Mazatlán, Sin. -Cientos de jóvenes de las Casas de Estudiantes de Mazatlán realizaron este lunes una marcha conmemorativa del 2 de octubre.
La manifestación pacífica inició por la avenida Ejército Mexicano, a la altura de la calle Lola Beltrán y culminó en las instalaciones de la UAS.
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Los jóvenes llevaban diferentes pancartas y lonas en donde se podía leer: “2 de octubre no se olvida”, “que el llanto de las madres de los hijos que mataron no los deje dormir”, “somos nietos del 68, hijos del 99 y hermanos del 43”.
Durante la marcha los manifestantes estuvieron resguardados por elementos de tránsito, los cuales estuvieron al pendiente de cualquier percance que pudiera ocurrir.
Al llegar las instalaciones rememoraron aquel trágico 2 de octubre de 1968, donde cientos de estudiantes perdieron la vida en Tlatelolco.
Por su parte, el vicerrector regional sur, Iván Tostado, destacó que hace 55 años ocurrió un hecho que marcó a generaciones enteras y sacudió cimientos de la sociedad en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la Ciudad de México.
"Hoy recordamos aquellos que perdieron su vida en ese oscuro episodio de nuestra historia, recordamos con valentía y también mantener la memoria histórica para aprender de los errores del pasado", concluyó.
El movimiento
La masacre de Tlatelolco o matanza del 2 de octubre es como se les conoce a los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968 durante un mitin llevado a cabo por estudiantes mexicanos en la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, en la Ciudad de México.
Esta tragedia se produjo en el marco de una serie de protestas y manifestaciones denominadas movimiento estudiantil de 1968, que comenzaron en julio de aquel año y fueron protagonizadas por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y otras instituciones educativas.
El movimiento reclamaba una mayor democratización de la vida política mexicana y cuestionaba el modelo autoritario de gobierno y la dependencia económica respecto a los capitales extranjeros, especialmente estadounidenses.
La matanza fue perpetrada por un grupo paramilitar bautizado “Batallón Olimpia”, en conjunto con el Ejército Mexicano, la Policía Secreta y la Dirección Federal de Seguridad (DFS), y constituyó un evento representativo de las luchas reivindicativas en América Latina y el mundo que caracterizaron al año 1968, así como de las respuestas represivas de los gobiernos de la época.