Escuinapa, Sin.- Sus manos finas y fuertes han sido la combinación perfecta para poder darle forma a cientos de canoas que han salido de su taller.
Él es José Mario Saucedo Crespo, mejor conocido como "El Toco", quien con el paso de los años se ha convertido en un "maestro" en el manejo de la fibra de vidrio y especialista en la elaboración de canoas para la actividad pesquera.
“El Toco” cuenta que fue hace exactamente 32 años que inició con este oficio, el cual considera como un arte, ya que es una labor que mayormente se hace a base de la fuerza de sus manos.
"Hace ya 32 años fue que yo inicié a trabajar la fibra de vidrio, fue ahí en Mazatlán, en un taller, donde empecé, ahí fue donde aprendí, me acuerdo que en ese taller hacíamos embarcaciones de todos tamaños", dice.
Luego de algunos años de laborar en dicho taller, tomó la iniciativa de irse a Escuinapa e iniciar con su propio negocio, ya que es un municipio donde la actividad pesquera es de suma importancia y por ello la demanda de canoas es grande, tanto para la fabricación de estas como para reparaciones.
Yo inicié con mi taller ahí por la calle Matamoros, ahí duramos años, hace poco nos cambiamos y seguimos trabajando.El Toco
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Relató que en los 25 años que tiene ya con su taller, han sido cientos de canoas que ha fabricado. El Toco se atrevió a comentar que ha construido cerca de mil canoas.
Dice que el tiempo promedio para elaborar una canoa de fibra de vidrio es de una semana, aproximadamente, que es lo que él se tarda.
"Iniciando de cero, tardamos en promedio una semana para hacer una canoa, de medida promedio, que es de seis metros. Últimamente también hemos construido pequeñas, que la gente las quiere para llevárselas como recuerdo, vienen, nos las piden y también las hacemos, de todos los tamaños".
Aunque su especialidad son las canoas, comenta que en su taller se realiza todo tipo de trabajos que requieran de fibra de vidrio. Entre sus obras, distintas a las canoas, están las letras turísticas de Teacapán y La Concha.
Recalcó que este oficio no es sencillo, ya que el material que se utiliza resulta algo peligroso, pero aun así el gusto que tiene por él le da la fuerza para hacerlo todos los días.
Y aunque con el paso de los años y la crisis en la que se encuentra la actividad pesquera, han mermado un poco la actividad, sigue fiel a su oficio. En Escuinapa reconocen su talento, por eso le llaman el “maestro” de las canoas.
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