Mazatlán, Sin. - Sin banderazo previo, arrancó la segunda etapa del proyecto hidráulico Revestimiento del Arroyo Jabalines, que abarca desde la calle Bugambilias del fraccionamiento Jacarandas hasta la avenida Insurgentes, y que contempla 948 metros que se añaden a los 580 de la primera etapa, pese a la inconformidad y el rechazo de ambientalistas, ecologistas y vecinos que se oponen a la tala de mangle.
Aunque el secretario de Obras Públicas del gobierno estatal, Osbaldo López Angulo, había dicho que las obras continuarían hasta obtener el estudio de Manifestación de Impacto Ambiental, se optó por seguir con los trabajos de dragado y limpieza, con el argumento de que se busca reducir el riesgo de inundación en la zona.
Desde el viernes 23 de agosto, el Gobierno del Estado, a través de esta Secretaría, otorgó el permiso para continuar con las obras de revestimiento del arroyo en el tramo que contempla mangle, el cual está protegido por la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que dañe esta vegetación, según su artículo 60.
Inspectores de Profepa suspendieron la obra el sábado pasado ante el reclamo y la denuncia hecha por vecinos que se oponen a la destrucción del mangle, ya que los trabajadores no tenían en sus manos el permiso.
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Sin embargo, el lunes a mediodía reiniciaron las labores de dragado y limpieza retirando el manglar del arroyo, desde la calle Bugambilias hasta la calle Anaxágoras, al acudir de nuevo el encargado de la coordinación de la zona sur de Profepa, Fernando Rodríguez Mariles, constató la existencia del permiso que se otorga por el riesgo inminente de inundación, con base al artículo 7 del Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente.
Hay gente que está a favor y gente que está en contra, que el cambio climático, que la naturaleza; sí, sí, yo también estoy del lado de que no tiren vegetación, pero también la vida es muy importante, y si es un riesgo inminente, pues ni modo, se tiene que hacer y justificar la obra.
López Angulo
Refirió que el artículo 7 concede realizar obras o actividades ante la inminencia de un desastre o con fines preventivos para salvar una situación de emergencia, sin que haya un estudio de impacto ambiental de por medio, pero obliga a la autoridad avisar al gobierno federal, así como tomar medidas necesarias para atenuar los impactos al medio ambiente.
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Asimismo, agregó, el artículo 8 de dicho reglamento establece la entrega de un informe sobre las acciones realizadas y las medidas de mitigación que se aplicarán como compensación de los daños.
PROS Y CONTRAS
El presidente de la colonia Jacarandas, Román Inda Villegas, asegura que el revestimiento del arroyo Jabalines no lo va a parar nadie, ya que es una demanda que por mucho tiempo ha sido reclamada por vecinos de más de 80 colonias que se inundan a causa del desbordamiento del agua cada temporada de lluvias.
“Esto va a seguir, son muchos años sufriendo de inundaciones, éramos presos de la naturaleza y del olvido, son más de 80 colonias las que se inundan a causa de que esto se atora, nadie se había organizado, nosotros trajimos el proyecto, estuvimos en el banderazo y me toca seguir para que esto salga adelante”, expresó.
Ante la posición de vecinos y ecologistas que se oponen a la tala de mangle, respondió: “Nosotros también somos parte de la naturaleza, la gente está lastimada, las casas están fracturadas, cuando se supone que el mangle debiera detener la erosión, está todo erosionado, la fuerza de la naturaleza es brutal, entran veneros a las casas y salen por la puerta principal, hay casas que están hundidas, estamos muy mal”.
Dijo que cuando llueve en Mazatlán, los vecinos de Jacarandas no duermen pensando que se les va a meter el agua, como sucedió el pasado 22 de agosto, cuando el agua subió de 1.20 a 1.60 metros en más de la mitad de la colonia.
Ese día, comentó, Protección Civil tuvo que desalojar a 20 personas en estado de riesgo.
Inda Villegas señaló que este problema no sólo mantiene en zozobra a la población que colinda al arroyo Jabalines, sino que ha demeritado el valor de sus propiedades, al grado que el 15 o 20 por ciento de las casas se encuentran abandonadas, ya que la gente se sale por los riesgos, principalmente personas de la tercera edad que viven solas y que “no pueden con el paquete”, y a pesar de que están en venta, nadie quiere comprarlas por estar en zona inundable.
Además, ningún banco o institución financiera recibe los títulos de propiedad como garantía para otorgar un préstamo, pues se ubican en zonas de riesgo.
