Mazatlán, Sin.- El pasado martes 14 de diciembre, aproximadamente a las 11:00 horas, la tripulación de Onca Exploraciones se encontraba a siete millas de la costa mazatleca en busca de cetáceos; durante la búsqueda se lograron observar dos ballenas jorobadas muy activas en la superficie.
A la distancia, se apreció que los ejemplares daban coletazos y se sumergian enérgicamente
y al estar más cerca, se percató que junto a las ballenas jorobadas emergieron un par de aletas dorsales muy oscuras y de buen tamaño, las cuales al principio se confundieron con delfines nariz de botella.
Segundos después, una gran aleta dorsal en forma de machete rompió la superficie junto a otros tres individuos: se trataba de una manada de orcas, que aparentemente se encontraban al acecho de las jorobadas.
En al menos tres ocasiones salieron a respirar al mismo tiempo, dispersas en un rango de una media milla, otras cinco orcas patrullaban la zona.
Las jorobadas mostraron señales de estrés, bufando mientras avanzaban, serpenteando su cuerpo y sumergiéndose lateralmente. Por unos instantes la embarcación pensó en un posible ataque, sin embargo minutos después las orcas siguieron su trayecto rumbo al norte y las ballenas jorobadas se sumergiéron para desaparecer con rumbo sur.
En total, se registraron siete orcas en la manada, con la clara presencia de un macho adulto (por su alta y grande aleta dorsal) y el resto posibles hembras o juveniles.
La orca (Orcinus orca) es sin duda una de las especies más fascinantes del reino animal y el máximo depredador de los mares. Aunque son comunes los encuentros a todo lo ancho y largo del Pacífico Mexicano, las orcas son animales altamente móviles que recorren grandes distancias en poco tiempo, por lo que los encuentros documentados son un tanto escasos y esporádicos.
TEMPORADA
La temporada de observación ballenas jorobadas en Mazatlán dio inicio el 8 de diciembre y finalizará el 31 de marzo.
SOBRE ONCA EXPLORACIONES
Onca Exploraciones es la empresa pionera en la observación de ballenas jorobadas en Mazatlán y todo el estado de Sinaloa, iniciando actividades en 2006.
Sus viajes de observación de ballenas han sido desde entonces la plataforma del primer y único programa de monitoreo de cetáceos a largo plazo en el estado de Sinaloa en colaboración con el colectivo Legado Azul México
La información generada hasta el momento ha permitido entender mejor la diversidad de mamíferos marinos en el estado, sus patrones de ocurrencia y distribución, así como las medidas necesarias para su protección y cuidado.
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