Mazatlán, Sin. El silencio forma parte de ellas, la calma impera en cada uno de los rincones de las únicas tres bibliotecas públicas que existen en Mazatlán, donde parece que por ahí no pasa el tiempo.
En uno de los recintos, la Biblioteca “Ingeniero Manuel Bonilla”, mejor conocida como “la de los leones”, ubicada en el Centro de la ciudad, Brisia Carolina López Zamudio es la bibliotecaria.
En medio de la quietud, todos los días revisa cada uno de los 60 estantes que albergan a más de 19 mil libros, entre cuentos, comics, libros de información y consulta para tareas escolares, así como textos de juegos, manualidades, experimentos, historia, entre otros.
Todo ese material permanece inerte, “algunos con algo de polvo”, que es el reflejo de que no han sido movidos del lugar donde se encuentran, quizás en semanas o hasta meses.
JORNADA DE TRABAJO
En punto de las 9:00 de la mañana, la joven bibliotecaria es recibida por las dos figuras de leones de bronce que permanecen afuera del recinto, que fuera construida a partir de 1970.
Desde hace 7 años, ha hecho de este lugar parte de su hogar, en el que inclusive dos de sus hijos han aprovechado para aprender un poco más de todo lo que hay dentro de él.
Son cinco horas las que Brisia pasa al frente de la biblioteca, a la que entran y salen escasas personas en busca de una lectura de su interés.
El mismo paso del tiempo y el ‘boom’ del Internet, han hecho que baje la afluencia de personas que recurren a este tipo de espacios, que se niegan a morir ante el desarrollo tecnológico.
BAJAN LAS VISITAS
La bibliotecaria recuerda que en la década de los 80’s el recinto de lectura era muy frecuentado, ya que era el espacio ideal para la búsqueda de la información que los profesores dejaban a sus alumnos.
Al inmueble, cada tarde llegaban decenas de niñas y niños, tanto de primarias como de secundarias, para cumplir con la tarea que les habían dejado en sus escuelas. En la actualidad, apenas pasan por ahí algunas 30 personas durante todo un día, la mayoría para aprovechar el sistema de Internet o a leer el periódico.
La situación empeora al llegar los periodos vacacionales, donde a duras penas llega un promedio de 15 personas al día, por lo que tienen que recortar el tiempo de atención, de 9:00 a 2:00 de la tarde.
La tecnología no es mala, sinceramente sí nos ayuda aquí en la biblioteca, porque ya estamos bajo un programa que agiliza encontrar los libros que buscan los usuarios
Brisia Carolina López Zamudio
Inclusive, aseveró, la ciencia facilita el que la gente pueda acceder fácilmente a la lectura a través de discos compactos que pueden descargar a través de una computadora.
La biblioteca de los Leones, mencionó, cuenta con un CD que contiene más de 50 títulos, principalmente de temas históricos, novelas y ciencia, que es lo que más buscan las personas que asisten.
Precisamente, la sustitución del libro físico por el virtual, asegura, no es objeto de que la biblioteca pudiera ser considerada como algo “en peligro de extinción”.
Lejos de desaparecer, precisa, el recinto de lectura se adapta a los avances tecnológicos, que la hacen más atractiva para la gente, principalmente la que gusta de dicho ámbito.
Tocar un libro y sentir el olor de sus páginas, asegura, no es lo mismo que hacerlo a través de una pantalla de computadora o la pequeñez de un teléfono celular.
Como diferente, calificó la experiencia de tener un libro en las manos, en comparación a la frialdad de un aparato electrónico.
ESTRATEGIAS
La preocupación de que las bibliotecas estén vacías casi todo el día, mencionó, ha hecho que busquen soluciones que les permitan llevar gente a los tres inmuebles que hay en el municipio.
“A los profesores los invitamos a que vengan a la visita guida de la biblioteca, que descubran lo que en sí es, que conozcan el acomodo de los libros que resguardamos”.
Aseguró que todas estas actividades logran que los niños se interesen, pues hay eventos como La Hora del Cuento o Acciones Lectores, que les estimula el gusto por la lectura.
Inclusive, los pequeños son parte primordial de las bibliotecas, pues además de ser los lectores del futuro, son ellos los que contagian a sus padres y a toda su familia para que acudan por uno o hasta más libros.
En medio del silencio y la tranquilidad, Brisia disfruta su trabajo, es algo que la apasiona, además de que todos los días puede incrementar sus conocimientos con tanto libro que tiene a la mano.
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Como bibliotecaria, no sólo tiene la función de buscar y acomodar los libros en los estantes, pues también está para escuchar a las personas que diariamente atiende, en ocasiones hasta hace la función de psicóloga, otras veces de maestra. Todo para que las personas puedan encontrar la información que necesitan. Ante el inminente paso del tiempo, ella le inyecta vitalidad a un espacio que se niega a morir.
DATOS
- 3 bibliotecas municipales existen en Mazatlán.
- 19,000 libros están bajo el cuidado de Brisia Carolina en la “Biblioteca de los Leones”.
Redes sociales: biblioteca de los leones Mazatlán
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