El arte de un mazatleco para dibujar

Cuando era niño, a Ivar Villanueva le gustaba dibujar en sus cuadernos, hoy plasma su creatividad en murales, ropa, calzado y hasta en la piel, en creaciones que son admiradas en todo el país

Carla González │ El Sol de Mazatlán

  · sábado 26 de septiembre de 2020

El joven ha plasmado su arte en diversos espacios públicos del puerto. Foto: Cortesía │Ivar Villanueva

Mazatlán, Sin.- Ivar Villanueva es un mazatleco que desde pequeño se dio cuenta que tenía el talento para dibujar; sin imaginar que algún día sus creaciones serían conocidas por miles de personas. A sus cortos 27 años de edad, consolida su carrera como artista.

El arte corre por sus venas; su padre tiene el gusto por el tallado en madera y su hermano mayor es un reconocido tatuador de la Ciudad de México.

Ivar Villanueva ha consolidado su carrera como artista visual. Foto: Cortesía │Ivar Villanueva

Lo que empezó como un pasatiempo, poco a poco tomó un lugar importante en su vida; hoy es su segunda actividad favorita, pues la primera siempre ha sido y será ser maestro de Educación Física.

"Estudié la Licenciatura en Educación Física y soy maestro en La Cruz de Elota; el dibujo y la pintura nada más eran hobbies y a partir de que la gente me fue conociendo y me hablaron para hacer cuadros, para hacer diseños y murales, así se fue dando, poco a poco".

A través de la red social de Instagram, en la que actualmente cuenta con poco más de 14 mil seguidores, dio a conocer sus creaciones, no con la finalidad de monetizar su trabajo, sino por el simple hecho de mostrar a los demás su talento.

"Yo escucho muchos podcast y siempre hablan de que si eres bueno en algo hay que aprovecharlo, yo hice la cuenta de Instagram no pensando que me fuera a llegar trabajo, sino para enseñar nada más mis dibujos", dice.

En sus inicios todos sus dibujos eran trazados con sus útiles escolares, conforme se adentró más a la actividad se hizo de materiales que le permitieran tener un mejor acabado y mayor calidad.

Foto: Cortesía │Ivar Villanueva

"Hacía todo con el lápiz número 12, el amarillo, el de la escuela y una pluma Bic, y ya después que me fui metiendo un poquito más, me fui haciendo de unos colores bonitos, una pluma mejor, yo usaba los colores de Blanca Nieves, yo empecé con los útiles escolares".

Todavía en la universidad le gustaba "rayar" sus cuadernos, entonces sus compañeros le pedían que les elaborara algún diseño para tatuarse. Se encontraba cursando su último año cuando le llegó la oportunidad de pintar un mural por primera vez, el que ha sido hasta hoy el más grande y también el más complicado.

"En pintura, el primer mural que hice fue a un jardín de niños, me dijeron: 'ocupamos alguien que nos pinte, pero todos cobran muy caro", y yo les respondí: 'es que nunca he pintado, nunca he hecho eso' y me contestaron: 'dale, no importa cómo te quede'. Pinté algo súper sencillito y luego me habló otra escuela y después un restaurante".

La barda del patio de su casa se convirtió en un "lienzo" en blanco y como niño con juguete nuevo, le dio “rienda suelta” a su imaginación.

“Empecé a practicar en mi patio, algunos de los murales que tengo están ahí. Mi mamá me dijo: 'si quieres practicar agarra el patio', le agarré la palabra y ya está todo pintado por mí".

Foto: Cortesía │Ivar Villanueva


Algunos municipios de Sinaloa, Ciudad de México y por supuesto Mazatlán, son los lugares donde ha dado a conocer su trabajo. Sus dibujos, dice, son casi siempre pensados en diseños para tatuajes, una actividad en la que empieza a incursionar.

"Mis dibujos casi siempre son pensados en diseños para tatuajes, el primero que hice fue un fénix negro y lo vendí aquí en Mazatlán; acabo de iniciar a practicar tatuajes en Casa Áurea Tattoo and Percing".

Además, también le gusta personalizar tenis y pintar en chamarras de mezclilla; en algún momento de su futuro no descarta hacer diseño digital, body paint e incluso enseñar a los demás a dibujar.

Foto: Cortesía │Ivar Villanueva

“Yo soy muy crítico con mi trabajo y si yo voy a hacer algo tengo que estar seguro de que me va salir bien; sigo en busca de un estilo. Yo creo que alguien creativo, con imaginación, puede venir desde cualquier parte, no es tan necesario estar estudiando, porque sí te tienes que preparar, pero no tienes que seguir una línea para hacer algo más en la vida".

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La creatividad puede llegar en cualquier lugar, de cualquier parte y por eso su sentido de la vista está alerta en todo momento.

"No es como que tenga una intención de expresar enojo tristeza, no, siempre he sido el niño que está mirando a todos lados y se imagina cosas y si algo me llama la atención eso lo concibo de otra manera y quiero sacar la idea de mi cabeza para hacer una obra".



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