Así se vivió la callejoneada del Centro Histórico de Mazatlán

Más de 50 mil almas se emocionan con la tradicional ceremonia en el corazón cultural del puerto

Redacción / El Sol de Mazatlán

  · domingo 3 de noviembre de 2024

El ambiente fue familiar. Fotos: Cortesía / Gobierno de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Risas, color, sentimientos encontrados por los que se adelantaron en el plano terrenal, pero sobre todo un ambiente familiar, se vivió en el Centro Histórico de Mazatlán con la tradicional callejoneada del Día de Muertos en la plazuela Machado y sus alrededores.

Desde temprano, las catrinas invitaban a la celebración y poco a poco el corazón cultural de la Perla del Pacífico se preparaba al ritmo de la música de banda que, más que ser una festividad para recordar a los muertos, es una fiesta con el sello característico de los patasaladas.

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Estrella Palacios, alcaldesa recién estrenada en el cargo, fue una entusiasta participante en la primera línea, ya que como Reina del Carnaval al principio del milenio participó en estas celebraciones.

La alcaldesa Estrella Palacios se sumó a la celebración. Fotos: Cortesía / Gobierno de Mazatlán

Niñas, niños, jóvenes y adultos no perdieron la oportunidad de acudir al tremendo guateque que se organiza en las calles del viejo Mazatlán para traer de vuelta, aunque sea con el recuerdo, a sus queridos familiares que han partido de la existencia humana.

De acuerdo con el Gobierno mazatleco, más de 50 mil personas acudieron a esta zona de la ciudad para presenciar el festival que cada año organiza el Instituto de Cultura, Arte y Turismo de Mazatlán para “traerlos de vuelta”.

El histórico teatro Ángela Peralta se convirtió en un “cementerio” arropado por las creencias de una sociedad que convive cada día con la muerte.

En la Machado, los comercios se montaron en la ola de la festividad y desde mediados de semana ya lucían con alegría la fecha.

Para que la gente pudiera disfrutar de la celebración, la Policía de Tránsito diseñó un operativo vial para blindar calles y callejones que rodean a la plazuela.

De esta manera, el sector comercial pudo “revivir” tras días en que la inseguridad le impedía tomar bocanadas de aire empresarial.

La gente se animó a salir, dejó el miedo atrás y recuperó al menos por un par de horas los espacios públicos que les pertenecen.