Mazatlán, Sin.- "La fe mueve montañas" es una frase que está relacionada con temas religiosos, debido a los sucesos o hechos que se registran cuando una persona, un pueblo o cualquier agrupación de personas, imploran a Dios, a alguna virgen o a un santo.
Esto sucede en el municipio de Escuinapa, en donde desde hace ya muchos años (no se tiene una fecha exacta), sus pobladores han implorado a su patrono, San Francisco de Asís, por agua en tiempos de sequías.
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De acuerdo a información recabada del texto "Efemérides Escuinapenses", del autor, Dr. Jorge Alberto Macías Gutiérrez, la relación del ahora municipio de Escuinapa con San Francisco de Asís data desde el año 1795.
"De ese año es el libro más antiguo de la parroquia de San Francisco de Asís y el nombre del pueblo, según este registro, es de San Francisco de Asís de Escuinapa", dice el texto.
En honor a este santo, en medio de la zona centro de Escuinapa se encuentra edificado el templo que lleva por nombre "San Francisco de Asís" y es a donde ahí los devotos escuinapenses acuden a pedir algún favor o milagro al santo patrono.
Pero según lo externado por personas de este municipio, adultos mayores principalmente, una de las tradiciones que existen en Escuinapa y que se había ido perdiendo con el paso del tiempo, era que los pobladores, en tiempos de sequías extremas, optaban por sacar la figura de San Francisco de Asís para implorar por las lluvias y con ello tener buenas cosechas y buenas pescas.
Este ritual se realizaba desde hace ya muchos años, en el cual se sumaban familias enteras, tanto mujeres, como hombres y niños, convirtiéndo esto prácticamente en una fiesta.
"La gente iba por San Francisco de Asís, era mucha gente, familias enteras se organizaban para poder caminar con el Santo en los hombros, eran hombres quienes cargaban al Santo, salían a las calles a recorrer el pueblo y caminaban hasta llegar a la marisma o a la presa, dependiendo para donde se pusieran de acuerdo", externó Guadalupe Flores, habitante del municipio.
Sería por coincidencia, o porque la fe del pueblo entero generaba efecto, que regularmente cuando la imagen era sacada a pasear, las lluvias se venían encima.
"Salía la gente muy temprano, pero ya sabíamos que de un momento a otro la lluvia nos iba a caer, ya después de estar un rato al lugar que fuera (la presa o la marisma), nos regresábamos caminando de vuelta y veníamos con el agua de la lluvia que nos llegaba a los tobillos y todos los trapos (ropa) empapados por la lluvia", señala.
Esta tradición religiosa y muy apegada al pueblo escuinapense, con el paso del tiempo se había ido perdiendo, al punto de que por algunos años este ritual o procesión se dejó de llevar a cabo.
Desde hace aproximadamente cinco años los agricultores y campesinos del municipio han retomado y vuelto a esta tradición, la de caminar con la imagen del Santo Patrono desde el templo hasta la presa Agustina Ramírez "El Peñón".
Al término de la procesión en la presa, el acto se convierte en una fiesta en donde les toca la música de banda y organizan comelitones para todos los participantes.
Para saber
Dentro de la tradición católica se tiene la leyenda de que San Francisco de Asís es el encargado de administrar las lluvias que caen a lo largo del año.
La leyenda habla del cordonazo de San Francisco, o lo que es lo mismo, se creía que el santo se defendía del mal fustigando el aire con el cordón que llevaba atado a su cintura, algo que provocaba en el cielo fuertes tormentas, rayos y truenos por estas fechas.
Tiempo
La relación del ahora municipio de Escuinapa con San Francisco de Asís data desde el año 1795.