Mazatlán, Sin.- En la zona serrana de Mazatlán comienza a resentirse la sequía, aseguró el presidente de la Asociación Ganadera local, José Antonio Lizárraga Rivera.
Detalló que los problemas todavía no son graves, pero que los mantos acuíferos han bajado en las comunidades serranas de El Quelite y La Noria.
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"Ahorita la sequía ya está un poco recrudeciéndose en lo que son los altos, afortunadamente no hemos tenido información de muerte de ganado ni nada de eso, ya que nos favorecieron un poquito las lluvias pasadas, pero sí ya se está sintiendo el estrago de los mantos acuíferos que se han ido bajando, aunque hasta ahorita no hay nada grave todavía", dijo.
Lizárraga Rivera comentó que de agravarse la situación podrán apoyar a los ganaderos con el acarreo de agua, además, ya trabajan para conseguir pacas y repartirlas.
“Se van a regalar alrededor de 100 pacas por ganadero y semilla. Hablamos con el gobierno del estado para que nos apoyen. En lo que se refiere a la sequía, ahorita no hemos tenido reportes de que nos soliciten agua, se han bajado los mantos, pero no se ha terminado el agua por completo", expresó.
Actualmente en Mazatlán hay alrededor de 2 mil 300 ganaderos que realizan la actividad.
Trazabilidad del ganado
El líder de los ganaderos indicó que este miércoles tendrán una reunión con gobierno del estado donde tratarán todo este tema de la sequía y los apoyos.
"El tema está un poco atrancado, las pruebas de la brucelosis, del barrido que viene, también es algo que debemos coordinar, en la reunión vamos a tratar ese tema y buscar soluciones", concluyó.
Situación
Según cifras de Conselva, Costas y Comunidades A.C., en los próximos 20 años Sinaloa experimentará una reducción importante en lluvias, que va desde el -25% en el norte del estado hasta un -10% en el centro y sur, aunado a que en los próximos 15 años aumentará 1.4 grados centígrados la temperatura máxima.
Esto agravará la problemática de sequía que se vive en toda la entidad y que año con año alcanza niveles alarmantes, tan es así que en el 2021 el estado vivió la peor sequía en 58 años, donde 15.2% del territorio alcanzó el estatus extremo y el 84.2% se quedó en severo.