Mazatlán, Sin.- Una empresa de Mazatlán es señalada por incumplir con la fecha de entrega de inmuebles, con periodos de atraso que van de los cuatro a los ocho años.
Las denuncias son específicamente contra tres proyectos en la zona norte del puerto, donde tiene lugar el “boom” inmobiliario, y uno cerca del estadio de beisbol Teodoro Mariscal.
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En total, las autoridades tienen identificados a casi 30 defraudados.
En los últimos días comenzaron a circular casos en los que presuntamente ciudadanos resultaron estafados en Mazatlán al adquirir una propiedad en preventa y descubrir que el desarrollo en cuestión seguía en obra negra.
Actualmente en el puerto existen 186 desarrollos inmobiliarios, la mayoría finalizados sin mayores contratiempos para los compradores, aunque no todos cumplen lo que prometen.
Acusan a desarrolladora de Mazatlán
Un grupo de ciudadanos que adquirieron un desarrollo residencial que se localiza en terrenos ubicados sobre la avenida Ingeniero Mario Arturo Huerta, rumbo a la sindicatura El Habal, se manifestó para exigir a la empresa constructora que les regrese su dinero.
Luego de más de tres años no han observado ningún avance en el proyecto, estas personas que provienen de varios estados del País, incluso de Estados Unidos, expresaron que no aceptarán ninguna reubicación, como lo planteó la desarrolladora.
Algunos de ellos compraron en septiembre de 2021 y se les prometió que el desarrollo Citadel 1 estaría concluido al 100 por ciento en aproximadamente 24 meses después de su compra, pero a la fecha ni siquiera han iniciado los trabajos.
Por el retraso y muchos otros factores, entre ellos el incumplimiento sistemático y reiterativo de Grupo Universal Inmobiliario en éste y en todos sus desarrollos, exigen la devolución de su dinero de manera pronta y en una sola exhibición, además de que no aceptarán ser reubicados en otro proyecto del grupo, porque ya no tienen confianza.
Empresa señalada niega estafa
Grupo Universal Inmobiliario, a través de un comunicado, informó que la empresa no tiene denuncias o sentencias relacionadas con este delito, luego de que los compradores de lotes residenciales y departamentos en Mazatlán denunciaron ser víctimas de un presunto fraude.
“Respecto al caso que nos atañe y motiva la presente, es para precisar que la empresa no tiene ni ha tenido denuncia o querella alguna por fraude ante la autoridad ni ha sido condenada, multada o siquiera apercibida por un caso que se acerque a lo publicado (en denuncias en medios de comunicación)”, se lee en el escrito.
Reconoce que, en efecto, existe un proyecto respecto al que se refieren en algunas publicaciones, que por causas ajenas a la empresa no fue posible comenzar en tiempo y forma, pero que a la fecha ya se está trabajando con las autoridades correspondientes para darle trámite a lo conducente y darles un producto de calidad a las personas involucradas. Además de que a las que no deseen continuar, se les han hecho sus reembolsos.
Preventa es una dinámica del mercado
El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, Ismael Tirado Robles, aseveró que la marca Mazatlán es muy segura para la inversión, sin embargo, sí existen algunos retrasos en proyectos inmobiliarios.
"Las preventas son parte de una dinámica de mercado normal en todo el País, las cuales también tienen un notable impacto en Mazatlán", señaló.
Por ello destacó la importancia de que los compradores realicen una investigación exhaustiva sobre los desarrolladores antes de adquirir propiedades.
"Es un tema delicado, tipificar como una estafa o fraude es acusar directamente a una situación que no se está dando, las preventas son una dinámica de mercado normal en todo el país, no solo en Mazatlán, lo que sí deben hacer los inversionistas (compradores) es que investiguen quién es el desarrollador, si tiene todo jurídicamente bien, cómo va en el avance de obra, los contratos, que los revisen un abogado y si necesitan darle certeza a la firma de contrato, apoyarse con un notario público para certificar todo ellos", explicó.
Tirado Robles apuntó que actualmente existen casos de retrasos en la entrega de proyectos, pero que éstos son aislados y que suelen deberse a la programación de los flujos de trabajo o trámites pendientes.
