Mazatlán, Sin.- La prevención es la mejor medicina para detener las complicaciones severas del pie diabético y, por tanto, el podólogo se vuelve parte importante del modelo de atención de salud; sin embargo, en México hay una pobre cultura de prevención y los pacientes suelen acudir a consulta cuando el problema ya está muy avanzado, señaló la Federación Mexicana de Podólogos y Podiatras, presidida por el doctor Jorge Hernández Álvarez.
"La idea principal es esa prevenir las complicaciones más fuertes como las amputaciones. Son millones las personas que padecen diabetes mellitus en México y ese paciente que no se cuida y que empieza a tener lesiones en el pie y se convierte en pie de riesgo o pie diabético, es una población, que en estadísticas de IMSS, habla de 20, 30 millones de pacientes que sufren de esta enfermedad", señaló.
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En México, el 80% de las amputaciones del pie, parcial o totalmente, son por diabetes y el otro 20% por accidentes y otras causas. Agregaron que poco a poco se ha logrado que los pacientes acuden a la consulta podológica; acudir con un profesional de la salud evitará si o si la amputación.
"En teoría, todos deberíamos de acudir al podólogo, pero más los diabéticos. Los diabéticos ya no se pueden ni cortar las uñas ellos mismos, pareciera sencillo, pero es complicado, los diabéticos sufren de falta de sensibilidad, no sienten, es muy fácil que un diabético se llegue a cortar mal la uña se provoque una herida y no sentirlo", agregó.
¿Cómo prevenir?
Tener diabetes no significa tener "pie diabético", pero cuando una persona padece esta enfermedad (diabetes mellitus) hay un pie en riesgo.
La recomendación es acudir con el podólogo de manera periódica, independientemente de padecer diabetes o no, pero si en la familia hay antecedentes de esta enfermedad, lo primero que se debe hacer es realizarse un estudio para descartar o confirmar.
En caso de sospechar que se padece de pie diabético, hay que acudir con un profesional de la salud, quien realizará una valoración a través de un examen de laboratorio y exploración clínica; en el manejo del pie diabético entran muchas especialidades.
El pie diabético se puede manejar desde la prevención o desde un tratamiento, dónde se toma en cuenta todo un historial clínico, que incluye el control de la glucosa, hasta practicarse exámenes vasculares y neurológicos.
Se valora si hay una herida, la profundidad de esta y si está infectada o no. El paciente puede tener una piedra del zapato, canicas, monedas, clavos, hasta un cabello se puede encarnar en el pie, provocar una ampolla y el paciente no se da cuenta.
Los pacientes debidamente controlados pueden llevar una vida normal.
Los hombres son más propensos a desarrollar pie diabético que las mujeres, aunque la diferencia no es abismal. El rango de edad es de 45 y 60 años, pero también hay casos de personas más jóvenes, de 30 años.
Síntomas del pie diabético
Pérdida de la percepción de estímulos dolorosos en la extremidad, presiones excesivas, cambios de temperatura y propiocepción del pie (capacidad de detectar el movimiento de la posición de las articulaciones), deformidades y sequedad, son los síntomas más comunes del pie diabético.
Según el INEGI
En el 2020 fallecieron 151 mil 019 personas a causa de la diabetes mellitus y pasó a ser la tercera causa de defunción, solo por debajo del Covid-19 y las enfermedades del corazón.
Se contabilizaron alrededor de 82 millones 767 mil 605 personas de 20 años y más que padecen diabetes.