Con el ejemplo rescatan a otros de las adicciones

Grupo Amistad es la primera asociación civil que se fundó para recuperar a jóvenes de las drogas

Juan Carlos Ramírez │El Sol de Mazatlán

  · sábado 28 de marzo de 2020

Grupo Amistad se sostiene principalmente de los ingresos que le genera la panadería. Foto: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- César Isidro “N” es un drogadicto anónimo que entró a Grupo Amistad el 29 de mayo de 2018 al ver que su hermano René había logrado recuperarse de las drogas, tras ingresar a uno de los 37 centros de rehabilitación que funcionan en el país.

Cada día cierran más negocios en el centro de Mazatlán. Foto: Rolando Salazar │ El Sol de Mazatlán

Él es originario de León, Guanajuato, pero como muchos jóvenes que se integran al grupo, hoy le toca dar de gratis, lo que recibió de gratis en un lugar lejano de su tierra, y qué mejor ejemplo para compartir el mensaje que con una vida renovada como lo hizo su hermano con él.

Ahora trabaja de tiempo completo para el grupo como subsecretario y servidor-padrino, y ayuda a otros a salir del hoyo en el cual él estaba.

Incluso su fundador, don David Cervantes Grimaldo es un drogadicto anónimo que llegó por necesidad a un Grupo AA en la Ciudad de México, en ese tiempo no había centros de rehabilitación especializados para personas adictas a las drogas, así que fue ahí donde vio la necesidad imperiosa de crear una asociación civil, con una estructura diferente y un enfoque hacia esta enfermedad.

Los camiones urbanos registran baja demanda en Mazatlán. Foto: Rolando Salazar │ El Sol de Mazatlán

Así que Grupo Amistad se creó como la primera asociación civil de drogadictos anónimos que opera de manera gratuita, sin golpes ni maltratos ni encierros, donde todos los ingresos son estrictamente voluntarios.

Actualmente cuenta con 37 centros de rehabilitación en México y 4 más en Estados Unidos, se fundó en el año 1983 en el Distrito Federal, y aquí en Mazatlán se creó el 27 de octubre de 1994, cuyas instalaciones se ubican en la avenida Manuel Clouthier No. 9136, en Villa Florida.

Tan solo el año pasado, estos centros de rehabilitación tuvieron ingresos de casi 4 mil usuarios, de los cuales mil 500 siguen en su proceso de recuperación.

La asociación se sostiene de donativos y el producto de sus talleres de panadería que venden en los expendios que se encuentran en sus instalaciones, con promociones de 4 panes por 20 pesos, sin olvidar de compartir el mensaje a todos sus clientes.

El mensaje consiste en dar a conocer que hay un grupo integrado como asociación civil que ayuda de manera gratuita y sin fines de lucro a personas sumergidas en las drogas.

Desde las 7:00 de la mañana hasta las 21:00 horas hay actividad en el Grupo Amistad. . Foto: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

Se da los buenos días a las personas, les decimos quiénes somos, qué hacemos y para dónde vamos, que somos una asociación civil sin fines de lucro, que ayuda a personas con adicciones, que es gratuito, aquí no hay golpes, maltratos ni encierros, es voluntario, y nuestro objetivo es que los usuarios sean mejores ciudadanos, mejores papás, mejores hermanos, que terminen una carrera y que se den cuenta que la vida sin adicciones es la mejor manera de vivir.

César Isidro

NO SE NIEGA LA AYUDA

Grupo Amistad Mazatlán tiene una capacidad de hasta 50 personas, cuando el cupo llega a su límite, a los solicitantes no se les niega la ayuda, sino que son enviados a los centros de rehabilitación más cercanos, entre ellos el de Torreón, Coahuila; Guadalajara, Jalisco; León, Guanajuato, y Monterrey, Nuevo León.

Como es el único centro de este tipo en Sinaloa, aquí hay usuarios de Los Mochis, Culiacán y municipios del sur de la entidad y de otros estados.

César Isidro señala que por cada 10 usuarios que ingresan, solo reinciden alrededor de 3, lo que representa hasta un 70% de eficiencia en el proceso que dura 3 meses e incluye terapias de ayuda mutua, deporte, manualidades, talleres de lectura, terapia audiovisual, oficio de panadería, juntas y pláticas entre los mismos internos, servidores y padrinos que comparten su experiencia de recuperación.

Después de 2 meses, el usuario está listo para compartir el mensaje y enfrentar sus complejos, miedos y soledad en que los sumerge la droga, interactuando con las personas que visita casa por casa, además que con eso se obtienen ingresos para seguir operando.

