Mazatlán, Sin.- La mayor parte de su vida, Alfredo Guadalupe Escobar García, mejor conocido como “El Gallo”, se ha dedicado al trasporte público, pero desde hace seis años empezó a vender quesos en la vía pública.
Originario de Conitaca, Elota, desde que nació ha tenido que ver con el sector trasportista, pues su papá tenía un camión de pasajeros que corría la ruta de su pueblo a la bacera municipal.
Después empezó a trabajar en el negocio familiar en la maquinaria, luego estuvo de administrador del trasporte de pasajero La Cruz-Culiacán y La Cruz Mazatlán.
Fue en 1963 cuando se vino a vivir Mazatlán y se incorporó al trasporte popular de las pulmonías y después con camiones urbanos, años después se puso muy difícil y dejó todo.
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"En la Alianza de Camiones estuve más de 20 años luego el negocio se hizo malo y vendí todo, sólo me quede con una pulmonía y ahora me dedico al comercio de lleno".
Hace 11 años, cuando se quedó sin trabajo, se puso ver opciones y por su edad lo único que le quedaba era buscar trabajo de velador, mejor empezó a vender quesos en el Centro. Finalmente volvió a sus orígenes, ya que desde niño, en el rancho, vendía tamales, ponteduros y pepitorias.
Recuerda que el 1 de abril de 2015 llegó al libramiento Óscar Pérez Escobosa, en la zona de Real del Valle, estacionó su camioneta y se puso a vender queso chico y grande. Su primera venta fue de 300 pesos.
"Llegué a este lugar de manera accidental, aquí todavía no había el parque lineal y en el camellón estaba una señora que vendía pan de mujer y empanadas de calabaza, un día vinieron los inspectores y la corrieron me dejó su mesa y ahora ella me surte el pan".
A sus 63 años, se siente orgulloso de sus orígenes, poco a poco ha traído el rancho a la ciudad, actualmente ofrece a sus clientes más de 30 productos diferentes y mayoría son elaboradas en comunidades como la Puerta de Canoas, El Quemado, El Quelite y El Habal.
Principalmente vende alimentos típicos mazatlecos y sinaloenses, pero la estrella sigue siendo el queso, aunque hay semanas que los productos alternos superan la venta arriba de un 60%
Ahí he estado batallando, comencé vendiendo quesos y la gente me empezó a pedir chorizo, luego machaca y así hemos ido sumando, ahorita vendemos tamales de elote, carne, empanadas de calabaza, casi todo lo relacionado con los lácteos, huevo de rancho, miel, pepitorias, coricos, pan, conserva de papaya, tortilla de harina, jamoncillo, leche quemada y fruta de la temporada como ciruelas, mango, lichis, etc".
A pesar de que la venta semanal cayó un 30%, Quesos El Quelite Los Tres Gallos ha sobrevivido a la pandemia, incluso se encuentran casi en el punto de equilibrio, les dan vuelta a los gastos diarios, la persona que me ayuda y a los proveedores.
Comenta que, aunque se contagió de coronavirus, el puesto no ha dejado de trabajar ni un solo día y espera que, si en septiembre vuelven las clases presenciales, las ventas comiencen a retomar el ritmo que traía antes de la pandemia
"No se han recuperado, una cosa muy curiosa cuando llego el mitote de la pandemia en marzo se bajó muchísimo la venta por el miedo y luego subió de manera escandalosa un mes y luego empezó a bajar otra vez hasta llegar donde estamos ahorita".
El comerciante señala que el puerto lo abre de lunes a sábado y con el pasar de los años ha hecho de clientes de diferentes colonias de la ciudad, también ha repartido alrededor de 10 mil tarjetas y ha tenido que incursionar en el servicio a domicilio.
Con la pandemia ha proliferado mucho este tipo de puestos, se debe a la misma necesidad, ya que mucha gente perdió su empleo, este negocio es difícil además que tienes pedir favores a las autoridades municipales en turno para que te dejen trabajar.
"Allá adelante se pone un chamaco se pone dos o tres días, no todo mundo aguanta por la glorieta se ponían otros cuatros personas en los últimos años llegan y se van, porque hay que esperar al cliente hay que poner la semilla y esperar los frutos. La espera es difícil siempre y en todo".
DATOS
- 63 años de edad tiene “El Gallo”
- 11 años lleva como comerciante de quesos.
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