Culiacán, Sin.- ¡Nopales…nopales!, gritan cuatro menores, corren entre los carros para ganar la venta, la escena nos parecería normal, son niños de la calle, pensamos, pero no imaginamos la historia de cada uno de ellos, uno es huérfano, su madre fue asesinada por su ex pareja y forma parte de los cientos de menores desamparados en Sinaloa a causa del feminicidio.
Ari, de ocho años, en medio de su inocencia cuenta: “Mi amá un día amaneció muerta, la mató su novio, mi abuela la tuvo que ir a reconocer porque estaba perdida, yo no la conocí, mi abue me cuenta que era bonita y muy trabajadora”.
Doña Hortensia Zavala, abuela del menor quien también se dedica a la venta de nopales por el bulevar Universitarios, dice que para ella, cada vez que escucha el ruido de la sirena de ambulancias o de la policía le causa un dolor en el corazón.
Recuerda que su hija, era muy amiguera, pero que desafortunadamente empezó a andar con malas compañías y esa fue su perdición.
“Siempre fue rebelde, le gustaban las fiestas, eso sí, me hacía caso en algunas cosas, por ejemplo que no se drogara, pero si se consiguió un novio malandro, no es por nada, pero mi hija era muy bonita, el fulano se enamoró de ella y ella también; quedó embarazada, le pedía que se fuera con él a vivir, pero a base de consejos, no lo siguió”, recuerda.
La abuela rememora que su nieto nació en uno de los mejores hospitales de Culiacán, el padre le empezó a dar lo mejor a su hijo y a ella, pero ya no hizo el intento de que se fuera a vivir con él.
“Mi hija supo que andaba con otra mujer, yo le aconsejaba que no le recriminara, que lo dejara así, porque el fulano era muy mala riata”, señala.
Aquel día fatídico
Su voz se entrecorta cuando llega el día fatal y repasa cada momento del fatídico momento.
El padre del niño la empezó a hostigar, quería que se metiera al “negocio”, ella, siempre rechazó “dedicarse a eso –la droga pues-,”, era estilista.
Los pretendientes no le faltaban, conoció a un muchacho decente, se acababa de recibir de médico, empezaron a salir y el fulano se enteró, un día llegó y la invitó a ir de compras porque el niño iba a cumplir dos años…nunca volví a ver su sonrisa.
Llegó la noche, le llamaba y nunca me contestó, mi corazón me decía que mi hija estaba en peligro, me la pasé en vela toda la noche, sólo escuchaba a lo lejos el sonido de las sirenas y mi hija nada.
Así pasaron tres días, todavía no se usaba eso de la denuncia, dice, acongojada, preguntaba con sus amigas, una de ellas, me contó el infierno que pasó mi hija, el fulano la golpeaba, la dejaba inconsciente yo nunca me di cuenta, porque ella siempre me ponía buena cara.
Finalmente a los cinco días, me avisaron que fuera a reconocer a una muchacha que la habían matado y tirado en el monte.
“Al estar frente a ella…sí era mi hija, el maldito le había despedazado la cabeza, Yo sabía que había sido él…
Protocolo al olvido
A pesar que desde el 9 de agosto el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el Protocolo de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes en Condición de Orfandad por Feminicidio para paliar la situación que enfrentan los menores que se quedaron sin su madre, en Sinaloa ninguna institución pública se encuentra aplicando las medidas.
En este documento, que sujeta a las instancias a trabajar, realizar un padrón de huérfanos y darles atención médica, sicológica y educativa, se ha quedado en una buena intención a casi dos meses de su entrada en vigor.
El 30 de julio pasado, el secretario de Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, informó que Sinaloa ocupa el tercer lugar a nivel nacional en feminicidio; además, el delito muestra una tendencia a la alza en la entidad.
D acuerdo a la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Enero a Julio este delito ha aumentado un 79 por ciento con respecto al mismo periodo de 2020.
En lo que va de este gobierno –diciembre 2018 a marzo 2021- de acuerdo a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres hay más de cinco mil huérfanos por feminicidios
Niños que han quedado en la orfandad por el asesinato de sus madres a manos de sus parejas, ex parejas y “novios”. En Sinaloa tan sólo en este año, hasta los primeros días de septiembre se han registrado 32 feminicidios,- dos de ellas, menores de edad-, la mayoría de las mujeres asesinadas con arma de fuego eran madres de familia.
Si hacemos una comparación son 30 mujeres, si cada una de ellas, tenía un hijo, sería 30 huérfanos, pero, hay mujeres que tuvieron dos o tres más.
Sin cifras
El consultor en derechos humanos y género, Pablo Navarrete Gutiérrez, cada vez que viene a Sinaloa invitado por diferentes organismos entre ellos, Ismujeres lamenta que pese a que Sinaloa es un estado donde se cometen más feminicidios a nivel nacional hasta la fecha no existen cifras de cuántos niños quedaron en la orfandad.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del Estado, Angélica Díaz Quiñonez, aseguró que Culiacán se encuentra dentro de los 50 municipios que concentran casi el 40 por ciento de feminicidios en el país, por lo que la situación de peligro en el que viven las mujeres es particularmente peligrosa en Sinaloa, y, sobre todo, en la capital del estado.
Ante ello, dijo, que es lamentable que hasta el momento no se tengan cifras exactas de huérfanos a causa del feminicidio para que se les pueda atender.
“No existen datos de los niños cuyas madres fueron asesinadas… no se sabe cuántos son, dónde están, que hacen”, concluyó.
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