Mazatlán, Sin.- A las 6 de la mañana de este jueves 17 de octubre arrancó la temporada camaronera 2024-2025 en aguas marinas del Océano Pacífico.
Los barcos comenzaron a salir a cuentagotas a las capturas en medio de un panorama desolador en el Parque Bonfil, debido a los altos costos, principalmente el litro del diésel marino, que representa el mayor gasto de operación.
También puedes leer: Sin apoyos y en la incertidumbre arranca temporada de camarón en altamar
El apogeo de la actividad de los trabajadores del mar de otros años brilló por su ausencia, ni la salida masiva de navíos, la mayoría aún permanecen atracados en el muelle, muchos de ellos no pudieron ser reparados ni avituallados para zarpar al primer viaje de capturas, que de acuerdo con líderes pesqueros es el que generalmente representa el mayor porcentaje de los volúmenes capturados.
De acuerdo con algunos de los pescadores, más de 2 mil tripulantes no lograron colocarse en una plaza en esta temporada, algunos tuvieron que ocuparse en otras actividades, mientras que otros continúan desempleados.
Horas antes de salir, el capitán Mario Castro manifestó que para sacar un barco a la pesca se requiere una gran inversión y el riesgo es muy grande para los empresarios.
Detalló que una embarcación lleva entre 40 y 50 mil litros de diésel promedio por viaje, para 45 días y el precio ronda entre los 25 pesos el diésel, por lo que se necesita un millón de pesos en puro combustible.
"A como está la situación vamos a salir solo con 30 mil litros, porque no hay recursos, esta cantidad alcanza para un mes aproximadamente, ya se terminaron esos viajes largos", dijo.
Don Víctor, quien tiene 47 años dedicándose a este oficio y opera como motorista, aseguró que ya se encuentran mentalizados de lo que pueda suceder en el mar y que su familia sabe los riesgos de la pesca y están a la espera de que regrese en excelentes condiciones y con buenas capturas.
Luis, marinero de otro barco, afina los últimos detalles junto con el resto de la tripulación, terminan de cargar el combustible y los alimentos para poder zarpar este jueves por la tarde y empezar con las capturas.
La flota camaronera de Mazatlán, la más grande del Pacífico mexicano con alrededor de 500 barcos registrados en este puerto, se ha convertido en un cementerio marino.