/ lunes 20 de mayo de 2019

Auge hotelero en Mazatlán reduce acceso a la zona de playas

Hoteleros prohíben el libre acceso y el tránsito sobre la arena, acordonando gran parte del espacio de la ribera para uso exclusivo de huéspedes

Mazatlán, Sinaloa.- A pesar de que Mazatlán es un destino familiar, que ofrece como su principal atractivo sus playas, éstas se encuentran limitadas, restringidas y obstaculizadas en la Zona Dorada por hoteles, restaurantes, bares, plazas comerciales y terrenos cercados, que prohíben el libre acceso y tránsito de personas.

Salvo algunos callejones y calles que pegan al mar, ninguno de estos establecimientos tiene accesos directos; por el contrario, de frente al mar, acaparan con cordones y palapas la zona de playas, donde ni bañistas, ni turistas, ni vendedores se pueden acercar porque es zona restringida, prohibida y apartada para los huéspedes de cada hotel que exhiben en sus muñecas las pulseras distintivas de las empresas.

Puedes leer: Surten de agua con pipas a la parte norte de Mazatlán

Personas atraviesan uno de los pasos improvisados de acceso a las playas, en un terreno de la avenida Gaviotas.

Ambientalistas aseguran que esta es una irregularidad que se ha solapado por parte de las autoridades locales y federales desde siempre, ya que hay leyes que lo prohíben y sancionan, pero que no se cumplen.

Antes bien, los hoteleros han buscado la forma de cómo ganarle más terreno al mar, extendiendo sus construcciones 30 y hasta 40 metros a la zona de playa, además del acaparamiento de la zona de arena como espacio de descanso para sus huéspedes.

Incluso algunos han emprendido obras de escolleras frente a sus hoteles para retener la arena, con el pretexto de recuperar más terreno de playa, lo cual es considerado por ecologistas como un daño irreversible a la zona marítimo terrestre, que propicia la erosión y efectos negativos en el flujo y reflujo del océano.

Puedes leer: Temperaturas entre 40 y 45 grados, pronostican para Sinaloa

Siete calles y cinco callejones son los accesos a las playas para toda la Zona Dorada.

El pasado 30 de abril, la Cámara de Diputados federal aprobó reformas a la Ley General de Bienes Nacionales, entre ellas su artículo 8, que trata del acceso a las playas marítimas y la Zona Federal Marítimo Terrestre contigua a ellas, en la que se establece que no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado, salvo en los casos que establezca el reglamento administrativo.

En caso de que no existan vías o accesos públicos, los propietarios de terrenos colindantes con zonas federales deberán permitir el libre paso a la misma, así como a las playas.

En caso de no hacerlo, la reforma incluye sanciones de 3 mil a 12 mil veces la UMA que es la Unidad de Medida y Actualización, cuyo valor actual es de 84.49 pesos; es decir, multas de 253 mil a más de un millón de pesos, con lo que se busca dar libre acceso y tránsito a todas las playas del país, entre ellas las de Mazatlán.

De los 29 hoteles que colindan con la costa en la Zona Dorada, sólo 10 están cerca de accesos públicos.

SE REDUCE ZONA DE PLAYA

Los más afectados por estas limitaciones son los vendedores con permiso de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) que se supone abarca una área de 20 metros transitable y contigua al mar, que se determina a partir de la costa pleamar máxima, es decir, a partir de la marea más alta.

Sin embargo, cada temporada, ellos ven cómo se reduce su zona de venta, pues los hoteleros se extienden cada vez más hacia el mar con sus construcciones y acaparamiento de playa.

Gregorio Dávila trabaja en playa Gaviotas, la única con certificado de bandera blanca para uso recreativo conforme a la norma oficial NMX-AA-120-SCFI-2016 que otorga la Secretaría de Turismo federal; desde hace 30 años vende artesanías en la Zona Federal Marítimo Terrestre.

Siete escolleras hay en la zona costera, desde el Valentinos hasta Marina Mazatlán.

El comenta que su “pan de cada día” es pelearse con el personal de los hoteles, que le impide acceder a las palapas acordonadas que se encuentran dentro de su zona de venta, en busca de clientes.

“Se adueñan del espacio que tienen enfrente; cuando hay algo de gente no permiten que se acerque uno, y aún así ponen sus cuerdas y no dejan, sólo te dicen: ‘No, no, no se acerquen para acá, sabes que aquí no puedes estar, hazte para allá’; se supone que la propiedad es de la barda para adelante, esa es su propiedad, pero aquí puede uno caminar, puede uno trabajar”, expresó.

