Mazatlán, Sin.- A finales del año pasado, la avenida Gabriel Leyva se sometió a una "cirugía" para introducir nueva tubería a presión y poder desviar las aguas negras de la planta El Crestón a Urías 2 de Jumapam. Desde entonces, vecinos, comerciantes y automovilistas que transitan por la zona han tenido que sufrir las consecuencias.
El pasado 30 de julio, Jumapam hizo un llamado a la empresa Fypasa, encargada de realizar la obra, la cual está a cargo del gobierno del estado, para que agilizara los trabajos y liberara el tramo que está a la entrada del Parque Bonfil, a la altura de la calle Puerto de Veracruz.
Sin embargo, aunque se retiró el acordonamiento, ese tramo de la avenida quedó a desnivel y en ocasiones se han colocado "conos" anaranjados para evitar que los vehículos pasen por esa sección.
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Pero los trabajos no pararon ahí, por el carril derecho, con dirección al puente Juárez, desde la calle Héroes de Nacozari, hasta el cruce con Puerto Veracruz, se abrió una larga zanja, lo mismo por el carril con dirección contraria, entre las calles Pemex 1 y Múnich.
Levantamiento de polvo y piedras pequeñas, así como ruido excesivo, es lo que han tenido que soportar comerciantes de la avenida; tráfico lento y circular sobre los baches, para los automovilistas.
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Don Andrés, diariamente pasa por la avenida para llegar a su lugar de trabajo. No sólo por la experiencia que vive todos los días, sino también por su conocimiento profesional, señala cuáles son los daños que puede sufrir un automóvil al pasar continuamente por los baches.
Los carros se perjudican principalmente de la parte de abajo, la suspensión a largo plazo se afloja toda.
Don Andrés
Actualmente, el caos más fuerte se presenta en el cruce de las avenidas Gabriel Leyva y Gutiérrez Nájera.
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