Mazatlán, Sin.- El crecimiento y desarrollo urbano de Mazatlán es imparable, tan sólo en este último año se otorgaron seis permisos para la construcción de fraccionamientos y otros 900 para obras de casa habitación y comercio, según datos del segundo Informe de Gobierno municipal, sin embargo, obras o acciones en pro de la ecología y medio ambiente han “brillado por su ausencia”.
Ante esto, Sandra Guido, directora general de Conselva, señaló que es muy importante no repetir los errores del pasado, es decir, crear desarrollo urbano pero sin “arrasar” con esteros, arroyos, marismas y con cualquier área verde o cuerpo de agua, pues miles de mazatlecos, cada temporada de lluvias, sufren las consecuencias con las inundaciones.
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"A mí me parece que se tiene que hacer un esfuerzo muy importante para que el desarrollo urbano que se está dando en Mazatlán no repita los errores del pasado, donde lo que hicimos nosotros fue arrasar, rellenar esteros, marismas, arroyos y año con año vivimos las consecuencias de esos errores", señaló.
Agregó que se debe reconocer que todos estos desarrollos inmobiliarios van a generar basura, drenajes, ocuparán de agua y todo esto tiene que ver con el medio ambiente, con la calidad de vida de la gente que vive o vivirá ahí y con plusvalía que tienen estos terrenos.
"No es los mismo un terreno que da hacia otro edificio, a uno que da hacia un arroyo que tiene árboles. El tema no es romántico, es un tema de compatibilidad entre naturaleza y desarrollo urbano, pero también hay un sólido componente económico que está ahí y además la sociedad valora más eso, el poder abrir la puerta y ver por lo menos unos arbolitos", agregó.
Indicó que es hacia el norte de Mazatlán donde se genera este crecimiento. Ahí hay por lo menos ocho humedales; el tema es ver de qué manera se pueden incorporar estos elementos naturales con el desarrollo urbano.
"Hay un diferenciador, como son inversiones, muchas veces de gente que viene de fuera, yo creo que pagarían por eso. Cuando uno ve las fotos viejas de Mazatlán se da cuenta de que ahí había un humedal, el Estero del Infiernillo, ¿cómo era antes?", dijo.
"Estamos trabajando con el Implan para ver cómo conciliar, balancear estas dos cosas, para poder avanzar. Los mazatlecos tenemos el reto de que nuestro modelo de desarrollo urbano no repita estos errores, al contrario, que seamos punta de lanza de un modelo de desarrollo urbano que incorpore a la naturaleza y ahí sí seríamos algo novedoso”.
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