Califica de buena la iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados para dar libre acceso a las playas, y espera que ahora sí se cumpla la ley.

“Qué bueno que se dio esta reforma a la Ley General de Bienes Nacionales, porque siempre estamos peleando con ellos, quisiéramos que se porten más accesibles a las personas, nosotros no hostigamos y molestamos a nadie, trabajamos libremente, tenemos un permiso y estamos en orden, pero los hoteleros siempre se quieren adueñar de todo”, acusó.

Siete calles sirven de acceso a las playas en la Zona Dorada.

Gregorio Dávila considera que son ellos los que hostigan y molestan al turista, cuando llegan de manera prepotente e insistente, pidiéndoles que se retiren, cuando están ofreciendo sus productos, acosándolos todo el tiempo.

“Todo eso nos afecta, no nomás a nosotros como vendedores, sino a los mismos huéspedes y al turismo, a ellos les afecta mucho más”, advirtió.

Señala que tampoco a los que vienen de afuera les permiten llegar a sus zonas exclusivas, ya que argumentan que ahí está prohibido, aunque sus palapas, mesas y sillas estén vacías todo el día.

Por su parte, Guillermo Morales refiere que tiene 30 años solicitando un permiso para rentar en la Zona Federal Marítimo Terrestre sombrillas, mesas y sillas, y acusa que por las corruptelas que hay no ha podido; sin embargo, los hoteleros cada temporada se extienden más hacia la playa con palapas y muebles para descanso, sin que alguna autoridad les diga algo.

“No he podido obtener el permiso porque la corrupción está a todo lo que da, la playa es muy noble y te da mucho, sea temporada buena o sea temporada mala, pero la gente no te deja, cada vez hay más acaparamiento y a uno lo hacen a un lado”, indicó.

¿QUÉ DICE LA LEY?

La Zofemat está regulada por la Constitución Política Mexicana, por la Ley General de Bienes Nacionales y el Reglamento para el Uso y Aprovechamiento del Mar Territorial, Vías Navegables, Playas, Zofemat y Terrenos Ganados al Mar.

De acuerdo a estas leyes y reglamentos, las playas son un bien de uso común, inalienable, imprescriptible e inembargable y no están sujetas a acción de posesión definitiva o provisional; quienes realizan un aprovechamiento especial o explotación de ellas, lo hacen a través de una concesión dada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La concesión tiene un plazo que no excede los 20 años, dependiendo de la inversión, y puede prorrogarse, siempre y cuando hayan sido cumplidas las obligaciones derivadas del otorgamiento de la misma.

Entre las obligaciones del concesionario, destacan el cubrir el pago de derechos correspondientes por el uso, aprovechamiento o explotación de la Zofemat otorgada, así como realizar nada más las actividades autorizadas en dicho título de concesión.

La última reforma se dio el pasado 30 de abril, cuando la Cámara de Diputados aprobó modificaciones a la Ley General de Bienes Nacionales, en artículos que tratan sobre el acceso a las playas y la Zofemat, en la que se establece que éstas no podrán ser inhibidas, restringidas, obstaculizadas ni condicionadas.

Por lo tanto, los propietarios de terrenos colindantes con zonas federales deberán permitir el libre acceso a la misma, así como a las playas.

Las sanciones para aquellos que violenten esta ley va desde los 253 mil a más de un millón de pesos, según el valor de la Unidad de Medida y Actualización vigente.

LA MITAD FUERA DE LA LEY

El presidente del Centro para la Educación Agrícola y Ambiental de Mazatlán (CEAA), David Ocampo, asegura que la Ley General de Bienes Nacionales establece como zonas federales las riberas de los ríos, arroyos, lagunas, islas y mares, de tal manera que son libres.

En el caso de las playas, son 20 metros a partir de la costa pleamar, donde llega la marea más alta.

Si esto es así, agregó el ambientalista, el 50% o más de la zona hotelera de Mazatlán está fuera de la reglamentación.

Y no sólo eso, sino también más del 50% de la ciudad de Mazatlán está irregular, toda vez que el puerto se ha extendido y desarrollado sobre lagunas, esteros, marismas y zonas federales, incluyendo la hotelería.