Todos los usuarios participan en las diferentes tareas del centro de rehabilitación. . Foto: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

La drogadicción está diagnosticada como una enfermedad progresiva y mortal que no tiene cura; la rehabilitación es cambiar nuestra manera de ser, de pensar y de actuar a través de los principios que nos ofrecen los 12 pasos, los cuales me enseñan a tener un cambio desde la manera de hablar y de vestir, ser honesto, comprensivo, empatizar con las demás personas, no buscar culpables, tener la visión de ser justo conmigo y con las situaciones que yo voy viviendo, siendo responsable de las consecuencias cuando me equivoque, sin quitarme de un lado o reincidiendo por no tener el valor de poder reconocer que me equivoqué.

César Isidro

Refiere que en este proceso de rehabilitación, el padrinazgo es muy importante, pues es el acompañamiento que se le da al usuario, con la ayuda de los que tienen más tiempo.

Aquí todos somos voluntarios, seguimos en el proceso pero en otro nivel, muchos compañeros han terminado sus carreras y licenciaturas, sus postgrados, sirven pero trabajan, sus ingresos es porque tienen empleos en una empresa, nunca se rompe el cordón umbilical, tenemos presidentes, secretarios, los mismos directivos son compañeros que trabajan y sirven en la asociación.

César Isidro


Fotos: José Luis Rodríguez │El Sol de Mazatlán

Dijo que en su caso está dedicado al 100% a sus tareas como subsecretario en el centro de rehabilitación, sin recibir ingreso alguno, tan solo por dar de gratis lo que ha recibido de gratis y ver cómo otros se recuperan por el esfuerzo y la ayuda que reciben.

TODOS PARTICIPAN

La jornada en el centro de rehabilitación inicia a las 6:30 de la mañana, lo primero que hacen los internos es bañarse, a las 7:00 tienen una oración colectiva y a las 7:15 delegan los servicios, entre ellos barrer, lavar, limpiar y asear los baños, dormitorios, el expendio, la cocina, la panadería, regar el jardín y el estacionamiento; entre 8:00 y 9:30 se sostienen la primera junta donde se comparten las experiencias de dolor y superación, y después se da el desayuno.

Posteriormente, de 12:30 a las 14:00 horas, se realiza la junta de estudio donde se lee literatura que les ayuda a reafirmar sus principios, así como conocer más de la enfermedad que padecen.

La literatura nos enseña a conocer nuestra enfermedad y cómo vivir con ella para poder mantener un estado emocional y tener una cordura para tomar buenas decisiones y no dejarnos llevar por las emociones y sentimientos.

César Isidro


Fotos: José Luis Rodríguez │El Sol de Mazatlán

Después del estudio, se da la comida y saliendo de ella tienen otra junta.

Por la tarde, de 16:30 a las 18:00 horas, se realiza ejercicio y se practica algún deporte como futbol y basquetbol o se hace aerobics.

La última junta, antes de cenar, se lleva a cabo de 19:30 a 21:00 horas, es la estelar, ya que en ella participan compañeros integrados a la sociedad civil, quienes comparten su experiencia sobre cómo vivieron en el pasado y cómo viven ahora, recuperados de las drogas.

Es en esta junta donde se afianza el conocimiento adquirido con el apoyo del ‘apadrinaje’ que consiste en que cada usuario es acompañado por un padrino o guía espiritual que está al pendiente de su ahijado, y que va más allá de la consejería en adicciones que se le da a cada uno.

Lo más difícil del proceso son los primeros días, ya que como nuevos llegamos ingobernables y desconfiados, afuera fuimos egoístas, chantajistas, mentirosos, flojos, y nos sacan del confort, así que ahí empieza el trabajo con uno mismo y la labor del apadrinaje.

César Isidro

El proceso de adaptación y conocimiento dura 3 meses, pero si la persona quiere seguir se le permite hasta que se sienta seguro, a los que salen, se les invita a continuar con sus juntas, ya que la atención es de por vida.

CRITERIOS DE INCLUSIÓN

- Se recibirán a personas de 18 a 59 años de edad.

- El ingreso es estrictamente voluntario.

- El usuario se compromete a cumplir las normas y reglamentos del grupo.

- Presentar documentación requerida

- Que sea acompañado por un familiar, tutor o representante legal.

NO SE PERMITEN PERSONAS…

- Menores de 18 años o mayores de 60

- Que presente un grado severo de intoxicación

- Con trastornos psiquiátricos o alteraciones no inherentes al consumo de drogas

- Con delirium

- Con discapacidad que le impida valerse por sí misma

- Con enfermedades infecto-contagiosas no controladas

- Que requieren tratamiento médico sin prescripción

ATENCIÓN

Para solicitar ayuda, el teléfono de Grupo Amistad Mazatlán es el 980-26-87 o también se puede comunicar al celular 6693-42-80-61.


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