El jueves 14 de marzo el Cabildo de Mazatlán aprobó la compra de un terreno de 100 mil metros cuadrados por 10 millones de pesos para la construcción de un relleno sanitario. Tras la adquisición de este predio, ubicado en el poblado de Palmillas, se realizará una serie de estudios que determinen el diseño y la operación de este nuevo sitio para la disposición final de los residuos sólidos de la ciudad.
Regularizan el basurón
Al menos en las últimas dos administraciones se ha hecho la promesa de clausurar por fin el actual basurón municipal, un tiradero a cielo abierto que opera fuera de norma desde hace muchos años.
A finales del 2023 se inició con la regularización de este vertedero con la construcción de terrazas para la disposición final de los residuos sólidos.
El biólogo Amin Barraza, supervisor de los trabajos de cierre, explicó que la clausura de este sitio se está haciendo con apego a la Norma 083 de la Semarnat y en base a un plan autorizado por la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa.
El avance de estos trabajos es del 50 por ciento con la construcción de dos de cuatro terrazas en las que prácticamente se sepulta la basura, cubierta por una gruesa capa de tierra inerte compacta de 1.5 metros de espesor y una capa final de tierra vegetal de 35 centímetros que pueda ayudar a la reforestación de este lugar.
Se llevan a cabo también obras complementarias que garantizan la mínima infiltración de líquidos a las terrazas, controlar los escurrimientos de lixiviados y la liberación de biogás generado, la erosión y brindar un drenaje adecuado.
"El plan de regularización incluye obras para la captación de lixiviados, que todavía no se llega a esa etapa, se van a hacer canales para conducir los lixiviados a unas piletas donde se van a tratar" explicó.
"El biogas (que produce la basura) así como están las terrazas C y D sale se dispersa de manera desordenada, los tubos de venteo sirven para homogeneizar el gas y que salga por un solo sitio, obviamente para poder lograr eso tienes que hacer este trabajo de capas, cubrir la basura y estar prácticamente encapsulando, si riesgo de que ocurran incendios", agregó.
Hasta la fecha se han cerrado las terrazas A y B, aunque todavía falta la estabilización y compactación de los taludes para evitar que el material se erosione con las lluvias.
En la terraza C se comenzará a trabajar en este mes y la D será la última en cerrar, pues es la que sigue recibiendo todos los desechos sólidos que se generan en la ciudad y hasta que no esté operando el nuevo relleno sanitario no se podrá clausurar.
Restauración del sitio
Parte de las actividades de la restauración del sitio incluyen siembra de árboles regionales, herbáceas, leguminosas y pastos, que también ayudarán a estabilizar el suelo y asegurar mayor éxito en las actividades de restauración ecológica.
"No es apto para vivienda, aquí los que se propuso, por las condiciones, como siempre ha sido un tiradero a cielo abierto de manera desordenada, nunca se preparó para poder realizar el uso final, lo que se está tratando de hacer es dejarlo como un área verde, regresarlo a sus condiciones naturales lo más que se pueda", detalló.
Se estima que de tres a cuatro meses este tiradero ya esté cerrado en su totalidad y entre en operaciones el nuevo sitio de disposición final de residuos.
La siguiente etapa en este lugar es plantar árboles y variedad de flora así como la creación de un apiario municipal, en donde se puedan reubicar a las abejas y avispas que son rescatadas a través del programa de protección que implementa la dirección de Ecología hacia estos polinizadores y la posibilidad de producir miel.
A esta dependencia le compete el ahuyentamiento de fauna, tanto doméstica como silvestre; ya se han rescatado perros y gatos pero también habita avifauna como garzas, zopilotes, queleles, además de mapaches y tlacuaches y fauna nociva, la cual se irá retirando del lugar una vez que ya no encuentren alimento en este sitio.
Costos
Entre el cierre del basurón, adquisición de terreno y construcción del relleno sanitario, se estima una inversión global de 130 a 140 millones de pesos, sin contemplar el mantenimiento que requerirá el basurón.
De hecho la Norma 083 Semarnat señala que se debe elaborar y operar un programa de monitoreo post clausura por un periodo de al menos 20 años, el cual puede ser reducido siempre y cuando se demuestre que ya no existe riesgo para la salud y el ambiente.
"Por eso el costo tan elevado cerrar un basurón, porque requiere de mantenimiento constante, no es solamente la obra civil, el mantenimiento es otro, ese si va a ser permanente hasta que no tenga la vegetación completa", dijo el alcalde Edgar González Zatarain.
Las obras civiles de cierre tienen un costo de 35 millones de pesos y este año se destinó un presupuesto de 19 millones 103 mil 637.22 pesos que comprende las clausuras de las cuatro terrazas, además de una serie de estudios para el nuevo relleno.
El edil aseguró que sí hay garantía de que el nuevo sitio de disposición final no termine convirtiéndose en un tiradero a cielo abierto, pues ni la norma ni las autoridades lo permitirían.
"La autoridad no se apegó en su momento, pero llegó un momento en el que dijo ya no, el relleno sanitario tiene inspección para el cumplimiento de las normas que tienes que estar cumpliendo, entrega de bitácoras y visitas que te hacen para el cumplimiento, es muy difícil que te pueda salir y si te sales te lo cierra", aseguró.
El adquirir las 10 hectáreas no significa que se vaya a construir esa superficie, sino que va a ir por etapas, por celdas, según el tiempo de vida que se le quiera dar y para iniciar serán 10 años.
"En el lugar donde se está adquiriendo hay posibilidades de crecimiento para poderlo soportar durante 30 o 50 años, trabajaremos en una primera celda de inmediato, no es que construyas un relleno sanitario previendo 50 años, vas trabajando por etapas", precisó.
En este lugar también se pretende instalar bandas de transferencia para la separación del material reciclable, pero sobre este proyecto aún no hay muchos detalles.
Estudios
Para el cierre del basurón, terraza A B y C, se requirió una inversión de 8 millones 903 mil 637.21 pesos y para la clausura de la terraza D otros 7 millones de pesos.
El estudio de Manifiesto de Impacto Ambiental y Avifauna en el nuevo relleno sanitario requirió un millón 062 mil 203.11 pesos, mientras que para el manual de operación y control programa de monitoreo ambiental, programa y proyecto ejecutivo en el nuevo relleno sanitario se invirtió un millón 000 158.45 pesos.
Y para el estudio topográfico, geológico, hidrológico y geotécnico para el nuevo relleno sanitario se destinaron un millón 137 mil 638.45 pesos.
Inversión
- Obra civil cierre de celdas: 35 millones de pesos
- Adquisición del terreno 100,018.298 metros cuadrados: 10 millones de pesos
- Construcción del relleno sanitario: alrededor de 85 millones de pesos.