Mazatlán, Sin.- Las temperaturas frescas y el oleaje no son obstáculos para Juan Manuel, quien durante 30 años ha extraído ostión del fondo del mar, una de las especies más buscadas, sobre todo por ser considerada como afrodisiaca.
Antes de la 6:00 de la mañana, el hombre de mar sale de su casa, en la colonia Lázaro Cárdenas, para enseguida dirigirse a bordo de una bicicleta, ya sea a la playa Los Pinos, Norte o Del Mar.
Una cámara de llanta, una bolsa de red, un cincel y un martillo, son las herramientas que utiliza el ostionero, que tiene que sumergirse hasta una profundidad de 4 metros para poder dar con lo que busca.
Con una barra metálica recorro y busco entre las piedras las cochas del ostión, para después sacarlo y meterlo a la red que se encuentra amarrada al salvavidas que flota en el mar
Juan Manuel
A él nadie le enseñó la actividad, pues la aprendió desde muy joven con el sólo hecho de observar a los buscadores de ostiones que acuden a la bahía mazatleca.
Diariamente, comenta, son alrededor de 10 kilos los que extrae de la profundidad del mar, para después limpiar y expender la docena a 100 pesos, entre clientes que lo procuran.
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Juan Manuel reconoce haber escuchado que entre las conchas hay perlas, que hasta el momento no le ha tocado ninguna durante la extracción de este rico molusco.
Asegura que en la región no hay un ostión mejor que el que él saca del mar, aunque hay otras especies conocidas como de placer y mangle, que de igual manera son muy ricos y demandados.
Dato
30 años lleva sacando ostiones.
10 kilos de ostión extrae diariamente.
100 pesos obtiene por cada docena.
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