Escuinapa, Sin.- Asentada en las orillas del poblado de Hacienda La Campana, se encuentran las ruinas de una vieja construcción que guarda historia y los recuerdos de la actividad azucarera en Escuinapa, la cual fue por varios años la principal fuente económica de las comunidades del sur del municipio.
Hacienda La Campana era el nombre de dicha hacienda, la cual según una placa que se encuentra en las viejas paredes, abrió sus puertas un 23 de julio del año de 1927, propiedad del hacendado José Natividad Toledo, uno de los hombres más adinerados en esa época del municipio.
De acuerdo a lo externado por alguno de los viejos habitantes de esta comunidad, a la cual también se le conoce con el nombre de “El Pochote”, esta Hacienda se le denominó “La Campana” ya que en ella existía una campana la cual era utilizada por el capataz o don José, para alertar a los trabajadores.
“Ahí había una campana grande, sonaba fuerte, cuando el capataz o don José la hacían sonar, era para comunicarse con los mozos o la gente que estaba trabajando, cuando sonaba en la mañana era para indicar el horario de entrada, al medio día para llamarlos a comer y por la tarde para indicarles la hora de salida”.
También puedes leer: Historias del Sur: los carnavales de Rosario, la “fiesta de los ricos”
Esta hacienda, en su época sirvió para la producción de azúcar y algunos otros derivados de esta, actividad la cual no tuvo mucho auge pero en ese entonces le dio trabajo a cientos de personas.
“Servía como un ingenio azucarero, ahí producían azúcar y también se hacía piloncillo, era una hacienda muy grande, ahí trabajábamos la gente de los ranchos de aquí cerca, don José le dio trabajo a mucha gente”.
Aunque no se tiene una fecha exacta de cuando dejó de funcionar esta hacienda, dicen que desde que el señor José Natividad Toledo se alejó, no hubo nadie que le diera seguimiento y fue dejada en el abandono.
“Mientras don José estuvo, la hacienda estaba al cien, pero cuando faltó ya nadie le siguió, la hacienda cerró y la casona ahí quedó abandonada, poco a poco se fue cayendo y ya nada más quedan las bardas grandes”.
En la actualidad, solamente quedan las ruinas de esta vieja hacienda la cual guarda los recuerdos de lo que fuera la hacienda más grande de su época en Escuinapa.
El dueño, don José Natividad Toledo, fue uno de los hombres más adinerados de Escuinapa, fue el padre del extinto Antonio Toledo Corro, quien fuera originario de esta comunidad.
PARA SABER
- Hacienda La Campana abrió sus puertas un 23 de julio del año de 1927, propiedad del hacendado José Natividad Toledo, uno de los hombres más adinerados en esa época del municipio.
Lee más aquí: