mayoría de ellos tiene una antigüedad de 30 años. El paso de los años ha convertido al muelle mazatleco prácticamente en un “cementerio marino” por el poco mantenimiento que reciben, mientras que otros han quedado abandonados por litigios o han sido embargados por los bancos.

La situación para la pesca de altamar es difícil, ya que para sacar una embarcación se requiere de una inversión de poco más de un millón y medio de pesos (poco más de la mitad es solo de diesel marino), y con las bajas capturas no se alcanzan a cubrir los gastos de operación, solo aumentan sus deudas.

Desde el 2019 empezó la venta de los barcos camaroneros en todo el país, pero fue en el 2021 cuando el problema se agudizó en Sinaloa; en el caso de Mazatlán, en las propias embarcaciones que estaban amarradas en el muelle pesquero del Parque Bonfil se colocaron lonas donde se anunciaba la venta.

Desolación y tristeza se respira en el muelle mazatleco. Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

Pocas posibilidades

En el muelle pesquero de Mazatlán se respira tristeza, desolación e incertidumbre, pues la mayoría de los barcos ya no podrán salir nuevamente a las capturas y una vez más se amarraran de manera anticipada quedando en el olvido, envejecidas y a punto de convertirse en fierro viejo.

El presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, señaló que en este 2022 fueron casi nulos los incentivos para la actividad pesquera, ya que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) solamente tiene presupuesto para dos programas, el de Recursos Acuícolas y el de Bienestar, que es el apoyo de Bienpesca.

Ante la difícil situación que enfrenta la pesca, hay empresarios que están ofreciendo los barcos a la venta, por incosteabilidad, pues muchos no tienen la posibilidad de continuar con estas condiciones.

Desafortunadamente no tenemos muchas alternativas, la autoridad debe poner más interés en buscar las diferentes soluciones que ocupa la actividad, son muchas problemáticas las que tenemos, desafortunadamente en estos tres años que tiene el Gobierno Federal no ha podido solucionar", lamentó.

Sector privado y social

Por años, la flota camaronera de Mazatlán ha sido considerada la más importante en el Pacífico, por su gran cantidad de barcos del sector privado y social y la productividad durante las temporadas de pesca.

En el caso del sector social de la pesca la situación ha sido peor, de 20 embarcaciones que tenía la Federación de Cooperativas Pesqueras de Mazatlán en el 2011, ahora solo le quedan dos.

El diputado Juan Carlos Patrón Rosales reconoció que se tendría que revisar la producción con la que arribaron los barcos esta temporada, ya que la situación se hace más difícil por los incrementos del diesel marino y las bajas capturas.

Lamenta que desde el gobierno de Sinaloa y el Congreso los recursos sean insuficientes para apoyar a ese sector, por lo que se tendrían que buscar mecanismos, que Conapesca analice la situación y les dé soluciones, para que sigan pescando y manteniendo las fuentes de empleo.

"Es preocupante, habríamos de ver, yo en esta responsabilidad que me ha tocado, he estado revisando con el Senado y la Cámara de Diputados cómo hacer para que lográramos incrementar los recursos, buscar esquemas, de repente me cuesta mucho trabajo porque veo a compañeros armadores y a toda la gente que está tratando de invertir, pero que en cada temporada es menos lo que reditúa para ellos, lo que ha provocado la pérdida de empleos".

El presidente de la Comisión de Pesca del Congreso del Estado señala que la flota pesquera de Sinaloa, que es la más grande del país, se está reduciendo.

"Para poder sacar un barco en la temporada han tenido que vender o empeñar otro y los resultados en la producción no les garantiza sacar ni siquiera el pago de los préstamos, además de que en los últimos años muchos armadores han venido perdiendo sus barcos".

Se presume que el presupuesto de para el 2023 incrementará un 5.1 por ciento. Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

No habrá apoyo para el diesel marino

La diputada federal Olegaria Carrazco Macías adelantó que el presupuesto de pesca para el 2023 tendrá un incremento del 5.1 por ciento respecto al 2022, sin embargo, no está incluido ningún apoyo para el diesel marino, que es una de las principales afectaciones.

"La acuacultura, el Bienpesca, el Inapesca tendrán un incremento importante en el presupuesto, pero no se tendrá ningún estímulo fiscal en el diesel marino", aseguró.

El peor año para los pescadores

Víctor, uno de los cuatro mil pescadores del puerto, recuerda que desde hace varios años el sector enfrenta una crisis que poco a poco acaba con la actividad.

En su caso solo logró salir a la pesca en el primer viaje, donde lograron capturar cuatro toneladas de producto y lo que ganó no le alcanzó para pagar sus deudas.

"La pesca está tronada, la peor temporada es la que hemos vivido, ahorita estamos esperando para ver si nos entregan las libretas de mar para ir a buscarle por otro lado, donde haya más producción", dijo.

De acuerdo con los pescadores, solo la mitad de los casi 500 barcos que hay en Mazatlán salieron a trabajar y de ellos pocos tuvieron la oportunidad de realizar dos viajes. Lo peor fue que para quienes hicieron el segundo, no fue mejor que el primero.

