Mazatlán, Sin.- Tras la conclusión del esperado Desfile de Mazatlán, las playas de esta emblemática ciudad costera quedaron marcadas por un preocupante desorden.

A pesar de la presencia de vigilancia, los asistentes al evento no mostraron el debido respeto hacia estos espacios naturales, arrojando basura en la arena y desafiando las restricciones impuestas.

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Durante el evento, se observó cómo algunos individuos en estado de ebriedad intentaban bajar a la playa para continuar con sus actividades recreativas y necesidades fisiológicas.

Sin embargo, se encontraron con la oposición de policías y elementos de Oficialía Mayor, quienes detuvieron su acceso debido a las restricciones vigentes.

Ante esta situación, los oficiales se vieron en la necesidad de advertir a los asistentes que, si seguían con la necedad, serían subidos a las patrullas y llevados a barandillas por alteración del orden público.

"Para atrás, no nos queremos llevar a nadie, retírense, por favor para sus casas, pero mientras este el desfile a la playa no bajan", le decía a la multitud uno de los oficiales.