Cuando la fiesta dejó de ser un “negocio”

Al ver que su actividad laboral se había paralizado totalmente a consecuencia del Covid-19, Sandy tuvo que darle un giro a su empresa de organización de eventos para poder ganar algo de dinero

Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán 

  · sábado 18 de julio de 2020

El negocio de Sandy y su familia está a la espera de que termine el Covid-19.Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán 

Mazatlán, Sin. El negocio de organización de eventos sociales y la renta de un salón de fiestas les había dado a Sandy Zazueta Madrigal y a su familia estabilidad económica durante los últimos 14 años. Tenían muchos proyectos de crecimiento y el futuro lucía muy alentador, pero con el Covid-19 todo se esfumó. Para sobrevivir a esta pandemia y obtener un ingreso que les permita salir adelante, implementaron los desayunos sorpresa a domicilio, proyecto que le vino a dar un nuevo aire a la empresa durante el confinamiento.

Desde hace muchos años, los Zazueta Madrigal, primero liderados por su abuela, su mamá y sus tíos, empezaron a vender tacos y “chucherías” en las ferias que se realizan en Mazatlán y en estados como Durango y Zacatecas. Fue hace 12 cuando emprendieron el negocio de Sandy Eventos y a partir del 2014, para complementar los servicios del salón y jardín para bodas, XV años, bautizos, piñatas, baby showers, entre otros, la joven incorporó Sandy Candy’s, mesas de dulces y postres.

La competencia que existe en el puerto ha obligado a Sandy a estar en constante innovación para ofrecer muchas opciones a sus clientes, por lo que ahora con la paralización del sector a consecuencia de la contingencia sanitaria, incorporó los desayunos sorpresa a domicilio, que han tenido muy buena aceptación.

Sandy comenta que este nuevo producto llegó para quedarse, porque ha funcionado muy bien en fechas como Día de las Madres, del Padre, del Maestro, cumpleaños, graduaciones y aniversarios.

“Desde hace algún tiempo traía la inquietud de ofrecer el servicio de los desayunos sorpresa, pero la falta de tiempo no me permitía ofrecerlo, por ejemplo, un evento y realizar las mesas de dulces es algo muy demandante, pero ahora con la cancelación de eventos por la contingencia y todo eso nos vimos en la necesidad de ver otras opciones. Los desayunos sorpresa consisten en mandarle una comida especial a la persona querida o festejada, para hacerla sentir bien. Han tenido mucha aceptación. Lo importante aquí era trabajar en estos días y ahí la llevamos, poco a poco”, afirma.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán 

Sandy Candy’s nació de las tradicionales ferias, de ese ambiente la joven ha retomado muchas cosas que ofrece como complemento en su negocio, como los hot cakes, los elotes y plátanos fritos, entre otros antojitos que forman parte de las mesas de postres y dulces que se instalan en las fiestas.

Fue a los 13 años de edad cuando Sandy hizo por primera vez un hot cake y ahora, 15 años después, continúa elaborándolos con la receta original, ya que ella es la que prepara todos los productos del Stand de las Chucherías que ofrece a sus clientes. Todo lo hace en honor a su abuela Lola, de quien aprendió el negocio.

La joven dice que al nacer y crecer dentro de este ambiente, la organización de eventos es algo que siempre le ha gustado y lo hace muy bien. Recuerda que la primera mesa de dulces que realizó fue para el cumpleaños de su hermano y de ahí sus amigos las empezaron a pedir.

“La empresa se ha consolidado luego de muchos años de trabajo, sacrificios, hasta llegar a ser lo que es hoy, muchos conocen nuestra historia, muchos saben cómo empezamos y todo lo que hemos hecho para salir adelante”, comenta.


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En su negocio, todos los eventos son especiales, ya que le toca ver, como vendedor de servicio, lo que implica para el cliente, sentimientos y emociones, en fechas muy esperadas por novios, quinceañeras, cumpleañeros y familias enteras.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán 

“Te encariñas hasta con los clientes, el hecho de vivir una experiencia tan especial para ellos es de lo más importante para nosotros, formar parte de la vida de las personas en esos momentos es una satisfacción muy bonita”.

Juan Manuel Martínez, su esposo, está junto con ella al frente del negocio. En todo este tiempo se han apoyado al máximo. La preocupación es mucha, pues los ingresos han bajado considerablemente, pero sus ganas de salir adelante y no dejarse vencer por el Covid-19 son más fuertes que todo.

De marzo a julio tenían una gran cantidad de eventos contratados de todo tipo, con sus depósitos correspondientes, los cuales han sido reprogramados para diciembre y para el próximo año.

Ante el oscuro panorama que tienen enfrente, han tenido que reinventar el negocio y adaptarse a los cambios. Una vez que termine la emergencia de salud, regresarán a la organización de fiestas, renta de salón y todo lo necesario para que los eventos sociales que pasen por sus manos se conviertan en los mejores de la ciudad.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán 



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