“Antes no había una educación ni conocimiento de esto, pero de los 80 para acá empezamos a tener una mayor información; ahora estamos en el 2019, sin embargo, todavía batallamos para que la gente no construya dentro de esas zonas”, expresó.

Con respecto a las playas, David Ocampo considera que la falta de accesos y limitaciones de la zona federal marítimo terrestre no es lo más grave del problema, sino la falta de cuidado de las mismas, al extenderse las construcciones hacia el mar y propiciar daños al flujo y reflujo del océano, con escolleras hechas por la mano del hombre.

“Si alguien va a la Zona Dorada o Cerritos, a la altura o en frente de la Isla de Pájaros, vamos a ver un conjunto de escolleras, eso sí afecta y daña la playa, al flujo y reflujo del océano y demás”, advirtió.

Cuestionó los programas y proyectos que buscan recuperar zonas de playas, principalmente con el desarrollo de escolleras.

“Si se hacen las escolleras más grandes, sí van a recuperar más playa porque los hoteles quieren seguir creciendo hacia el mar; veamos los ejemplos, se va acumulando la arena y los hoteles creciendo más y más y más, y van a seguir haciendo escolleras mar adentro para seguir creciendo , y luego van bloqueando el libre tránsito en playas”, criticó.

Comentó que de entrada, la sociedad tiene que exigir que ya no más, como está pasando con la Laguna del Camarón, donde se realiza una lucha constante para que no se siga rellenando y construyendo, a pesar de que existe una ley vigente que lo prohíbe.

“La Ley está bien ahí, como en todo tenemos excelente leyes en México, pero como siempre, el problema no es que las tengamos, es que la cumplamos y las implementemos”.

Al parecer, agregó, la hotelería no tiene límites, ya tienen 30 o 40 metros fuera de la ley, y quieren otros 30 metros más para seguir creciendo; mientras que la autoridad responsable se hace de la vista gorda o solo pone infracciones, pero no corrige el daño.

“Por qué no llegan y dicen: ‘Saben que señores, vamos a tumbar todo esto y vamos a corregir tumbando’; no lo hacen, es rara la vez que tumban algo construido, llegan a acuerdos y se va quedando, el de enseguida dice: ‘Ah, aquel se metió 30 metros, yo me meto otros 30’, y caemos en el círculo vicioso de las corruptelas”, concluyó.

David Ocampo llamó a la Operadora de Playas y a Semarnat para que actúen al respecto, pues son instancias que les corresponde intervenir.

“Los de la Operadora de Playas tienen que decirles, no puedes tapar y bloquear aquí, es federal, da gracias que te permiten utilizar esto de manera comercial, para eso están los funcionarios, para aplicar bien la ley y ser justos”, concluyó.

POCOS ACCESOS A LA PLAYA

En un recorrido hecho por El Sol de Mazatlán, se constató que sobre la avenida Gaviotas y la Camarón Sábalo, hay 29 hoteles a orillas del mar sin acceso directo a las playas, salvo las 7 calles públicas y 5 callejones que llegan hasta el mar.

De estos hoteles, 10 se encuentran contiguos a las calles y callejones de acceso público, mientras que el resto sólo tiene entrada a través de sus instalaciones.

La mayoría de los hoteles mantienen parte de la playa acordonada como zona exclusiva para sus huéspedes, a pesar de que la ley establece que no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado el libre acceso a la zona federal marítimo terrestre, porque es un bien de uso común y no privado.

Desde el 30 de abril, la Ley General de Bienes Nacionales incluye sanciones a quienes se sorprenda en esta irregularidad, faltaría ver si ahora se cumple dicha disposición o se convierte en letra muerta, como muchos otros reglamentos en la materia.

AV. CAMARÓN SÁBALO

(De Gaviotas hasta La Marina El Cid)

19 hoteles

4 restaurantes

3 plazas comerciales

1 tráiler park

1 salón de eventos

2 construcciones

1 edificio departamental abandonado

1 estacionamiento

ACCESOS:

7 calles

1 callejón

AVENIDA GAVIOTAS

(Del Valentino hasta la Camarón Sábalo)

10 hoteles

1 bar

2 construcciones

1 terreno

2 plaza comerciales

ACCESOS:

4 callejones

1 paso por terreno

CALLES QUE SIRVEN DE ACCESO

Marlin

Del Delfín

La Florida

Del Atún

CID

Vicente Guerrero

DATO: 7 escolleras hay en la costa de la Zona Dorada, entre el Valentino y la Marina Mazatlán.

