Mazatlán, Sin.- El caso de Omar Reyes López, un joven que iba en búsqueda del sueño americano al cruzar por la sierra de Chihuahua rumbo a la frontera con Estados Unidos, desentraña una red de complicidades, abandono y desinterés de las mismas autoridades de ese estado con los migrantes que se atreven a cruzar por ahí, porque no solo están en riesgo por las condiciones del lugar y de los “coyotes” humanos que manejan a estos hombres, sino por dos cárteles de la droga que se pelean el territorio y utilizan a estas personas como “carne de cañón”.
El periodista mazatleco Belizario Reyes López, tío de Omar, explica que la última comunicación que se tuvo con el joven fue el pasado 5 de noviembre, pero él salió el 28 de octubre del municipio de San Salvador, en Hidalgo, a la Ciudad de México y de ahí tomó un vuelo junto con otro sobrino rumbo a Ciudad Juárez.
Relata que fueron conducidos a un tipo de bodega donde esperaron el momento propicio para salir a cruzar el desierto. El día 3 de noviembre dejaron el lugar y se internaron hacia los Estados Unidos, pero cuando iban caminando, Omar se fue rezagando del grupo; cuando regresaron por él, ya no lo localizaron.
“Desde el 5 ya de noviembre, empezó a comunicarse con un primo y con mi otro hermano, que vive en California, estuvieron mensajeando y le pidieron que enviara unas coordenadas o una ubicación para poderlo encontrar y eso lo pudo enviar hasta el 10 de noviembre, pero cuando ya la envió, ya tenía poca batería el teléfono; pocas horas antes logró marcar al 911 y le contestaron autoridades de Estados Unidos y le dijeron que ellos no podían hacer nada porque se encontraba en territorio mexicano, pero que le iban a pedir apoyo al Ejército mexicano para que fueran por él, y después lo contactaron para decirle que el Ejército no podía o no quería ir por él”.
Dice que desde esa tarde, su hermano que vive en Estados Unidos se contactó con unos grupos de búsqueda de la ciudad de Chihuahua, y con ayuda de la Policía estatal y del Ejército mexicano se acercaron al sitio donde marcaban las coordenadas, pero desde ahí ya no fue localizado.
Belizario comenta que fue buscado por las coordenadas que marcaba en la sierra de Guadalupe Bravo, pero a mes y medio, todavía no lo localizan.
Entonces inició la búsqueda apoyada por comités de búsqueda de personas desaparecidas, con la participación de la Fiscalía y de diferentes corporaciones policiacas de Chihuahua.
En toda esa zona, de Ciudad Juárez hasta Ojinaga, en el último año y medio se tiene conocimiento que se han extraviado 30 personas, entre esas 30 está Omar.
Además, el pasado 25 de septiembre, un grupo de 14 personas iba cruzando de Coyame hacia Arena Blanca, Estados Unidos, pero fueron interceptados por un grupo armado y retuvieron a 13, incluyendo al “coyote”, pero liberaron a un menor de 14 años ya que “no les servía”, pero no dijeron para qué los ocupaban.
DOS CÁRTELES DE LA DROGA SE PELEAN LA ZONA
Belizario Reyes no tienen la certeza de que algún grupo armado haya privado de su libertad a su sobrino.
“Como ocurrió en esa misma área, sospechamos que pudo haber pasado lo mismo con mi sobrino, porque por más que lo hemos buscado, por aire, por tierra, con apoyo canino, no lo hayan, no hayan indicios de que lo haya atacado algún animal, no hayan su mochila, ninguna otra pertenencia, entonces creemos que alguien lo encontró y lo tiene, si no es que salió de esa zona y por los días y las horas que han pasado no lo encuentran, pero las autoridades no tienen indicios de que pudiera haber sido privado de la libertad o secuestrado”.
ABUNDAN EXTORSIONADORES
A raíz de que se ha estado buscando a Omar por todo el estado de Chihuahua, ya empezaron a aparecer extorsionadores que piden hasta 10 mil dólares para entregarlo con vida, pero no dan ningún indicio de que sea su sobrino desaparecido.
Los mensajes de estos extorsionadores llegan al celular de Sheila Arias, esposa de Belizario, también periodista, quien dio su número a las autoridades encargadas del caso para que estuvieran informando los avances. Ambos creen que es solo gente que quiere aprovecharse de la situación.