Carlos, marinero desde hace 20 años, coincide que el panorama de la actividad pesquera es desalentador, tanto que ya ha considerado dedicarse a otra actividad.

"De aquí para adelante así va estar la cosa, poco producto, las empresas tardan para pagar y creo que me voy a dedicar a otra cosa, nosotros ya no vamos a salir en enero, el barco ya se va a amarrar".

Por su parte, Don José trabajó 60 años en los barcos en altamar y desde hace cinco es velador en los camaroneros una vez que termina la temporada. Comenzó su oficio en la pesca a los 18 años de edad, como “pavo”, que son los ayudantes de todos los tripulantes. De ahí en adelante fue escalando todos los escalafones, hasta llegar a patrón y ahora velador.

Mi función es vigilar que no entren personas ajenas a las embarcaciones y evitar así los robos, ya que hay pepenadores que llegan a la medianoche para llevarse el cobre o fierro que encuentran, mientras que a otros les da por meterse a los barcos para llevarse los aparatos de máquina o eléctricos”.

El hombre de 82 años cuida 15 barcos en el muelle de una flota de 25. En estas seis décadas ha visto pasar temporadas buenas, muy buenas, malas y regulares, pero desde hace unos 10 años la situación es crítica, sin recursos de los armadores ni apoyos por parte del gobierno. Tanto así que nunca imaginó cuidar las embarcaciones en el muelle en plena zafra pesquera.

Datos

15 de septiembre inició la temporada de camarón 2022-2023.

50% cayó la producción respecto al año pasado.

500 embarcaciones conforman la flota camaronera.

250 embarcaciones salieron a las capturas.

200 embarcaciones amarraron al rendir su primer viaje a principios de noviembre.

Para saber

Para que una embarcación pueda salir a realizar un viaje de capturas requiere de una inversión de poco más de un millón y medio de pesos; de los cuales 900 mil pesos son de diesel marino (40 mil litros).

La temporada camaronera 2022-2023 ha sido la peor de la historia de la pesca en Mazatlán, ya que gran parte de la flota no pasó del segundo viaje.

Ante los altos costos de operación, las bajas capturas, la falta de apoyo de parte del gobierno federal para el diesel marino y las fuertes deudas que se enfrentan, los armadores se han visto obligados a vender sus embarcaciones, incluso algunos han sido embargados por los acreedores.

También puedes leer: Pescadores de Mazatlán gestionan ante el alcalde apoyos sociales y de vigilancia

Desde el inicio de la temporada de camarón el pasado 15 de septiembre, ya se advertía una zafra catastrófica y el pronóstico de poca producción se cumplió, ya que se tuvo una caída de alrededor del 50%, con un promedio de capturas de entre 5.5 y 6 toneladas por embarcación.

El sector todavía no se recupera del golpe más fuerte que ha tenido en materia energética, el gasolinazo del 2017, donde el litro del diesel de 7 pesos se disparó a 12 pesos y de ahí a la fecha siguió subiendo, actualmente está en 23 pesos el litro. Así, en medio de toda esta crisis, la bancarrota llegó a altamar.

Triste realidad

La flota de Mazatlán está conformada por 500 barcos pesqueros, la mayoría de ellos tiene una antigüedad de 30 años. El paso de los años ha convertido al muelle mazatleco prácticamente en un “cementerio marino” por el poco mantenimiento que reciben, mientras que otros han quedado abandonados por litigios o han sido embargados por los bancos.

La situación para la pesca de altamar es difícil, ya que para sacar una embarcación se requiere de una inversión de poco más de un millón y medio de pesos (poco más de la mitad es solo de diesel marino), y con las bajas capturas no se alcanzan a cubrir los gastos de operación, solo aumentan sus deudas.

Desde el 2019 empezó la venta de los barcos camaroneros en todo el país, pero fue en el 2021 cuando el problema se agudizó en Sinaloa; en el caso de Mazatlán, en las propias embarcaciones que estaban amarradas en el muelle pesquero del Parque Bonfil se colocaron lonas donde se anunciaba la venta.

Desolación y tristeza se respira en el muelle mazatleco. Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

Pocas posibilidades

En el muelle pesquero de Mazatlán se respira tristeza, desolación e incertidumbre, pues la mayoría de los barcos ya no podrán salir nuevamente a las capturas y una vez más se amarraran de manera anticipada quedando en el olvido, envejecidas y a punto de convertirse en fierro viejo.

El presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, señaló que en este 2022 fueron casi nulos los incentivos para la actividad pesquera, ya que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) solamente tiene presupuesto para dos programas, el de Recursos Acuícolas y el de Bienestar, que es el apoyo de Bienpesca.

Ante la difícil situación que enfrenta la pesca, hay empresarios que están ofreciendo los barcos a la venta, por incosteabilidad, pues muchos no tienen la posibilidad de continuar con estas condiciones.

Desafortunadamente no tenemos muchas alternativas, la autoridad debe poner más interés en buscar las diferentes soluciones que ocupa la actividad, son muchas problemáticas las que tenemos, desafortunadamente en estos tres años que tiene el Gobierno Federal no ha podido solucionar", lamentó.

