El Rosario, Sin.- Pasar de ser una humilde empleada doméstica a convertirse en esposa de un acaudalado minero fue suficiente para que Simona Martínez de Bradbury fuese llamada "La Cenicienta de El Rosario".
Ella es una de las tantas mujeres que han sido parte de la amplia y rica historia de El Rosario, tierra que ha sido cuna de personajes que se han convertido en piezas importantes en la historia de México.
La historia de la “Cenicienta” rosarense, de acuerdo a lo relatado por el historiador Leopoldo H. Bouttier, surgió en los años 1800, luego de que ella formara un matrimonio con el empresario minero de la época, Lewis Leonard Bradbury.
"Lo que se conoce de Simona Martínez es que ella provenía de una familia humilde y trabajadora de El Rosario. Simona era una joven que se dedicaba al trabajo doméstico, a la llegada de Bradbury, quien había obtenido acciones de las minas del Tajo, ella fue contratada para trabajar en la casa donde él vivía. Fue ahí donde comenzó todo".
Como si fuera una historia de telenovela o lejos de la realidad, Lewis, quien le doblaba la edad de Simona, terminó por enamorarse de ella para luego contraer matrimonio. Fue en 1867 cuando se formalizó ese matrimonio. Simona era una jovencita de 21 años y Lewis un joven señor de 45 años.
"De ese matrimonio nacieron seis hijos, las primeras tres mujeres fueron registradas aquí en El Rosario, los otros tres, una mujer y dos hombres, ya fueron registrados en los Estados Unidos".
Después de casi 30 años de estar casados, en el año de 1892, Lewis Bradbury falleció a consecuencia de una enfermedad renal que padeció por mucho tiempo.
"Simona heredaría gran parte de la fortuna que su difunto esposo poseía, se dice que eran 12 millones de dólares, dinero que en esa época era una fortuna difícil de acabársela, además ella se hizo cargo de los negocios que tenían en Mazatlán y también de la mina, era una mujer emprendedora".
Aunque su esposo ya no estaba, Simona era siempre invitada por las familias adineradas de esa época en Mazatlán. Ya no quedaba nada de aquella humilde mujer, sino todo lo contrario.
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Diez años después del fallecimiento de su esposo, en el año de 1902, Simona enfermó, por lo que se trasladó a Oakland. Fue el 4 de diciembre de ese mismo año cuando se informó de su fallecimiento.
El cronista comenta que algunos escritores de los Estados Unidos, quienes conocen la historia de Simona Martínez, fueron quienes comenzaron a llamarla "La Cenicienta de El Rosario". El personaje ha perdurado a lo largo de los años y es parte importante de la historia del municipio rosarense.
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