CRIMEN ORGANIZADO SECUESTRA MIGRANTES
Para Sheila Arias, hay respuesta de parte de las autoridades de Chihuahua, pero también está convencida de que si este caso no fuera público, ahí seguiría como muchos otros.
“Percibo mucha resistencia de la autoridad en aceptar que hay grupos criminales operando en esa zona, a pesar de que ellos lo saben, nosotros platicamos con la Fiscalía y ellos nos mostraban un mapa donde claramente nos dicen que la zona fronteriza está controlada por dos cárteles, el de Sinaloa y el de Juárez, pero cuando tú le propones que la persona pudo haber sido tomada por un grupo criminal, no lo aceptan, percibo resistencia de la autoridad para aceptar que la zona está controlada y se llevan a los migrantes”.
Dijo que la Unidad Local de Búsqueda les mostró un rastreo aéreo que ellos hicieron donde están las barricadas que los grupos armados ponen para, desde arriba de los cerros, vigilar el paso de migrantes, y a quienes ven vulnerables los toman por la fuerza.
El pasado domingo, por primera vez se usó un helicóptero de la SEDENA y la Fiscalía reconoce que se encontraron guaridas creadas por el crimen organizado para el tráfico de personas.
OPACA LA SOCIEDAD CIVIL
Sheila Arias, quien es integrante del Observatorio Ciudadano de Mazatlán, dice que hay poco seguimiento de parte de la sociedad civil, ya hay muchas manifestaciones buscando a sus desaparecidos, pero no se suman a otras organizaciones, no hay presión social o tienen temor al crimen organizado.
“En el caso de nosotros, por ejemplo el 25 de septiembre, 13 migrantes fueron levantados, estos están secuestrados. Su caso era completamente invisible hasta que el caso de Omar empezó a sonar allá y porque nosotros, Belizario y yo, nos pusimos en contacto con periodistas de otras partes del país, e incluso del extranjero, para que les hicieran su historia. Si no hubiera sido así, ese grupo de 13 migrantes desaparecidos de esa forma, seguiría en el limbo. Si no los presionan, no avanzan, esa es una realidad”.
Sheila externó su confianza en las autoridades de Chihuahua, porque están convencidos de que están recibiendo todo el apoyo, sin embargo, la situación que se vive en la frontera, en estos momentos, está rebasando al estado y es importante que intervenga el gobierno federal, ya que la zona es un foco rojo, un “hoyo negro” para los migrantes.
UN AMPARO PERMITIÓ QUE LAS AUTORIDADES DE CHIHUAHUA BUSCARÁN A OMAR
La periodista dio a conocer que una activista que se encuentra en Europa les tramitó un amparo indirecto, gracias al cual la autoridad está moviendo drones, caninos, operativos para localizar a su sobrino.
Afirma que el Juez de Distrito de Chihuahua le pide todos los días un reporte, por lo que considera que si no fuera por ese amparo, no tendrían esa movilidad como la que tienen. Y fue tramitado desde Europa, es el amparo indirecto 1913/2021, y quien lleva el caso en el Distrito Primero de Chihuahua, dijo que era algo excepcional y algo nuevo, ya que nunca habían tenido un amparo así, para que el estado moviera todo lo que estuviera a su alcance para localizar a una persona.
Sheila Arias señaló que hay herramientas legales de las que se pueden echar mano y que la gente se tiene que acercar a las organizaciones de la sociedad civil que se dedican a esto, como este amparo indirecto, lo que les da muchas esperanzas.
“Yo, como ciudadana y como familiar de una persona víctima de desaparición no forzada, espero que la autoridad localicen a nuestro sobrino Omar con vida o sin vida, pero que lo localicen, simplemente por dos razones, la primera es porque sí lo está buscando y una búsqueda tiene que llevar a algo, y la segunda, porque hay una investigación abierta y una investigación también nos tiene que llevar a algo, yo sí espero, porque confío en las autoridades, a pesar de todo, son las autoridades que tenemos, espero que localicen a Omar, tarde o temprano, con vida o sin vida, pero lo vamos a tener, eso me queda muy claro”.
EL CASO
El 28 de octubre, Omar salió del municipio de San Salvador, en Hidalgo, con el objetivo de cruzar por la sierra de Chihuahua rumbo a la frontera con Estados Unidos. La última comunicación que se tuvo con él joven fue el pasado 5 de noviembre.
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