Mazatlán vive su mejor momento inmobiliario y turístico, por lo tanto el mayor reto que tiene es trabajar en el sistema de drenaje para que no llegue a colapsar por su crecimiento, reconoció José Carlos Palacios Jáuregui.
El presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios Turísticos consideró que para este boom inmobiliario, autoridades y organismos deben darle seguimiento coordinado a estos problemas, pensar en la infraestructura, en las vialidades, en los servicios públicos y en los espacios verdes.
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“El problema que tenemos fuerte en Mazatlán se llama drenaje, si no solucionamos el tema del drenaje se va a colapsar, es uno de los puntos que estamos trabajando con el Ayuntamiento para ver cómo podemos apoyarlos. Todavía no colapsa, pero no podemos esperar a que pase”, dijo.
Palacios Jáuregui señaló que en Mazatlán se desarrollan alrededor de 18 proyectos de carácter turístico, especialmente condo-hoteles en zonas como La Marina, el Malecón y Cerritos.
Nuevos mercados
Añadió que Mazatlán está ampliando sus mercados, pues actualmente compradores de Tijuana y Guadalajara están comprando condominios
“Ha sido como una especie de tsunami, empezamos creciendo con Durango, pasamos a la zona de la Laguna y ya estamos abarcando en la frontera, pero también lugares que no pensábamos porque tenían cerca playas como Vallarta, pero Guadalajara está muy interesado en Mazatlán”, expresó.
El presidente de ADIM agregó que hasta el momento el precio de los condominios se ha mantenido, pero siguen en ajustes debido a que los materiales de construcción tienen altas y bajas constantes en sus precios.
Las propiedades turísticas promedio en el puerto son torres pequeñas con departamentos que están muy cercanos al Malecón y la Zona Dorada, con precios entre dos y tres millones de pesos.
Los que se ubican sobre el Malecón cuestan de 3.8 a 6 millones de pesos, que son los penthouse, en lo que se refiere a la vivienda de interés social, también hay oferta; la vivienda media está entre 1.2 y 2 millones de pesos y la vivienda residencial alcanza los 3 millones de pesos, mientras que los proyectos de vivienda residencial luxury se disparan de 5 a 10 millones de pesos.