Mazatlán, Sin.- Convertida en un símbolo de protección en la temporada de ciclones y huracanes, la Virgen de La Puntilla es considerada la guardiana de los pescadores en Mazatlán. Antes de salir a altamar, se encomiendan ante ella para que los guíe y puedan regresar con bien a casa.
Fue en el año 1972 cuando un grupo de pescadores de Mazatlán tomó la iniciativa de construir una virgen para que fuera su protectora ante los huracanes y las tormentas que los ponen en riesgo al llevar a cabo su actividad.
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Después del catastrófico paso del huracán "Olivia" en 1975, la virgen fue finalmente colocada en la explanada de La Puntilla, donde ha permanecido desde entonces.
Cuando un huracán azota al puerto de Mazatlán se puede sentir el miedo en el aire. La incertidumbre y la preocupación de los ciudadanos crecen a medida que se acerca el ojo de la tormenta.
Los más creyentes encomiendan a la Virgen de La Puntilla para que los proteja en caso de emergencia. Así, se organizan procesiones y novenas para pedir su intervención. Algunos comercios incluso tienen imágenes de la virgen en sus entradas para que los proteja de cualquier adversidad.
"Claro que la virgen es la que nos cuida durante estas épocas de huracanes, es algo que llevamos desde décadas atrás, después del huracán Olivia nos encomendamos a ella y no ha venido un ciclón de esa magnitud otra vez, es algo sorprendente", señaló Arantza Peña, quien reside a unas cuadras de donde se encuentra el icónico monumento.
La fe de la población es un elemento clave en la conservación de esta tradición popular en Mazatlán.
"Los pescadores somos personas muy supersticiosas, queríamos una protección que pudiera ayudarnos cuando necesitamos ir a trabajar al mar", comenta Eugenio, pescador retirado.
Su llegada
El proceso de construcción de la virgen fue una colaboración entre los pescadores y el primer Obispo de Mazatlán en aquellos años, Miguel García Franco.
Inicialmente, la virgen fue colocada en el mar debido a que no había espacio disponible para ubicarla en tierra firme, sin embargo, después de varios días y noches de tormentas fuertes, la gente comenzó a decir que la virgen había aparecido en la orilla, en La Puntilla. Fue por eso que la cambiaron.
"La virgen es nuestra protectora, cada vez que hay una tormenta, venimos aquí para pedirle su ayuda", resalta Eugenio.
Normalmente, la gente suele acudir con ofrendas, como flores y velas, para ofrecer a la virgen en señal de agradecimiento por protegerlos de cualquier daño.
La virgen se ha “enfrentado” a los huracanes “Willa (2018), “Odile” (2014) y a “Ismael” (1995). Incluso en la explanada se encuentra una placa conmemorativa en memoria de los pescadores que fallecieron en septiembre de 1995 cuando azotó dicho fenómeno meteorológico.
Por año se celebran dos misas en su honor: el 12 de septiembre en recuerdo de los pescadores que perdieron la vida con el huracán “Ismael”, y el 12 de diciembre, Día de la Señora de Guadalupe en la religión católica.
El origen
No hay datos exactos que nos digan desde cuándo los mazatlecos acuden a pedirle que proteja a la ciudad ante los fenómenos meteorológicos, pero la realidad es que desde que está en ese sitio son pocos los ciclones y huracanes de grandes magnitudes que han impactado al puerto. El último fue el “Olivia”, en octubre de 1975, que causó destrozos en el puerto antes de que la Virgen llegara a La Puntilla, que es la zona donde llegan los barcos a Mazatlán.
Es costumbre de que al inicio de la temporada de pesca, durante el mes de septiembre, los pescadores y sus familias se reúnan en la explanada para celebrar una misa solemne en la que piden por su seguridad y porque la temporada sea fructífera. Es tanto el fervor hacia la virgen que ningún pescador se atreve a aventurarse al mar sin antes pasar por ese punto y hacer su petición.
A los pies de la imagen tiene la inscripción: "Madre de la Iglesia y Reina del Mar y del Universo”.