Mazatlán, Sinaloa.- A pesar de que Mazatlán es un destino familiar, que ofrece como su principal atractivo sus playas, éstas se encuentran limitadas, restringidas y obstaculizadas en la Zona Dorada por hoteles, restaurantes, bares, plazas comerciales y terrenos cercados, que prohíben el libre acceso y tránsito de personas.

Salvo algunos callejones y calles que pegan al mar, ninguno de estos establecimientos tiene accesos directos; por el contrario, de frente al mar, acaparan con cordones y palapas la zona de playas, donde ni bañistas, ni turistas, ni vendedores se pueden acercar porque es zona restringida, prohibida y apartada para los huéspedes de cada hotel que exhiben en sus muñecas las pulseras distintivas de las empresas.

Puedes leer: Surten de agua con pipas a la parte norte de Mazatlán

Personas atraviesan uno de los pasos improvisados de acceso a las playas, en un terreno de la avenida Gaviotas.

Ambientalistas aseguran que esta es una irregularidad que se ha solapado por parte de las autoridades locales y federales desde siempre, ya que hay leyes que lo prohíben y sancionan, pero que no se cumplen.

Antes bien, los hoteleros han buscado la forma de cómo ganarle más terreno al mar, extendiendo sus construcciones 30 y hasta 40 metros a la zona de playa, además del acaparamiento de la zona de arena como espacio de descanso para sus huéspedes.

Incluso algunos han emprendido obras de escolleras frente a sus hoteles para retener la arena, con el pretexto de recuperar más terreno de playa, lo cual es considerado por ecologistas como un daño irreversible a la zona marítimo terrestre, que propicia la erosión y efectos negativos en el flujo y reflujo del océano.

Puedes leer: Temperaturas entre 40 y 45 grados, pronostican para Sinaloa

Siete calles y cinco callejones son los accesos a las playas para toda la Zona Dorada.

El pasado 30 de abril, la Cámara de Diputados federal aprobó reformas a la Ley General de Bienes Nacionales, entre ellas su artículo 8, que trata del acceso a las playas marítimas y la Zona Federal Marítimo Terrestre contigua a ellas, en la que se establece que no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado, salvo en los casos que establezca el reglamento administrativo.

En caso de que no existan vías o accesos públicos, los propietarios de terrenos colindantes con zonas federales deberán permitir el libre paso a la misma, así como a las playas.

En caso de no hacerlo, la reforma incluye sanciones de 3 mil a 12 mil veces la UMA que es la Unidad de Medida y Actualización, cuyo valor actual es de 84.49 pesos; es decir, multas de 253 mil a más de un millón de pesos, con lo que se busca dar libre acceso y tránsito a todas las playas del país, entre ellas las de Mazatlán.

De los 29 hoteles que colindan con la costa en la Zona Dorada, sólo 10 están cerca de accesos públicos.

SE REDUCE ZONA DE PLAYA

Los más afectados por estas limitaciones son los vendedores con permiso de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) que se supone abarca una área de 20 metros transitable y contigua al mar, que se determina a partir de la costa pleamar máxima, es decir, a partir de la marea más alta.

Sin embargo, cada temporada, ellos ven cómo se reduce su zona de venta, pues los hoteleros se extienden cada vez más hacia el mar con sus construcciones y acaparamiento de playa.

Gregorio Dávila trabaja en playa Gaviotas, la única con certificado de bandera blanca para uso recreativo conforme a la norma oficial NMX-AA-120-SCFI-2016 que otorga la Secretaría de Turismo federal; desde hace 30 años vende artesanías en la Zona Federal Marítimo Terrestre.

Siete escolleras hay en la zona costera, desde el Valentinos hasta Marina Mazatlán.

El comenta que su “pan de cada día” es pelearse con el personal de los hoteles, que le impide acceder a las palapas acordonadas que se encuentran dentro de su zona de venta, en busca de clientes.

“Se adueñan del espacio que tienen enfrente; cuando hay algo de gente no permiten que se acerque uno, y aún así ponen sus cuerdas y no dejan, sólo te dicen: ‘No, no, no se acerquen para acá, sabes que aquí no puedes estar, hazte para allá’; se supone que la propiedad es de la barda para adelante, esa es su propiedad, pero aquí puede uno caminar, puede uno trabajar”, expresó.

