Culiacán Sin. - En México existe una gran brecha entre usar el derecho de acceso a la información y lograr que esto se traduzca en mejorar la calidad de vida de la gente, concluyó Samuel Bonilla Núñez, coordinador del programa Transparencia para Todos.
Agregó que el reto es pasar del uso al aprovechamiento del acceso a la información y obtener los efectos positivos que con ejercerlo se pueden producir.
Eso lo dio a conocer al impartir la conferencia “¿Y a mí ciudadano, para qué me sirve el acceso a la información pública?” en el marco de la Jornada por el Día Internacional del Derecho a Saber que organiza la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública.
Se pronunció porque la población logre vincular la utilización del derecho de acceso a la información con la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, ya que no basta con tener números, sino hay que llevarlo a niveles de aprovechamiento.
Dijo que los solicitantes en ocasiones enfrentan un “río de cocodrilos” al recibir información y verse “atorados” ante el desconocimiento de cómo aprovechar la información obtenida.
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Desbloqueemos el nivel del uso de este derecho en el que nos quedamos en un número de solicitudes y pasemos al nivel del aprovechamiento de él.
Bonilla Núñez
Bonilla Núñez expuso casos de éxito a través de los cuales las personas presentaron solicitudes de información pública que los llevaron a resolver diferentes problemáticas en el servicio público tanto a nivel nacional como de otros países.
Por ejemplo, citó la historia de un profesor que pidió saber su sueldo y se enteró que ganaba 6 mil pesos más, una beca regresada a un estudiante debido a que preguntó el porqué se la habían retirado.
También, una madre de familia viuda que a través de un facilitador pidió información y obtuvo apoyo económico luego de 4 años de ver que sus vecinos la obtenían y ella no, entre otros.
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