Sector privado y social

Por años, la flota camaronera de Mazatlán ha sido considerada la más importante en el Pacífico, por su gran cantidad de barcos del sector privado y social y la productividad durante las temporadas de pesca.

En el caso del sector social de la pesca la situación ha sido peor, de 20 embarcaciones que tenía la Federación de Cooperativas Pesqueras de Mazatlán en el 2011, ahora solo le quedan dos.

El diputado Juan Carlos Patrón Rosales reconoció que se tendría que revisar la producción con la que arribaron los barcos esta temporada, ya que la situación se hace más difícil por los incrementos del diesel marino y las bajas capturas.

Lamenta que desde el gobierno de Sinaloa y el Congreso los recursos sean insuficientes para apoyar a ese sector, por lo que se tendrían que buscar mecanismos, que Conapesca analice la situación y les dé soluciones, para que sigan pescando y manteniendo las fuentes de empleo.

"Es preocupante, habríamos de ver, yo en esta responsabilidad que me ha tocado, he estado revisando con el Senado y la Cámara de Diputados cómo hacer para que lográramos incrementar los recursos, buscar esquemas, de repente me cuesta mucho trabajo porque veo a compañeros armadores y a toda la gente que está tratando de invertir, pero que en cada temporada es menos lo que reditúa para ellos, lo que ha provocado la pérdida de empleos".

El presidente de la Comisión de Pesca del Congreso del Estado señala que la flota pesquera de Sinaloa, que es la más grande del país, se está reduciendo.

"Para poder sacar un barco en la temporada han tenido que vender o empeñar otro y los resultados en la producción no les garantiza sacar ni siquiera el pago de los préstamos, además de que en los últimos años muchos armadores han venido perdiendo sus barcos".

Se presume que el presupuesto de para el 2023 incrementará un 5.1 por ciento. Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

No habrá apoyo para el diesel marino

La diputada federal Olegaria Carrazco Macías adelantó que el presupuesto de pesca para el 2023 tendrá un incremento del 5.1 por ciento respecto al 2022, sin embargo, no está incluido ningún apoyo para el diesel marino, que es una de las principales afectaciones.

"La acuacultura, el Bienpesca, el Inapesca tendrán un incremento importante en el presupuesto, pero no se tendrá ningún estímulo fiscal en el diesel marino", aseguró.

El peor año para los pescadores

Víctor, uno de los cuatro mil pescadores del puerto, recuerda que desde hace varios años el sector enfrenta una crisis que poco a poco acaba con la actividad.

En su caso solo logró salir a la pesca en el primer viaje, donde lograron capturar cuatro toneladas de producto y lo que ganó no le alcanzó para pagar sus deudas.

"La pesca está tronada, la peor temporada es la que hemos vivido, ahorita estamos esperando para ver si nos entregan las libretas de mar para ir a buscarle por otro lado, donde haya más producción", dijo.

De acuerdo con los pescadores, solo la mitad de los casi 500 barcos que hay en Mazatlán salieron a trabajar y de ellos pocos tuvieron la oportunidad de realizar dos viajes. Lo peor fue que para quienes hicieron el segundo, no fue mejor que el primero.

Carlos, marinero desde hace 20 años, coincide que el panorama de la actividad pesquera es desalentador, tanto que ya ha considerado dedicarse a otra actividad.

"De aquí para adelante así va estar la cosa, poco producto, las empresas tardan para pagar y creo que me voy a dedicar a otra cosa, nosotros ya no vamos a salir en enero, el barco ya se va a amarrar".

Por su parte, Don José trabajó 60 años en los barcos en altamar y desde hace cinco es velador en los camaroneros una vez que termina la temporada. Comenzó su oficio en la pesca a los 18 años de edad, como “pavo”, que son los ayudantes de todos los tripulantes. De ahí en adelante fue escalando todos los escalafones, hasta llegar a patrón y ahora velador.

Mi función es vigilar que no entren personas ajenas a las embarcaciones y evitar así los robos, ya que hay pepenadores que llegan a la medianoche para llevarse el cobre o fierro que encuentran, mientras que a otros les da por meterse a los barcos para llevarse los aparatos de máquina o eléctricos”.

El hombre de 82 años cuida 15 barcos en el muelle de una flota de 25. En estas seis décadas ha visto pasar temporadas buenas, muy buenas, malas y regulares, pero desde hace unos 10 años la situación es crítica, sin recursos de los armadores ni apoyos por parte del gobierno. Tanto así que nunca imaginó cuidar las embarcaciones en el muelle en plena zafra pesquera.

Datos

15 de septiembre inició la temporada de camarón 2022-2023.

50% cayó la producción respecto al año pasado.

500 embarcaciones conforman la flota camaronera.

250 embarcaciones salieron a las capturas.

200 embarcaciones amarraron al rendir su primer viaje a principios de noviembre.

Para saber

Para que una embarcación pueda salir a realizar un viaje de capturas requiere de una inversión de poco más de un millón y medio de pesos; de los cuales 900 mil pesos son de diesel marino (40 mil litros).

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