Mazatlán, Sin. Desde que era un niño, Sergio Ernesto Estrada González, mejor conocido como “El Wicho”, se enamoró del mar, por su color, su tranquilidad y su fuerza, así que no fue sorpresa para nadie cuando decidió practicar el surf, y más adelante convertirse en uno de los clavadistas que impresionan a turistas y locales en la Glorieta Sánchez Taboada.
El ahora joven de 24 años recuerda que estaba en segundo de secundaria cuando decidió que se dedicaría a ser clavadista, y dejó la escuela para dejarse guiar por su vida hasta donde lo dejara llegar; tenía 14 años cuando comenzó a montar olas en una tabla, para más tarde aprender de “La Güera”, un popular clavadista mazatleco, los trucos y secretos detrás de ese arriesgado “trabajo”.
Empecé desde los 14 años de edad, a mí siempre me ha gustado la playa, el mar. Todo lo que tiene que ver con eso me llamó la atención desde muy joven. Yo vivía acá arriba, en el cerro este que está cerca (se refiere al Cerro del Ovispado) y empecé con el deporte del surf, ahí conocí el mar.El Wicho
Desde entonces “El Wicho” no sólo se dedicó a conocer la técnica detrás de los clavados, sino que nunca abandonó el surf, donde se convirtió en uno de los seleccionados a nivel nacional para participar en competencias. De esa forma intercala ambas actividades, pues a diferencia de la escuela o el trabajo, los clavados no le imponen un horario.
Tenía que viajar mucho, como soy seleccionado nacional de surf, tengo muchas competencias y en cualquier trabajo no me lo permiten. Aquí el jefe de turno de nosotros nos da permiso si hablamos bien con él. Además, tienes un buen sueldo, sobre todo en temporada alta y cuando hay Crucero de turistas.El Wicho
Para ganar bien se necesita “no ponerse los moños”, dijo, ya que los clavadistas dependen de la cooperación voluntaria que el turista y el público local guste dejar, por eso lo mejor es siempre tener una buena cara ante cualquier situación; en días buenos ha llegado a ganar hasta cinco mil pesos, mientras que como mínimo se lleva de 300 a 500 pesos.
Es riesgoso, la verdad, pero pues lo hacemos de corazón. Lo que gano es variable, pero una vez gané en un día cinco mil pesos, cuando me va muy bien. Cuando está más bajo gano unos 300 o 500 pesos.El Wicho
Ser clavadista no es una actividad que cualquiera pueda hacer, se requiere conocer el mar, para saber cuándo es propicio tirarse un clavado y cuándo puede haber riesgo para la integridad física; algunos de sus amigos han muerto en el proceso, él, por suerte, sólo tiene cicatrices que las rocas le han dejado.
Estas han sido porque a la salida, ahí en la orilla, te golpeas las piernas en las rocas y están filosas. Son mínimas, por así decirlo, gracias a Dios no me ha pasado nada en estos 10 años que tengo haciendo esto de clavadista. Ha habido compañeros que desgraciadamente han perdido la vida durante un clavado. A mí sólo me ha tocado sacar heridos, nunca me ha tocado sacar una persona muerta. Clavadista
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En las ocasiones que le ha tocado rescatar compañeros usa los conocimientos adquiridos en los numerosos cursos y capacitaciones que ha tomado, ya que cuando decidió dejar la escuela se preparó en materia de primeros auxilios e incluso tomó clases de inglés, para poder invitar a más turistas a que pasaran y vieran su gran salto.
Dice que un secreto a voces, que se sabe entre clavadistas que para no resultar herido tras un clavado se debe evitar la marea baja, ya que eso se convierte en el peor enemigo de ellos, junto a la lluvia, porque vuelve más “salvaje” al mar.
En las mareas bajas ‘La Güera’ nos dice que no nos expongamos, que él no está dispuesto a ver que a nosotros nos pase algo. Son 17 metros de altura o 17 metros y medio, pero si está muy baja la profundidad entonces hay peligro. Ahorita la profundidad es de aproximadamente tres metros, se puede decir que es una marea regular o normal, las bajas son de dos metros o un metro y 60 centímetros y aparte caemos en medio de dos rocas filosas. Ese es el riesgo.clavadista
Cuando sube al mirador de la Glorieta Sánchez Taboada para aventarse un clavado, “El Wicho” sólo piensa una cosa: que todo salga bien. La adrenalina y la pasión que siente al hacer el gran acto que impresiona tanto a turistas como a locales, lo hacen seguir adelante, por lo que no hace una oración, sólo le pide suerte al destino.
DATOS
11 son los clavadistas que actualmente saltan en la Glorieta Sánchez Taboada.
2 clavadistas han muerto en los últimos 10 años tras haber realizado un salto.
300 pesos es lo mínimo que gana un clavadista en un día.
5 mil pesos es la ganancia máxima en un día de temporada alta de turismo.
HORARIOS DE CLAVADOS EN LA SÁNCHEZ TABOADA
7:00 horas cuando hay crucero.
9:00 horas todos los días.
21:00 a 22:00 horas para entrenar y practicar.
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