"Estos retrasos se dan de manera natural y no se puede generalizar a todo el sector, ya que se crearía un ambiente de incertidumbre que tipificaría a Mazatlán como un lugar fraudulento, y no es así", detalló.
El dirigente señaló que no son un órgano judicial, pero la AMPI se ofrece como una guía para los inversionistas (compradores), para proporcionar información y orientación sobre el proceso adecuado a seguir en caso de algún problema con un inmueble, pero que no dictamina sobre la legalidad de los casos específicos.
Actualmente en Mazatlán existen 186 desarrollos inmobiliarios activos, la mayoría finalizados sin mayores contratiempos para los compradores.
De esta cantidad, 128 son de departamentos turísticos y el resto son de terrenos urbanizados, locales comerciales y de vivienda.
No son fraudes, son retrasos en construcción
El secretario de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios en Mazatlán, Óscar Tirado Bernal, consideró que los rumores de supuestos fraudes o estafas inmobiliarias no son más que proyectos que cuentan con tardanza de entrega.
Explicó que ya trabajan en el tema en coordinación con el Ayuntamiento, además de que hay una empresa con la que se está platicando para hacer un análisis de los proyectos que están en puerta para verificar qué tan viables son y lo que van a requerir para completarse, esto con la finalidad de incrementar la confianza de los compradores y no provocar más retrasos.
"Estos días explotaron algunos casos en Mazatlán, que a final de cuentas no vienen siendo fraudes como tales, empresas que se hayan llevado el dinero y que se desaparezcan de la ciudad, lo que está pasando en algunos proyectos es una tardanza en la entrega, ese es el tema principal", enfatizó.
Ante esto, la AMPI ha dado seguimiento a los casos, así como también ya se tocó base con el Ayuntamiento para sentar una mesa de negociación a esa empresa que tiene esos problemas de tardanza en sus proyectos, para así encontrar una solución para todas las partes.
"Aquí lo importante es que no se vea perjudicado el cliente en su patrimonio y tampoco la imagen de la ciudad, que ya trae un ‘boom’ importante desde hace 10 años", resaltó.
Fraudes inmobiliarios manchan la imagen
El alcalde Édgar González Zataráin advirtió que esta situación puede provocar una mala imagen a la ciudad y perder su estatus como un destino de interés para los inversionistas del sector, por lo que buscan cerrar la pinza a estos fraudes con la certificación de las desarrolladoras.
El objetivo es brindar certeza y transparencia en las transacciones, y que además genere confianza a inversionistas, consumidores y proveedores.
“Por eso estamos trabajando en el tema del distintivo, que lo vamos a terminar los próximos días. Ese distintivo es para las empresas que son seguras, porque ya hicieron un trámite con el Ayuntamiento, porque pasaron una serie de filtros, una serie de información, porque tiene certeza jurídica lo que está vendiendo, ese es el tipo de distintivo. Ya si la gente compra a alguien que no tiene distintivo, ya es bajo el riesgo propio, pero nosotros vamos a advertir a la ciudadanía”, afirmó.
Uno de los problemas más comunes en la compra de inmuebles sobre plazo es el retraso en la entrega, como es el caso de tres o cuatro edificaciones que se tienen actualmente, lo que puede generar a los clientes graves trastornos, además de pérdidas económicas.
Puso como ejemplo desarrolladoras que prometieron entregar a los cuatro años, ya pasaron ocho años y no han terminado ni siquiera de construir.
"Estos fraudes son de empresas que iniciaron sus proyectos hace años, porque en las nuevas edificaciones no se ha detectado", detalló.
Para evitar que este problema siga creciendo, la administración municipal está frenando los permisos a las empresas señaladas.
Por estos fraudes existen demandas judiciales, incluso un solo edificio tiene alrededor de 26 denuncias, lo que obligará a estas empresas a dar la cara y cumplir con lo que prometen.
Algunas de estas empresas están desarrollando al norte de la ciudad, otras más en la zona de Cerritos, y existe un caso más en la zona entre la Gran Plaza y el estadio de beisbol Teodoro Mariscal.
