Hilos, telas y agujas ‘cosen’ el destino de Norberto Alcalá

Estudiar una licenciatura y ejercer como profesional no alejaron a Norberto Alcalá de su querido oficio, en el que ha sobrevivido a pesar de los nuevos estándares de la moda

Carla González│ El Sol de Mazatlán

  · sábado 25 de enero de 2020

Norberto Alcalá lleva 50 años como sastre. Foto: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Norberto Alcalá, hijo de padre ferrocarrilero, nunca tuvo una vida en el mismo lugar, pues siempre cambiaba de una ciudad a otra, según la estación a la que mandaran a su papá. Cuando tenía 15 años su familia se estableció en El Rosario, Sinaloa, que fue donde Norberto se convirtió en aprendiz en el oficio de sastrería, el que sigue ejerciendo 50 años después.

La cocina es un lugar de creación donde se da vida a platillos que dejan huella en el gusto de las personas por muchos años. A lo largo de la historia, muchas mujeres han marcado un antes y un después en lo que al arte de los fogones se refiere, una de ellas es María Esther. Fotos: Rolando Salazar I El Sol de Mazatlán

Todo inició cuando su padre lo mandó con el sastre a que le confeccionara un pantalón, el trabajo que éste realizaba le llamó la atención y fue en ese momento que nació su interés por aprender el arte de la confección de prendas de vestir a la medida.


Antes, el que quería aprender un oficio empezaba como aprendiz, nada de que tenía que empezar cobrando, el maestro me usaba para ir a los mandados y comprar los accesorios que se ocupaban para el negocio y ganarme su confianza, para que me diera las llaves del negocio, como yo estudiaba la secundaria nocturna había veces que me agarraba la lluvia y me quedaba a dormir ahí en el negocio Norberto Alcalá


Su primer trabajo lo realizó cuando cumplió el año de aprendiz. Ahí confeccionaban principalmente pantalones, aun así le decía al maestro que no le pagara, pues lo que él quería era ahorrar dinero para pagar sus estudios.


En ese entonces el pantalón de mezclilla lo cobraban como a ocho pesos y el pantalón de casimir como 10 pesos la hechura, le decía que no me pagara, que me los juntara para la colegiatura de mi secundaria. Había división de trabajo, el pantalonero, el que hacía chalecos y el que realizaba sacos Norberto Alcalá


A los 18 años llegó a Mazatlán, donde estudió la licenciatura en Administración de Empresas y ejerció en otro trabajo, pero el oficio nunca lo dejó de lado.


Al llegar a Mazatlán busqué trabajo en una sastrería, se llamaba Sastrería Preciado, tantas sastrerías que había aquí en el Centro, ya después busqué trabajo y llegué a La Moda de París, después con los hermanos Urrutia y luego con Medina. Trabajé también en Petróleos Mexicanos, pero nunca dejé de trabajar en esto, a mí me gusta el oficio Norberto Alcalá



Recuerda que alrededor de 15 sastrerías eran las que había en aquella época, tan sólo en el Centro de la ciudad, de las que quedan muy pocas en la actualidad. La introducción de mercancía extranjera a menor costo y las cambiantes formas de vestir, influyeron en que la sastrería se viniera abajo.


Empezó a entrar mercancía extranjera, nos inundaron de ropa barata provenientes de países asiáticos, por ejemplo, ya casi no hago pantalones, más bien me dedico a hacer composturas, las personas ya no se mandan a hacer ropa, ya se perdió el sentido del buen vestir, porque antes andaba uno siempre bien formal, bien presentable, ahora no, ahora la gente ya viste más informalNorberto Alcalá


En todos estos años le han tocado clientes de todo tipo, con los que ha experimentado experiencias diversas; sin embargo, también realizó trabajos para personalidades mazatlecas como Julio Berdegué.



Le hice trabajos a personalidades de aquí de Mazatlán, uno de mis clientes era el señor Julio Berdegué. Se encuentra uno con clientes muy complicados, que son irrespetuosos, mal hablados o simplemente porque lo ven a uno que está sentado aquí ellos quieren humillarlo, creen que tienen ese poder y yo haciendo valer mi dignidad como persona pongo luego luego un hasta aquí, y yo a esa persona ya no le vuelvo a hacer trabajos Norberto Alcalá


Aproximadamente hace 16 años emprendió su propio negocio, no le bastó más que la decisión de hacerlo para lograr lo que en un pasado había creído como algo inalcanzable.

Aunque terminó sus estudios de licenciatura, don Norberto nunca abandonó el oficio. Foto: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

“Esto era como algo inalcanzable, y no se necesita mucho más que decisión, y yo tengo como unos 16 años que puse mi changarrito, como ya me liquidé de Petróleos Mexicanos, dije: ‘voy a trabajar en lo que sé hacer’”.

Norberto no piensa dejar el oficio, se dedicará a él hasta donde las fuerzas se lo permitan. Sobre la calle Ángel Flores, entre Aquiles Serdán y Teniente José Azueta, detrás de una blanca puerta de madera, hay un hombre que trabaja con su vieja máquina de coser. Mientras sus ojos vean, mientras él se pueda mover, va a estar ahí esperando a quien quiera vestir bien.

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DATOS

15 años tenía Norberto cuando se inició en la sastrería.

50 años lleva en el oficio.

UBICACIÓN

La sastrería de Norberto está ubicada sobre la calle Ángel Flores, entre Aquiles Serdán y Teniente José Azueta.



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