Mazatlán, Sin.- Unidos por la misma pasión de viajar y sin otra motivación más que la de cumplir sus sueños, Diego y Jorgelina, junto a su pequeño hijo Tomás, emprendieron la aventura de sus vidas: recorrer de punta a punta el continente americano a bordo de un “motor home”, unir el sur y el norte, desde Ushuaia, Argentina, hasta Alaska, en los Estados Unidos.
INICIA EL SUEÑO
Originarios de la ciudad de El Rosario, en el país sudamericano, planearon el viaje durante años, hasta que un día tomaron la decisión de salir de la rutina para aventurarse, convencidos de que vida sólo hay una, y "hay que vivirla".
Llevan 15 años juntos y su pasión por el viaje ha sido desde siempre; sin embargo, con el trabajo y el poco tiempo que tenían disponible, veían imposible la manera pasar más tiempo en familia y de salir a explorar el mundo.
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“Nos pasó que un familiar muy cercano falleció muy inesperadamente y ahí nos dimos cuenta que todo lo material que uno consigue en la vida se queda, y a veces nos enfocamos sólo en eso y no nos damos cuenta de que la vida va pasando. Nos replanteamos y nos dimos cuenta que no estábamos siendo felices, que esa no era la vida que queríamos para nosotros y por eso empezamos a buscar un nuevo camino en esta aventura”.
Querían romper con el esquema social que desde pequeños les habían enseñado: "estudiar, trabajar, casarte, jubilarse y morir", aunque al principio fue difícil de entender para sus seres queridos.
Su pequeño hijo tenía apenas un año y dos meses de edad cuando emprendieron la ruta, ahora ya están por cumplir cinco años y medio en el camino.
“Él (Tomás) es el que mejor la lleva, hoy en día está haciendo su escuela a distancia, era un punto que nos preocupaba a la hora de partir, no queríamos que dejara de tener su escolaridad formal. Afortunadamente en Argentina tenemos sistema de educación a distancia que nos permite seguir viajando y que él estudie”.
Han recorrido ya 16 países, más de 80 mil kilómetros; hace dos años llegaron a México por Quintana Roo y hace un mes que están en el puerto mazatleco.
El intercambio cultural ha sido desde la gastronomía hasta la forma de hablar; remarcan que la mejor experiencia es salir a descubrir y conocer a la gente, además de visitar los sitios emblemáticos de cada lugar al que llegan.
Su estilo de vida ahora es un poco diferente, pero no lo cambiarían por nada en el mundo; han tenido que adaptarse a convivir en una “motor home”, su nueva casa rodante, una de las cosas que más genera asombro y curiosidad entre quienes conocen su historia.
“Hay que adaptarse y acostumbrarse a muchas cosas, esta camioneta por dentro la hizo totalmente Diego, sin saber, porque no era algo a lo que se dedicaba ni nada por el estilo, hoy en día tenemos una pequeña 'casita rodante' con todas las comodidades, cocina, dormitorio, baño, lo mismo pero en pequeñas dimensiones; hay que adaptarse, pero vale la pena si a uno realmente le gusta lo que está haciendo”.
Costean su viaje elaborando comida típica argentina y también artesanías, carteras, pulseras y bolsos, que venden.
“Nosotros lo que más hacemos son alfajores, son un dulce típico de nuestro país, los hacemos rellenos de dulce de leche y bañados en chocolate, también hemos hecho variedades de pasteles”.
LA PANDEMIA
La pandemia por el coronavirus también ha impactado en su viaje, hace más de un año tenían planeado cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, justo cuando esta se cerró ante la contingencia sanitaria, por lo que tuvieron que esperar.
“Nosotros, cuando empezó la pandemia, estábamos a punto de cruzar a Estado Unidos, estábamos en Tijuana, cerró la frontera y desde ese momento estamos a la espera de que se abra para poder seguir rumbo al norte. Y también nos complicó la parte económica, nosotros nos vamos financiando con artesanías, vendiendo comida y justamente con la pandemia era lo que no se podía hacer, porque uno dependía de que se juntara la gente”.
A raíz del confinamiento social, tuvieron que reinventarse, abrieron su propio canal de YouTube, donde van contando día a día todas su aventura a través de las redes sociales en su página “Creciendo en el camino”.
“Teníamos la idea de viajar un año y medio, llevamos cinco, así que no tenemos ni idea de cuándo vamos a llegar, queremos ir despacito, lento, el propósito es llegar este año, pero con la frontera cerrada esperamos que sea el próximo”.
A su llegada a Alaska. Lo primero que piensan hacer es festejar su logro, recorrer el lugar, luego ir a Canadá y vivir la experiencia de un invierno extremo, después recorrer la costa oeste de los Estados Unidos.
Ahí, una vez en la parte sur, veremos si volvemos a Argentina o por qué no, cruzar el charco y seguir recorriendo por el viejo continente.
Familia
Descubrir cada destino y vivirlo desde adentro, en el trasfondo de cada ciudad o pueblo al que llegan es su propósito; Durango, Zacatecas y Guadalajara serán los próximos destinos en México.
“Nos gusta dejar un mensaje, que vayan por sus sueños, que mejor que buscarlo y no quedarse ahí esperando que ese momento mágico llegue, son las cosas que realmente alegran la vida y hay una sola para vivirla y se pasa rápido, así que no hay tiempo”.
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