Mazatlán, Sin.- La tarde del pasado 18 de julio columnas de humo se empezaron a observar en la zona del muelle del parque industrial Alfredo V. Bonfil, en Mazatlán, lo que alertó a los diferentes cuerpos de emergencia de la ciudad, quienes al llegar descubrieron que las enormes llamas salían de cuatro barcos que se incendiaban en el lugar.
Juan, un trabajador de la zona, relató que el incidente comenzó en uno de los barcos tiburoneros, y posteriormente el fuego se propagó a los otros tres buques.
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A la hora del incendio había algunos tripulantes en las embarcaciones, los cuales lograron brincar hacia el muelle y ponerse a salvo; además, algunos pescadores y propietarios de los barcos que se encontraban cerca se movilizaron para mover las embarcaciones del área.
El fuego, que se propagó rápidamente entre las embarcaciones, dejó reducidos a cenizas los barcos llamados Blanca Esthela, As de Oros, Ivanna, y otro del que no se pudo identificar su nombre, además de un autobús y la caja de un tráiler, que solamente resultaron ahumadas.
Hasta el momento se desconoce cuál fue el motivo del incendio, y cuál es el plan que se seguirá, o si los barcos reducidos a un cascarón metálico flotando serán retirados del muelle de manera definitiva.
Curiosamente, el mismo día, pero de 2023, ocurrió una tragedia ahí mismo en el muelle pesquero, luego de un incendio.
Juanito, de 47 años de edad, perdió la vida al explotar el tanque de diésel del barco en donde él realizaba los trabajos de soldadura.
La flota de Mazatlán está conformada por casi 500 barcos pesqueros, la mayoría de ellos tiene una antigüedad de 30 años. El paso de los años ha convertido al muelle mazatleco prácticamente en un cementerio por el poco mantenimiento que reciben, mientras que alrededor de 80 embarcaciones han quedado abandonadas por encontrarse en medio de litigios y algunas más han sido embargadas por empresas bancarias.
En los últimos cinco años han logrado salir a la pesca solo 350 buques por diferentes causas, sin embargo, la temporada anterior apenas fueron 250; el resto se ha quedado amarrado en el muelle.
El peligro inminente
El muelle pesquero del Parque Bonfil es una "bomba de tiempo" que aumenta el riesgo de que pueda registrarse una catástrofe durante la veda temporal del camarón, que es cuando las embarcaciones de la flota de Mazatlán son sometidas a trabajos de reparación y mantenimiento.
Actualmente son pocos los barcos sometidos a estos trabajos y el incendio registrado el 18 de julio evidencia que este sitio no cumple con las medidas esenciales de seguridad, y lo peor, es que en el lugar no hay gente capacitada para enfrentar una emergencia.
Por años el riesgo ha estado como una sombra que acecha, pues con un incendio podría configurarse en cadena una explosión de las más de 350 embarcaciones atracadas en hileras de 8 a 10 buques.
Los muelles no son astilleros
El administrador del Refugio Pesquero del Parque Bonfil (Repebac), Francisco Castillo López, señaló que algunos empresarios pesqueros, los cuales tienen la posibilidad económica para empezar a preparar sus barcos con tiempo, ya lo están haciendo, para que a finales de agosto ya queden reparados los desperfectos y estar listos para salir a la pesca a mediados de septiembre.
Sin embargo, hay algunos empresarios pesqueros que utilizan esos espacios para realizar las reparaciones sin contar con las medidas de seguridad que se requieren en caso de que pudiera presentarse algún incidente, ya que los muelles no son astilleros.
"Desde siempre hemos reprobado las acciones que hacen algunos industriales por sacarle al gasto, no llevan a reparar las embarcaciones a los astilleros, algunos empresarios utilizan el muelle como si fuera astillero y hasta ‘arenean’ los barcos sin importarles los que están a su alrededor", lamentó.
Castillo López señaló que hay una autoridad que se llama Capitanía de Puerto, que pertenece a la Secretaría de Marina, la cual es responsable de vigilar que no se ejecuten esos trabajos en esa zona, incluso, hacen recorridos por el muelle, pero se dan cuenta de lo que pasa y no toman acciones en contra de eso.
Y así como han señalado que los muelles no son astilleros, también han denunciado que las autoridades deben retirar 15 barcos que están hundidos y que representan un riesgo para el resto de las embarcaciones.
"Los pescadores ponen boyas como señales, porque saben que ahí está un barco hundido, y que no deben pasar por dicha área porque se pueden varar. La Capitanía de Puerto es la responsable de hacer un programa para efecto de extraer todos esos barcos, porque representan un peligro para la navegación", detalló
Aumenta el riesgo
El comandante del Cuerpo Voluntario de Bomberos de Mazatlán, Saúl Robles Chávez, aseguró que es entre julio y agosto cuando se incrementan los incendios en el muelle del Parque Bonfil.
Señaló que durante muchos años se ha realizado esta mala práctica y que no se ha podido erradicar, a pesar de que ha dejado muchos accidentes cada temporada.
"Los incendios de barcos, podemos llegar a tener uno o dos al mes y los últimos días de veda son los que más nos preocupan, porque es cuando se incrementa el riesgo, cuando están a marchas forzadas para salir a pescar, es cuando le empiezan a echar más ganitas a las reparaciones y nos preocupa que no tienen medidas de seguridad", apuntó.
Las embarcaciones deben entrar al astillero a realizar los trabajos de reparación, o de lo contrario deben implementar medidas de seguridad, pero lamentablemente lo hacen sobre la marcha del barco, atracado en el muelle, que es donde hacen las reparaciones.
Recomendaciones
Robles Chávez recomendó a las tripulaciones y a los propietarios de las embarcaciones aumentar el nivel de seguridad para hacer este tipo de trabajos.
"La responsabilidad de los dueños de los barcos es poner gente que supervise esos trabajos, y sobre todo que se limpien las áreas del muelle, porque en un momento dado se puede dar una emergencia en el área de muelle, donde hay llantas, redes, jabas y un montón de cosas almacenadas sin ninguna necesidad", puntualizó.
