Mazatlán, Sin. -En el pintoresco escenario de Mazatlán, el Día de la Virgen se vive con una explosión de sabores y tradiciones alrededor de sus iglesias. Desde tempranas horas, los puestos de comida despliegan un festín culinario que abarca tacos, tamales, pizzas caseras, postres, snacks y una variada oferta de bebidas, convirtiendo los alrededores de las iglesias en un verdadero paraíso gastronómico.
"La esencia de nuestra cultura se refleja en cada platillo que ofrecemos en este día tan especial; queremos que la comunidad sienta el calor de la celebración en cada bocado", comparte Dulce, dueña de un puesto de tamales que participa en la festividad.
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A la par, la vendimia de flores colorea los rincones de la Catedral, pues decenas de mazatlecos llegan a comprar la ofrenda para la Virgen de Guadalupe. "Las flores son un símbolo de devoción y amor hacia la Virgen; cada año, los mazatlecos eligen con cuidado los arreglos florales que ofrecen en agradecimiento", explica Julio Luis Montemayor, vendedor de flores.
La presencia de fotógrafos añade un toque artístico, capturando la inocencia y alegría de los niños que participan en la festividad. Algunos de estos artistas visuales ofrecen sus servicios a cambio de 100 pesos, permitiendo a las familias conservar recuerdos únicos de este día.
"Capturar la esencia de la niñez durante esta celebración es un privilegio; las expresiones de felicidad y devoción son palpables en cada imagen", comenta Aarón Meza, quien fotografiaba niños a las afueras de la iglesia.