Califica de buena la iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados para dar libre acceso a las playas, y espera que ahora sí se cumpla la ley.

“Qué bueno que se dio esta reforma a la Ley General de Bienes Nacionales, porque siempre estamos peleando con ellos, quisiéramos que se porten más accesibles a las personas, nosotros no hostigamos y molestamos a nadie, trabajamos libremente, tenemos un permiso y estamos en orden, pero los hoteleros siempre se quieren adueñar de todo”, acusó.

Siete calles sirven de acceso a las playas en la Zona Dorada.

Gregorio Dávila considera que son ellos los que hostigan y molestan al turista, cuando llegan de manera prepotente e insistente, pidiéndoles que se retiren, cuando están ofreciendo sus productos, acosándolos todo el tiempo.

“Todo eso nos afecta, no nomás a nosotros como vendedores, sino a los mismos huéspedes y al turismo, a ellos les afecta mucho más”, advirtió.

Señala que tampoco a los que vienen de afuera les permiten llegar a sus zonas exclusivas, ya que argumentan que ahí está prohibido, aunque sus palapas, mesas y sillas estén vacías todo el día.

Por su parte, Guillermo Morales refiere que tiene 30 años solicitando un permiso para rentar en la Zona Federal Marítimo Terrestre sombrillas, mesas y sillas, y acusa que por las corruptelas que hay no ha podido; sin embargo, los hoteleros cada temporada se extienden más hacia la playa con palapas y muebles para descanso, sin que alguna autoridad les diga algo.

“No he podido obtener el permiso porque la corrupción está a todo lo que da, la playa es muy noble y te da mucho, sea temporada buena o sea temporada mala, pero la gente no te deja, cada vez hay más acaparamiento y a uno lo hacen a un lado”, indicó.

¿QUÉ DICE LA LEY?

La Zofemat está regulada por la Constitución Política Mexicana, por la Ley General de Bienes Nacionales y el Reglamento para el Uso y Aprovechamiento del Mar Territorial, Vías Navegables, Playas, Zofemat y Terrenos Ganados al Mar.

De acuerdo a estas leyes y reglamentos, las playas son un bien de uso común, inalienable, imprescriptible e inembargable y no están sujetas a acción de posesión definitiva o provisional; quienes realizan un aprovechamiento especial o explotación de ellas, lo hacen a través de una concesión dada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La concesión tiene un plazo que no excede los 20 años, dependiendo de la inversión, y puede prorrogarse, siempre y cuando hayan sido cumplidas las obligaciones derivadas del otorgamiento de la misma.

Entre las obligaciones del concesionario, destacan el cubrir el pago de derechos correspondientes por el uso, aprovechamiento o explotación de la Zofemat otorgada, así como realizar nada más las actividades autorizadas en dicho título de concesión.

La última reforma se dio el pasado 30 de abril, cuando la Cámara de Diputados aprobó modificaciones a la Ley General de Bienes Nacionales, en artículos que tratan sobre el acceso a las playas y la Zofemat, en la que se establece que éstas no podrán ser inhibidas, restringidas, obstaculizadas ni condicionadas.

Por lo tanto, los propietarios de terrenos colindantes con zonas federales deberán permitir el libre acceso a la misma, así como a las playas.

Las sanciones para aquellos que violenten esta ley va desde los 253 mil a más de un millón de pesos, según el valor de la Unidad de Medida y Actualización vigente.

LA MITAD FUERA DE LA LEY

El presidente del Centro para la Educación Agrícola y Ambiental de Mazatlán (CEAA), David Ocampo, asegura que la Ley General de Bienes Nacionales establece como zonas federales las riberas de los ríos, arroyos, lagunas, islas y mares, de tal manera que son libres.

En el caso de las playas, son 20 metros a partir de la costa pleamar, donde llega la marea más alta.

Si esto es así, agregó el ambientalista, el 50% o más de la zona hotelera de Mazatlán está fuera de la reglamentación.

Y no sólo eso, sino también más del 50% de la ciudad de Mazatlán está irregular, toda vez que el puerto se ha extendido y desarrollado sobre lagunas, esteros, marismas y zonas federales, incluyendo la hotelería.

“Antes no había una educación ni conocimiento de esto, pero de los 80 para acá empezamos a tener una mayor información; ahora estamos en el 2019, sin embargo, todavía batallamos para que la gente no construya dentro de esas zonas”, expresó.

