Mazatlán, Sin.- En una noche aparentemente tranquila el 20 de diciembre de 2020 en Mazatlán, una tragedia sacudió a un grupo de amigos que paseaba por las sombrías calles del Centro de la ciudad. Fernando Esquivel Rojas, un joven marino, junto con cuatro compañeros, se vieron envueltos en un intento de asalto que terminó en violencia desmedida y abuso policial.
Según relatos de testigos, mientras caminaban por la calle Leandro Valle, dos individuos, presuntos maleantes que aparentemente custodiaban una obra de remodelación cerca del mercado José María Pino Suárez, intentaron asaltar a los jóvenes.
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La situación escaló rápidamente cuando uno de los asaltantes sacó un arma, desencadenando un enfrentamiento físico.
"Por discreción y problemas legales no diré el nombre de esos maleantes, pero quisieron asaltar a uno de mis amigos; recuerdo que veníamos caminando y quién sabe qué le dijo el señor a él y se quedaron ahí de frente los dos, cuando nos percatamos, regresamos rápido y me hice de palabras con el asaltante y aunque luego llegó otro ya se estaban echando para atrás porque los superábamos en número, hasta que llegó la policía y nunca me imagine que nuestra vida cambiaría así de rápido", menciona Fernando.
La escena se tornó trágica cuando, en un intento de buscar ayuda, Fernando y sus amigos se toparon con policías locales, quienes, lejos de brindarles auxilio, respondieron con violencia.
"Yo quería dialogar con ellos, les dije: ‘soy marino’, déjame mostrarte mi licencia, pero no hicieron caso; me dijeron: 'Me viene valiendo ver… que seas marino, a mí tú y esos me la pel..’. Ahí me enoje y le dije que le bajara y que no tenía derecho de hablarme así y forcejeamos, no me dejé, pero me fui a ayudar a mi amigo, porque lo habían picado, cuando corro se vino lo peor, un disparo a sangre fría en mi rodilla, qué dolor tan fatal sentía, lo recuerdo y siento impotencia y ardor", relata.
El más veterano del equipo policial, identificado como parte de la patrulla 268, disparó a quemarropa contra Fernando, alcanzándolo en la rodilla.
Este acto no solo lo dejó a él incapacitado y con varios clavos en la rodilla, sino que también lo sumió en una angustia constante, temiendo perder la pierna y enfrentando la responsabilidad de cuidar a su hijo que recién había nacido.
"Me acuerdo que estuve de baja unos seis o siete meses, del tingo al tango en hospitales para terapias y durante nueve días internado con miedo a que me cortaran el pie. Ahí está Dios, que me apoyó, eran fuertes calenturas las que me daban y ni se diga del dolor, además de tan solo pensar en que mi morrito tenía apenas seis meses de nacido, eso me angustiaba, yo tenía que mantener una familia en ese entonces, fueron días bastante oscuros", comenta.
A pesar de las denuncias que se llevaron a cabo, Fernando asegura que de momento no se ha procedido en contra de quienes estuvieron a punto de truncar su carrera como marino.
"En casi cuatro años no ha procedido nada, simplemente hacen que pasen las cosas y no aceptan las consecuencias, somos un caso más de muchos que suceden en el municipio, somos un simple número y expediente que no vale nada para ellos", señala.
Los testimonios
José, otro de los afectados en la noche del incidente, recuerda cómo la violencia los atrapó en esa noche de diciembre de 2020.
"Nos quisieron asaltar, para resumirlo, no nos dejamos y llegaron dos buenos para nada a soltar balazos, arrestarnos y subirnos a la patrulla, ni siquiera preguntaron, llegaron a la brava", afirma.
El testimonio de Cosme, padre de Damián, quien resultó gravemente herido en el enfrentamiento, refleja la angustia y la preocupación de una familia al ver a un ser querido luchando por su vida en una clínica.
"Cuando nos llaman a nosotros, recuerdo que los plebes estaban en la Cruz Roja, Fernando ya estaba con calentura y perdiendo mucha sangre, mientras que mi hijo no podía ni respirar bien, nos fuimos a la Clínica del Mar, donde a la brevedad lo consultaron, le metieron unos tubos y gracias a Dios, a los días podía respirar mejor", explica.
La pregunta sobre qué hacían estos jóvenes en el Centro a esas horas encuentra respuesta en la búsqueda de un momento de distracción y camaradería, como lo hacían antes de seguir caminos separados luego de la preparatoria. Sin embargo, su encuentro amistoso se vio truncado por la violencia callejera y el abuso de autoridad.
La situación
En el año 2023 la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió 26 recomendaciones, nueve dirigidas al Ayuntamiento de Mazatlán, todas por abuso policial.
Esta cifra le valió para ser la autoridad que más recomendaciones recibió en el estado.
El panorama no es distinto a los años anteriores; en 2022 el Ayuntamiento también fue la autoridad que más recomendaciones recibió, ocho de 24, seis por abuso policial, una por prestación indebida del servicio público por parte de Protección Civil y otra más por omisión al derecho de petición de audiencia a un grupo de desplazados por la violencia.
En 2021, de las 20 recomendaciones que se emitieron, siete las recibió este municipio, una por declaraciones públicas que lesionaron el honor y la reputación y otra por discriminación en el Instituto Municipal del Deporte, el resto, cinco, por abuso policial.