Mazatlán, Sin. -Las numerosas construcciones en Mazatlán traen aparejado una creciente contaminación ambiental, ya que con frecuencia se observan residuos sólidos provenientes de las actividades de excavación, construcción o demolición en la vía pública, lotes baldíos o en cuerpos de agua.
Aunque el reciclaje se asocia principalmente a los productos de plástico, aluminio, papel o cartón, los escombros también son desechos que tienen un proceso de aprovechamiento.
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Sin embargo, en Mazatlán no hay plantas que se dediquen al reciclaje y el uso que se le ha dado a este es para compactar la basura en el basurón municipal, aunque no siempre los escombros son depositados en este tiradero, muchas veces terminan en áreas verdes, predios abandonados, caminos vecinales, esteros o marismas.
Ya no son llevados al basurón
El pasado mes de agosto, transportistas de carga y el gobierno municipal llegaron a un acuerdo, debido a que el basurón ya sobrepasó su capacidad, por lo que los escombros ya no serían depositados en ese lugar, sino que ahora son llevados a dos predios que están rumbo al Venadillo.
Estos vertederos no son administrados por el municipio, sino por particulares que cuentan registro oficial y con una licencia de uso de suelo para recibir materiales y residuos de la construcción, según confirmó la dirección de Desarrollo Urbano Sustentable.
En esa reunión también se dijo que habría sanciones para la persona que se detecte tirando estos residuos en vías públicas o cualquier otro lugar prohibido.
El nuevo relleno sanitario que se proyecta para sustituir al actual basurón, ya no recibirá escombros, el tratamiento que se le va a dar a la basura será diferente al que se le está dando actualmente. Se tiene el objetivo, a través del reciclaje, que a este depósito solamente lleguen aquellos desechos que no tienen un valor de reaprovechamiento.
"Ya hay un calendario con una ruta crítica para el cierre del actual basurón, en esa ruta está evitar que todos los residuos de la construcción se reciban ahí, se les giró un oficio, nosotros lo elaboramos en la dirección, a todas las constructoras, a las alianzas de transportistas, en el que especificamos cuáles eran los únicos dos sitios con un registro oficial y con una licencia de uso de suelo para recibir materiales y residuos de la construcción y que, por tanto, ya no iban a recibirse en el basurón en actual", señaló Paúl Maldonado Galindo, director de Desarrollo Urbano Sustentable.
Urge un manejo integral
Miguel Ángel García Contreras, consultor en Medio Ambiente y Desarrollo, explicó que dentro de los residuos de manejo especial están los restos de la construcción, los cuales deben ser manejados de manera integral y con visión sustentable, como marca la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos.
"Eso es lo primero, existe un vacío legal y una anarquía en el manejo en general de todos los residuos, lo que se ocupa es diseñar una estrategia y la normatividad; y ya que esté eso hacerla cumplir y para hacerla cumplir necesitas generar todo un proceso técnico, jurídico, administrativo y operativo", explicó.
Detalló que el generador de residuos (desarrollador, constructor) está obligado a contratar un servicio con transportistas de carga para deshacerse de este material, el problema es que no se le exigen el comprobante de pago que se hace cuando son llevados a los depósitos establecidos, donde se cobra una tarifa.
"Lo que hacen es que lo tiran en un lote baldío, arroyo o en donde se los compran, para el relleno de esteros, humedales y marismas, que estén obligados ellos a presentar un comprobante de que hay disposición de manera adecuada", detalló.
Asimismo, que el desarrollador cada determinado tiempo esté presentando a la autoridad competente un manifiesto que coincida con el cálculo de estimación de residuos generados por construcción y demolición.
"Cuando presentan el proyecto de construcción (para tramitar la licencia) ahí viene el cálculo de cuánto le va a costar disponer de esos residuos, deberían de presentar ese manifiesto, que dispusieron de manera adecuada esos residuos", añadió.
El boom inmobiliario agregó, está generando cientos de toneladas de escombro que van a parar a los humedales.
"Antes ese material se utilizaba para compactar la basura, pero si van a trasladar desde la Zona Dorada hasta el basurón ni siquiera lo llevaban al basurón, qué es lo que hacían, lo tiraban donde podían, y si lo llevas al b, se lo compran para ir rellenando", señaló.
Efectos en el ambiente
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción cuenta con un Plan de manejo de Residuos de la Construcción y Demolición (RCM), en este se menciona que cuando hay disposición de este material sin separación y tratamiento, frecuentemente en sitios clandestinos, generan un impacto ambiental relevante, al crearse una mezcolanza entre material de excavación, restos de ladrillo, azulejos, mortero, yeso, maderas, plásticos, solventes, restos de pintura y metales.
Algunos de sus efectos en el ambiente son la obstrucción de arroyos, cañadas y barrancas; afectación al drenaje natural; azolve de las partes bajas e inundación de zonas aledañas en temporada de lluvias o afectación al medio físico y medio biótico (flora y fauna).
También focos de contaminación por mezcla de residuos, incluso peligrosos, contaminación del suelo y subsuelo, incluso de acuíferos, afectación de zonas de recarga de aguas subterráneas, Impacto visual del entorno, proliferación de polvo que provoca enfermedades respiratorias y proliferación de fauna nociva.
Los residuos de construcción y demolición se clasifican en varios tipos; uno es material de excavación: material para relleno, concreto, bases hidráulicas, concretos hidráulicos, adocretos, adopastos, bordillos, postes de cemento, arena, morteros, carpetas asfálticas.
Otro son los elementos mezclados prefabricados y pétreos: piedra, block, tabique, tabicones, mortero, adoquines, tubos de albañal, mamposterías, ladrillos.
Y por último yeso, muros falsos, madera, cerámica, metales, lámina, vidrios, papel y cartón
Además, están los residuos orgánicos producto de despalme, como hojas, ramas, troncos y raíces.
Dentro de la obra se pueden generar residuos sólidos urbanos como parte de las actividades que se realizan, no se consideran parte de los residuos de construcción y demolición, por lo que no deberán mezclarse.
Las multas por tirar escombros en lugares no permitidos va de 100 a 200 UMAS, es decir, de 10 mil 374 pesos a 20 mil 748 pesos.