Mazatlán, Sin.- Un derechohabiente del ISSSTE que sufrió ruptura completa de tendón de Aquiles en su tobillo derecho, acusó al personal médico de la clínica de Mazatlán de negarle atención adecuada y de usar a elementos de la Guardia Nacional para intimidarlo por exigir el servicio de un ultrasonido, el cual tuvo que realizarse por fuera para corroborar la lesión.
Edgar “N” dijo que los hechos se registraron hace más de una semana y a pesar del tiempo y las pruebas aportadas ni siquiera la directora del hospital, Eugenia Barrera, quiso recibirlo, con el argumento de que estaba ocupada con motivo de las emergencias de casos Covid-19.
Refirió que elementos de la Guardia Nacional que resguardaban el hospital lo hostigaron e intimidaron cuando exigía al personal médico una atención adecuada, quienes le ordenaron una radiografía donde no aparecía la lesión y lo dieron de alta, con solo medicamento para el dolor y la desinflamación.
Al insistir en que le hicieran un ultrasonido o una resonancia magnética, pues el dolor no desaparecía, personal médico solicitó el apoyo de elementos de la Guardia Nacional que se encontraban resguardando el hospital, quienes acudieron, lo intimidaron con armas en sus manos y le tomaron fotografías con un celular.
Edgar tuvo que acudir a un médico particular que le ordenó el ultrasonido de tobillo derecho, el cual se realizó en el Hospital Clínica del Mar de este puerto, con el siguiente diagnóstico: “Ruptura completa del tendón de Aquiles derecho. En el compatimiento posterior se observa una lesión completa del tendón de Aquiles, con aumento de su grosor en su porción distal y en su unión con el gastrocnemio derecho”, firmada por el médico radiólogo René Arturo Ávila Ortiz.
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Edgar comenta que acudió a emergencias como derechohabiente y beneficiario del ISSSTE, tras sufrir una posible ruptura de tendón de Aquiles del tobillo derecho, cuando desarrollaba un deporte hace más de una semana.
Al llegar a la clínica no quisieron atenderlo porque no llevaba sus documentos de derechohabiente, por fuera lo vio un médico especialista en deporte, quien le dijo que ese tipo de lesiones se valoraba con un ultrasonido o una resonancia magnética.
Regresó al hospital con los papeles y solicitó al médico un ultrasonido, pero en vez de esto, el personal médico de emergencia se burló de él y le ordenaron una radiografía que ya se había hecho, y en la que no aparecía fractura de huesos.
“Me hicieron la radiografía y me dijeron que estaba todo bien, pero al insistir en que me hicieran un ultrasonido, llamaron a la Guardia Nacional, llegaron cuatro enriflados, militares con armas largas, camuflajeados, vinieron y me intimidaron, hablándome golpeado, uno de ellos sacó su teléfono y empezó a tomarme fotos, le dije que me sentía intimidado y nomás me respondieron que seguían ordenes de sus superiores”, expresó.
Refirió que ya está en tratamiento y que sigue atendiéndose con médicos particulares, ya que teme ir a la clínica del ISSSTE y sufrir de nuevo burlas y hostigamiento de parte del personal y los elementos de la Guardia Nacional, pero ahora se pregunta quién cubrirá los gastos que se ha hecho por fuera.
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