Culiacán, Sin.- En la Constitución están las reglas del juego democrático y los controles del poder político, es la ruta de salida ante las adversidades y los momentos de crisis y los gobiernos que renieguen de ella van al abismo y a la condena ciudadana, advirtió el magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Jesús Iván Chávez Rangel.

“Los gobiernos que reniegan de su guía, van más temprano o más tarde invariablemente al abismo y a la condena de la ciudadanía, el discurso constitucional debe de mantenerse vigente y vigoroso, debe reflejar a la sociedad y al momento histórico que se vive”, dijo.

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Durante la sesión solemne donde se develó en el muro de honor del Congreso del Estado la placa conmemorativa al Centenario de la Constitución, el magistrado destacó que todas las personas deben de reconocerse en la Constitución y procurar tener voz en ese debate porque cada uno le dan vida a la Constitución, y su salvaguarda, es un deber compartido, especialmente por los que ocupamos una responsabilidad pública por modesta que ésta sea.

Aseguró que la Constitución de Sinaloa le cumple cabalmente a su pueblo, porque los Derechos de todas las personas tienen reconocimiento y cabida.

“Considero que esa parte dogmática de la Constitución de Sinaloa debiera de difundirse entre las infancias con mayor ahínco. Es importante que las y los futuros ciudadanos conozcan tempranamente sus derechos, sus deberes e identifiquen el rol que habrán de jugar en la sociedad”, dijo.

El magistrado presidente del Supremo Tribual explicó que ese apartado constitucional, el de los Derechos, no es una poesía lúdica o de ensoñación, sino que entraña compromisos muy hondos para actuar en el presente y comenzar la transformación que hará viable el futuro.

Dijo que su lectura sosegada y tomar en serio en las distintas etapas formativas de las personas, afianzaría un mayor cauce hacia una sociedad responsable y a la construcción de una futura clase política con creciente claridad de ideas.

Pero más allá de ello, aclaró, es importante difundir el conocimiento de la Constitución porque su legitimidad se encuentra directamente relacionada a la identificación que la ciudadanía siente hacia ella.

La Constitución, como documento eternamente inacabado, añadió, se va tejiendo a través de procesos de reforma, también con las deliberaciones cotidianas del Poder Legislativo y la interpretación Jurídica que de ella hacen los tribunales.

Precisó que la Constitución es una especie de brújula, es el referente al cual voltear cuando hay una duda en las decisiones públicas.