Mazatlán, Sin.- Desde hace tres semanas se vierten aguas negras al arroyo Jabalines, a la altura de la avenida Manuel J. Clouthier, al colapsar un colector de drenaje a un costado del fraccionamiento Bugambilias La Esperanza, se cree que los daños a la tubería se deben a las últimas lluvias fuertes que impactaron el puerto de Mazatlán, aunque los vecinos culpan a los precaristas que invadieron terrenos sobre el colector.
Una empresa contratada por la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán ya realiza los trabajos de reparación en el lugar, pero estos podrían tardar 2 o 3 días más, de acuerdo a comentarios del encargado de la obra.
“Se va a reparar un tramo, hubo un colapso de aquel lado del tubo, me imagino que fue por lo de las lluvias más recientes, hace como 3 semanas que llovió intensamente y se colapsó el drenaje, la obra va a durar de aquí a mañana o pasado”, expresó.
La obra incluye la construcción de un pozo de visita y cambiar un tramo de 10 a 12 metros de tubería de asbesto por material de PVC.
“Necesitamos hacer un pozo de visita, es una tubería de asbesto y nosotros vamos a meter tubos de PVC, no hay una unión de fábrica que podamos decir aquí nos conectamos, por eso se está fabricando un pozo de visita para de ahí entroncar aquí con tres tubos”, apuntó.
Vecinos de Bugambilias La Esperanzas comentan que ya no soportan los malos olores que despiden las aguas negras que van a dar al arroyo Jabalines y que se desplaza a lo largo de su cauce, pasando por todo el fraccionamiento, y que sigue aguas abajo hacia Costa Azul, La Campiña y Bosque del Arroyo.
En cierta manera culpan a los precaristas que se instalaron a un costado del arroyo Jabalines, sobre el colector de drenaje que pasa por el lugar.
Eduardo Abad “N”, líder y gestor social, señaló recientemente que esta nueva invasión pone en riesgo no solo a quienes viven en ese asentamiento irregular, sino también a los de la Ampliación Bugambilias y a quienes residen en el fraccionamiento La Esperanza, ya que se llevan a cabo rellenos de calles y en los márgenes del arroyo Jabalines para lotificarlos, además de robarse la luz de medidores colectivos y cableados subterráneos, dejando por fuera, sobre las calles y las bardas las líneas con energía eléctrica.
Por otra parte, los vecinos temen que en las próximas lluvias, sus casas se inunden, pues canales naturales que atraviesan la zona se están rellenando, al igual que espacios que fueron trazados como calles.
Asimismo, con las nuevas invasiones se acumula la basura, ya que el camión recolector dejó de pasar en las calles pegadas al nuevo asentamiento.
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