Por su parte, Vania Rodríguez Cruz, vecina de Jacarandas, quien vive a orillas del arroyo Jabalines, señala no estar en contra del progreso ni de las obras que disminuyan los riesgos de inundación, pero sí de la tala de mangle, ya que son una protección contra los huracanes, maremotos, vientos fuertes y la erosión, además de ser un hábitat de flora y fauna de la región.
“Estamos en contra de la tala, que nos escuchen porque la gente desconoce de los beneficios del mangle y todo eso que ya se taló se va a venir el arroyo con más fuerza y se va a traer todo el lodo del arroyo hacia las casas”, advirtió.
Indicó que parte de la solución del problema de inundaciones, está la limpieza a fondo del arroyo Jabalines, cuidar de que no se tire más basura ni escombro, dragar el arroyo y abrir más el puente Juárez, que se convierte en un tapón cada vez que llueve.
REORDENAMIENTO ECOLÓGICO
Sergio Valle Espinosa, vocero y fundador del Consejo Ecológico de Mazatlán, señaló que el problema de las inundaciones es que hay un desequilibrio y un impacto negativo del arroyo Jabalines, que viene de San Marcos y la Noria y atraviesa varias colonias, esto por negligencia de administraciones pasadas que nunca han promovido un reordenamiento ecológico del cauce de este afluente.
Aquí lo que se tenía que hacer antes de iniciar las obras es un reordenamiento ecológico de la zona a revestir, con su correspondiente Manifestación de Impacto Ambiental y también con su Plan de Mitigación de Daño, porque la naturaleza siempre se va a alterar o dañar, entonces debe de haber ese proyecto de mitigación.
Sergio Valle
Sin embargo, aclara que la zona de mangle que se extiende desde la calle Bugambilias hasta la avenida Insurgentes, no requiere de un revestimiento debido a que se trata de una zona equilibrada y estable.
Ahí no tienen por qué estar haciendo eso, lo que tienen que hacer es un proyecto ecológico e hidráulico al mismo tiempo, para permitir un mayor grado de desfogue del escurrimiento de agua propiamente, no tienen por qué estar pavimentando.
Valle Espinosa
Dijo que salvo la visión estrictamente urbanística, no hay ninguna razón técnica que justifique el revestimiento del arroyo Jabalines en la zona de mangle, que está protegida bajo la norma ecológica.
Dijo que el ordenamiento ecológico se tiene que dar desde que el arroyo entra a la ciudad en las colonias Genaro Estrada, Del Valle, La Foresta y San Fernando, ya que desde allá baja por Bugambilias, Esperanza, Costa Azul, Huertos Familiares, Francisco Labastida, Los Laureles hasta Luis Echeverría, Salvador Allende, Burócrata, Lico Velarde, 20 de Noviembre y Jacarandas.
“Toda esa parte, por negligencia de los gobiernos anteriores, está complemente impactado y desequilibrado”, apuntó.
Contrario a lo que se cree, comentó, el mangle sirve de filtro para que el agua de lluvia no llegue con mayor fuerza a las zonas inundables, además de ser una protección contra marejadas, olas de huracanes, maremotos, vientos fuertes y la erosión.
Con la destrucción de mangle, se afecta una reserva natural de avifauna con características de bosque tropical horizontal, por lo que se puede hablar de un ecocidio, puntualizó.
Es un sistema ecológico en donde existe una sobretasa de energía, generadora de una elevada productividad biológica, es un hábitat único donde viven una amplia variedad de flora y fauna silvestre, incluyendo aves migratorias y además es un centro de reproducción y crecimiento de peces y de crustáceos.
Su vegetación es de selva baja caducifolia y mangle, con fauna que incluye peces como lisa, constantino, mojarra, sábalo y robalo, así como anfibios (sapos y ranas) y aves, entre ellas, garzas, cigüeñas, pato, cenzontle, colibrí, paloma, tórtola, gorrión, jilguero, lechuza, zopilote, gavilán, golondrinas, etc.
SIN OBRAS DE MITIGACIÓN
Sergio Valle asegura que el proyecto de revestimiento del arroyo Jabalines no es de ahora, sino que tiene 9 años, desde la última administración de Alejandro Higuera y de Jorge Ábel Sánchez.
En noviembre de 2013, el Ayuntamiento de Mazatlán presentó durante la administración de Carlos Felton un proyecto que se denominó “Construcción de Obras de Control de Inundaciones Miravalles”, y que tenía el objetivo de prevenir, mitigar y minimizar las inundaciones que se presentan durante la época de lluvias y huracanes en ese sector urbano.