Con respecto a las playas, David Ocampo considera que la falta de accesos y limitaciones de la zona federal marítimo terrestre no es lo más grave del problema, sino la falta de cuidado de las mismas, al extenderse las construcciones hacia el mar y propiciar daños al flujo y reflujo del océano, con escolleras hechas por la mano del hombre.

“Si alguien va a la Zona Dorada o Cerritos, a la altura o en frente de la Isla de Pájaros, vamos a ver un conjunto de escolleras, eso sí afecta y daña la playa, al flujo y reflujo del océano y demás”, advirtió.

Cuestionó los programas y proyectos que buscan recuperar zonas de playas, principalmente con el desarrollo de escolleras.

“Si se hacen las escolleras más grandes, sí van a recuperar más playa porque los hoteles quieren seguir creciendo hacia el mar; veamos los ejemplos, se va acumulando la arena y los hoteles creciendo más y más y más, y van a seguir haciendo escolleras mar adentro para seguir creciendo , y luego van bloqueando el libre tránsito en playas”, criticó.

Comentó que de entrada, la sociedad tiene que exigir que ya no más, como está pasando con la Laguna del Camarón, donde se realiza una lucha constante para que no se siga rellenando y construyendo, a pesar de que existe una ley vigente que lo prohíbe.

“La Ley está bien ahí, como en todo tenemos excelente leyes en México, pero como siempre, el problema no es que las tengamos, es que la cumplamos y las implementemos”.

Al parecer, agregó, la hotelería no tiene límites, ya tienen 30 o 40 metros fuera de la ley, y quieren otros 30 metros más para seguir creciendo; mientras que la autoridad responsable se hace de la vista gorda o solo pone infracciones, pero no corrige el daño.

“Por qué no llegan y dicen: ‘Saben que señores, vamos a tumbar todo esto y vamos a corregir tumbando’; no lo hacen, es rara la vez que tumban algo construido, llegan a acuerdos y se va quedando, el de enseguida dice: ‘Ah, aquel se metió 30 metros, yo me meto otros 30’, y caemos en el círculo vicioso de las corruptelas”, concluyó.

David Ocampo llamó a la Operadora de Playas y a Semarnat para que actúen al respecto, pues son instancias que les corresponde intervenir.

“Los de la Operadora de Playas tienen que decirles, no puedes tapar y bloquear aquí, es federal, da gracias que te permiten utilizar esto de manera comercial, para eso están los funcionarios, para aplicar bien la ley y ser justos”, concluyó.

POCOS ACCESOS A LA PLAYA

En un recorrido hecho por El Sol de Mazatlán, se constató que sobre la avenida Gaviotas y la Camarón Sábalo, hay 29 hoteles a orillas del mar sin acceso directo a las playas, salvo las 7 calles públicas y 5 callejones que llegan hasta el mar.

De estos hoteles, 10 se encuentran contiguos a las calles y callejones de acceso público, mientras que el resto sólo tiene entrada a través de sus instalaciones.

La mayoría de los hoteles mantienen parte de la playa acordonada como zona exclusiva para sus huéspedes, a pesar de que la ley establece que no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado el libre acceso a la zona federal marítimo terrestre, porque es un bien de uso común y no privado.

Desde el 30 de abril, la Ley General de Bienes Nacionales incluye sanciones a quienes se sorprenda en esta irregularidad, faltaría ver si ahora se cumple dicha disposición o se convierte en letra muerta, como muchos otros reglamentos en la materia.

AV. CAMARÓN SÁBALO

(De Gaviotas hasta La Marina El Cid)

19 hoteles

4 restaurantes

3 plazas comerciales

1 tráiler park

1 salón de eventos

2 construcciones

1 edificio departamental abandonado

1 estacionamiento

ACCESOS:

7 calles

1 callejón

AVENIDA GAVIOTAS

(Del Valentino hasta la Camarón Sábalo)

10 hoteles

1 bar

2 construcciones

1 terreno

2 plaza comerciales

ACCESOS:

4 callejones

1 paso por terreno

CALLES QUE SIRVEN DE ACCESO

Marlin

Del Delfín

La Florida

Del Atún

CID

Vicente Guerrero

DATO: 7 escolleras hay en la costa de la Zona Dorada, entre el Valentino y la Marina Mazatlán.

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