Historias de Bomberos que ‘calan’ en la memoria

Entre incendios y accidentes, el comandante Edgar Peinado ha sido testigo de sucesos que lo han marcado en sus dos décadas como miembro de la corporación

José Luis Rodríguez I El Sol de Mazatlán

  · sábado 22 de febrero de 2020

Edgar Enrique Peinado Beltrán lleva más de 20 años en el cuerpo de Bomberos de Mazatlán. Fotos: Cortesía I Voluntario Cuerpo de Bomberos Mazatlán

Mazatlán, Sin. - La alarma de emergencias de pronto se escuchó en medio de la noche, para enseguida movilizar a los cuatro bomberos que en ese momento hacían la guardia en la estación de la avenida Gabriel Leyva.

Grupos de personas acampan en el malecón para el desfile de carros alegóricos. Foto: Rolando Salazar I El Sol de Mazatlán

Entre los “tragahumo” se encontraba Edgar Enrique Peinado Beltrán, un joven que tenía poco de haber ingresado a la agrupación.

En cuestión de segundos, menos de un minuto, el nobel héroe anónimo se vistió con la indumentaria correspondiente, cuyo peso es de más de 10 kilos. Mientras se vestía, el radio operador hablaba en clave a través de números para dar a conocer que en ese momento había una fuerte colisión en la Carretera Internacional Sur, en el municipio de El Rosario.

El enrejado de la estación poco a poco se abrió para dar paso a la máquina M-30. Casi colgados, dos de los bomberos se mantenían en la parte trasera de la unidad, mientras que los otros dos en la cabina, que era conducida hacia la salida sur del municipio.

El poco tráfico vial que había en ese instante facilitó la movilización del pesado vehículo, que desplazaba a más de 120 kilómetros por hora sobre la Carretera Internacional.

En el trayecto, el vehículo de emergencias fue alcanzado por dos ambulancias de la Cruz Roja, en la que circulaban al menos 4 paramédicos por cada una, los cuales también se dirigían al accidente.

Los minutos se volvieron una eternidad para el héroe anónimo, que al igual que sus compañeros desconocía la magnitud del accidente, mientras un aire helado recorría su rostro.

Los llamados de emergencia le han dejado muchas enseñanzas.

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En el trayecto, la memoria de Édgar retrocedió hasta llegar al recuerdo de por qué en ese momento se encontraba a bordo de una máquina bombera, que conoció desde 1999.

Y es que ese año, el bombero iniciaba su servicio social en la corporación, de la cual rápidamente se enamoró de la loable labor que realizaban los que ahora son sus compañeros.

Su vocación de ayudar a los demás lo ha llevado a escalar puestos al interior del Voluntario Cuerpo de Bomberos, hasta lograr el cargo de comandante.

El olor de la sangre

No habían pasado ni siquiera 25 minutos, tiempo en el que los bomberos se desplazaron para llegar hasta el lugar de los hechos, donde ya se encontraban elementos de la extinta Policía Federal de Caminos.

Un olor nauseabundo recibió a los rescatistas, cuyas siluetas se perdían entre los colores rojo y azul de las torretas de las patrullas que resguardaban el sitio del percance.

Tras descender de la unidad, el nobel “tragahumo” quedó impactado con la escena, una camioneta literalmente destrozada contra un camión de pasajeros, cuyos daños no se comparaban con los del vehículo de carga.

Un silencio sepulcral se dejó sentir entre el personal de emergencias, al darse cuenta que eran 7 personas las que habían fallecido en la brutal colisión, en sí una familia entera.

A los bomberos no les quedó más que "tragar saliva" y proceder a efectuar las labores correspondientes, que era rescatar dos cuerpos que habían quedado atrapados entre fierros retorcidos.

Apoyados con cortadoras y las llamadas “quijadas de la vida”, que en esta ocasión no hicieron honor a su nombre, procedieron a extraer los cadáveres.

El ruido de ambos artefactos por momentos entretenía la mirada de los rescatistas, quienes no daban crédito de lo que había pasado. Algunos rescatistas se preguntaban por qué habían acudido desde Mazatlán hasta ese sitio, y la razón era que en ese entonces no había estaciones de bomberos en Escuinapa, El Rosario y Concordia.

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Larga espera

Tras extraer los dos cuerpos, estos fueron colocados junto con los otros 5 cadáveres para enseguida esperar el arribo de las autoridades que darían fe del múltiple deceso.

Para ese entonces, personal de la Policía de Caminos procedía a desviar la circulación que en ese momento era mínima, pero que no dejaban de circular vehículos a gran velocidad.

Después de casi dos horas de espera, al lugar arribó personal de la agencia del Ministerio Público de El Rosario e inclusive de Mazatlán, quienes se encargaron de tomar conocimiento del hecho.

Detrás de los elementos de la Procuraduría General de Justicia llegaron peritos, quienes procedieron a levantar los primeros indicios y realizar el posible croquis de cómo había pasado tan lamentable contingencia.

Precisamente, los datos generados por el personal de servicios periciales sería fundamental para determinar quién tuvo la responsabilidad de dicho accidente, que en ese instante se desconocía quién había sido el culpable.

Una vez culminada la labor de los peritos, trabajadores de la funeraria de guardia -en ese entonces no existía el Servicio Médico Forense- procedieron a levantar uno a uno los 7 cadáveres que se hallaban tendidos sobre la carpeta asfáltica.

Mientras eran subidos los cuerpos a las carrozas fúnebres, el personal de emergencias hizo lo mismo a sus respectivos vehículos para enseguida emprender la retirada con rumbo a Mazatlán.

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Una de tantas experiencias

La máquina M-30 volvió a rugir su motor para enseguida enfilarse por toda la carretera México 15 con dirección al puerto junto con sus cuatro tripulantes.

La velocidad de la unidad de emergencia no era la misma, pues ya se había atendido el llamado que ahora forma parte de las experiencias de los “tragahumo” que acudieron a atender el reporte en el que lamentablemente falleció toda una familia.

Peinado Beltrán recuerda el hecho como un caso más en el que acudieron a atender sin saber a lo que se enfrentarían, al cual brindaron todo su apoyo como cualquier otra emergencia.

Ese múltiple fallecimiento forma parte de los cientos de casos que ha atendido aquel joven que entró a bomberos, luego de haber realizado su servicio social y que hoy es comandante del Cuerpo de Bomberos Mazatlán con 21 años de experiencia.

DATOS

79 elementos integran Bomberos Voluntarios de Mazatlán

50 totalmente voluntarios

4 estaciones operan en el puerto

21 años de Bombero tiene Édgar Peinado.



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