El proyecto incluía la sustitución y ampliación de los puentes Juárez, Río Piaxtla y Río Grijalva, así como el desazolve del arroyo Jabalines y el incremento de la boca de salida del estero del Infiernillo, con el retiro de viviendas de la colonia 12 de Mayo.
Con una inversión de 16 millones de pesos, se planeaba impactar los humedales y el mangle del arroyo Jabalines y del estero del Infiernillo, con el retiro de 600 metros lineales de vegetación.
Y fue precisamente porque el proyecto no cumplió con acciones de protección, restauración y conservación de los manglares que Semarnat rechazó la solicitud, con base en el artículo 60 de la Ley General de la Vida Silvestre.
A pesar de que la propuesta contenía medidas de compensación por el retiro del mangle, la obra no fue aprobada en aquella ocasión; sin embargo, ahora, el proyecto de revestimiento del arroyo Jabalines ni contempla estudio de Manifestación de Impacto Ambiental ni abarca obras de mitigación, pero los trabajos de dragado continúan, pese a la oposición de grupos ecologistas y vecinos de colonias colindantes al arroyo.
Román Inda Villegas señala que ya se esperaba oposición por parte de algunos vecinos y ambientalistas, por el retiro de mangle, incluso dijo que la primera parte nunca terminó, la arrancaron y la detuvieron al toparse con el mangle.
Lo que volvió a detonar la obra, fue la inundación que se registró el pasado 22 de agosto, en la visita que el gobernador, Quirino Ordaz, hizo por la zona afectada, donde algunos vecinos encabezados por el presidente de la colonia Jacarandas le pidieron que no se frenara la obra.
“Esto ya es parte de la segunda etapa, la segunda nunca se inició, pero ya viene de este lado, esta tiene que llegar hasta la Insurgentes”, concluyó al referirse al tramo de 948 metros, entre la calle Bugambilias y la avenida Insurgentes, cuya rivera está saturada de manglar protegido por la Ley General de Vida Silvestre.
ARROYO JABALINES
Área: 37.60 km2 (bordos y espejo de agua)
Área de la cuenca de drenaje: 62.2 km2
Longitud máxima: 23 km
Ancho máximo: 60 m
Profundidad media: 2 m
Vegetación original: Selva baja caducifolia y mangle
Fauna: Peces (lisa, constantino, mojarra, sábalo y robalo), reptiles (iguanas, tortuga y cocodrilo), anfibios (sapo y rana) y aves (garza, cigüeña, pato, cenzontle, colibrí, paloma, tórtola, gorrión, jilguero, lechuza, zopilote, gavilán, golondrinas, etc.)
FUENTE: Consejo Ecológico de Mazatlán.
OBRAS DE REVESTIMIENTO
Inversión total: 450 mdp
Inversión primera parte: 31.4 mdp
Longitud total: 3 kilómetros
Longitud, primera parte: 580 metros
Longitud, segunda parte: 948 metros
Ancho: 30 metros
Tirante: 3 metros
Taludes: 1.5 metros
Inicio de obra: 15 de julio de 2018
COLONIAS COLINDANTES AL ARROYO
(Zonas inundables)
Luis Echeverría
Salvador Allende
Burócrata
20 de Noviembre
Lico Velarde
Jacarandas
Villa Satélite
Villas de Jaraco
Villas del Estero
Insurgentes
Estero
Independencia
Libertad
Obrera
Invasión Juan Pablo II
12 de Mayo
¿QUÉ DICE LA LEY?
Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente:
Artículo 7º.- Las obras o actividades que, ante la inminencia de un desastre, se realicen con fines
preventivos, o bien las que se ejecuten para salvar una situación de emergencia, no requerirán de previa evaluación del impacto ambiental; pero en todo caso se deberá dar aviso a la Secretaría de su realización, en un plazo que no excederá de setenta y dos horas contadas a partir de que las obras se inicien, con objeto de que ésta, cuando así proceda, tome las medidas necesarias para atenuar los impactos al medio ambiente en los términos del artículo 170 de la Ley.
Artículo 8o.- Quienes hayan iniciado una obra o actividad para prevenir o controlar una situación de emergencia, además de dar el aviso a que se refiere el artículo anterior, deberán presentar, dentro de un plazo de veinte días, un informe de las acciones realizadas y de las medidas de mitigación y compensación que apliquen o pretendan aplicar como consecuencia de la realización de dicha obra o actividad.
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