Con la llegada del mes de diciembre y la temporada más fresca del año, florecen los puestos de venta del atole de pinole y los bollos de harina azucarados.
Esta bebida que está hecha a base de pinole y se consume tradicionalmente acompañado de un bollito, es utilizada para calentar el estómago y mitigar el frío que se llega a sentir durante de esta temporada.
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Son decenas de pequeños establecimientos los que se observan en las esquinas de los barrios y en el centro de Escuinapa, durante las mañanas y por las tardes, en los cuales se percibe el olor dulce del atole y se escuchan chillar las cazuelas con los bollos de harina.
Uno de esos tantos pequeños comercios que existen de venta del atole y los bollitos se encuentra en el corazón del mercado municipal "Miguel Hidalgo", establecimiento que forma parte ya de la tradición culinaria en Escuinapa por los años que tiene funcionando.
El puesto es atendido por Bernardo Valdez López, quien tiene alrededor de 15 años preparando y vendiendo el atole y los bollitos, pero este lo heredó de su bisabuela, la señora Felicitas González.
Aunque no sabe con exactitud desde cuándo inició su bisabuela con la venta del atole y los bollos, sí recuerda que desde muy pequeño veía cómo la señora Felicitas madrugaba a las 2:00 o 3:00 de la mañana para estar muy temprano en el mercado ya vendiendo el atole.
"Apenas se estaba acomodando y había gente que ya estaba en espera para tomarse la taza de atole y los bollitos", aseguró.
La preparación del atole y la harina para los bollos no tiene diferencia a como lo preparan las demás personas, pero el hacerlo con gusto es lo que marca la diferencia y le da el sazón especial que tiene cautivado a la clientela.
El horario de trabajo ya no es el mismo que su abuela manejaba, hoy ya inicia a trabajar por ahí de las 4:00 o 5:00 de la mañana, que es la hora en la que ya mucha gente, en su mayoría personas mayores, arriban al mercado a hacer las compras del día, pero antes llegan a calentarse el estómago con la taza de atole.
Un trabajo que realiza con gusto
Bernardo comenta que además de ser esta su fuente de trabajo, es algo que realiza con gusto, al ver que hay muchas personas que lo buscan y en esta temporada hay quienes vienen de fuera y llegan procurando el atole al mercado.
“Muchas personas trabajan fuera de Escuinapa y cada vez que vienen en esta temporada decembrina vienen a procurar el atole y los bollitos y aquí con gusto los atendemos, aquí estamos para que ellos prueben este rico antojito”, señaló.
Por último, comenta que mientras pueda y la gente lo siga consumiendo, él va a seguir preparando y ofreciendo el atole y los bollitos, trabajo el cual aprendió de su bisabuela.
“Es una rica tradición que se tiene en Escuinapa y aquí seguimos con la tradición de mi bisabuela”, afirmó.