Mazatlán, Sin.- Elegante, sofisticado y muy sexy. Así describe su estilo el diseñador mazatleco Jesús Medina, dedicado a la alta costura a sus cortos 27 años de edad, se abre camino en el mundo de la moda, no sólo en el puerto, ya que sus diseños han llegado más allá de las fronteras del estado sinaloense.
Desde muy pequeño, surgió su gusto por el diseño de modas; a escondidas de sus padres, con papel higiénico, elaboraba vestidos para sus juguetes y realizaba algunos bocetos.
Es nacido en el puerto, pero por sus venas corre sangre rosarense y duranguense. Fue creciendo y su interés por el diseño lo hizo a un lado, pero no desapareció totalmente; ingresó a estudiar Ciencias de la Comunicación y Administración de Empresas, sin embargo, se dio cuenta que no era lo suyo. Fue entonces que un amigo le sugirió que entrara a estudiar Diseño de Modas, pues vio en Medina (como le gusta que le llamen) el talento para dedicarse a esta industria.
Ingresó a la Universidad de Durango, pero por cuestiones económicas tuvo que desertar, pese a esto no se dio por vencido y buscó otra opción. En el 2013 se incorporó al Instituto de Modas y Alta Costura (IMAC), donde se recibió tres años más tarde.
COMIENZOS
Recuerda que no se había graduado aun cuando su carrera profesional “despegó”; un vestido de quinceañera fue el “boom” para Medina, a partir de entonces las personas conocieron su trabajo y lo fueron recomendando de boca en boca.
Empezó desde abajo, trabajando en casa, confeccionando sus vestidos en una máquina de coser casera que le había regalado su madre, hasta que después pudo hacerse de maquinaria industrial.
"Empecé trabajando desde casa cuando me gradué, duré trabajando como un año y después comencé a comprar máquinas industriales. Con mucho esfuerzo logré instalar mi taller, ya tengo un año y medio y realmente se me hace muy poquito tiempo para todo lo que he hecho y toda la aceptación que la gente me ha dado", comenta Medina.
En el 2017, bajo la organización del modelo mazatleco Alex Astorga, fue invitado a participar en el Festival de la Moda Mazatlán, donde presentó 12 vestidos.
"Realmente me dedico más a lo que son los vestidos, la ropa casual no es mi fuerte; disfruto hacer más un vestido, es satisfactorio para mí, y mis preferidos son los de novia, porque tienen una magia especial, me gustan mucho y me ilusiona cuando alguien se va a casar, pero mi vestido favorito es el que le hice a mi sobrina para sus XV años, no es el mejor, pero es el valor simbólico que yo le doy", expresó.
Su inspiración, dice, viene de las mujeres, se declara su fiel admirador. Creyente de que la belleza no tiene tallas, siempre encuentra el mejor diseño para hacerlas ver y sentir bien en sus propios cuerpos.
Cuando la creatividad se “apodera” de Medina, el tiempo para elaborar un vestido, desde su diseño en boceto hasta su confección, le puede llevar tan sólo unas cuantas horas, aunque todo depende de los accesorios y los detalles que se le deseen agregar al final.
"Soy de las personas que si hace un diseño se mete en su trabajo hasta que lo hace realidad en físico; cuando estoy realizando un vestido siento una ilusión tremenda de ya verlo terminado. Cada diseñador tiene su estilo hasta el punto de que la gente lo puede llegar a reconocer por un vestido; mi estilo lo defino como elegante, sofisticado y muy sexy".
La carrera profesional de Medina va en ascenso, sus creaciones han llegado a Sinaloa, Durango, Sonora, Quintana Roo, Estados Unidos y Canadá; pero llegar hasta donde está ahorita no ha sido nada fácil, ha dedicado su tiempo, esfuerzo y hasta su propia vida con tal de ver sus sueños hechos realidad.
Ser diseñador de modas no sólo es hacer un figurín y ponerle ropa bonita, no todo es brillo, reflectores y pasarelas; es invertir horas diarias que van más allá del diseño, que implican patronaje y confección, es hacer bocetos y tener la capacidad de expresar ideas a través de ellos, estar al pendiente de las últimas tendencias, conocer y manejar las áreas para emprender su propia marca o negocio, entre otras muchas cosas más.
"Al principio, cuando le dije a mi mamá que quería estudiar Diseño de Modas me dijo: 'hay no, estudia algo para hombres, yo no te voy a apoyar con eso'. No me importó y como pude me metí a la carrera en la Autónoma de Durango y después me cambié a la técnica, porque el costo de la mensualidad era muy alto y de repente mi mamá me vio desvelado, llorando, buscando la manera de seguir estudiando, porque no fue fácil, y empezó a apoyarme, con tela, con material… estuvo conmigo hasta su último momento", recuerda.
Desafortunadamente, el cáncer le arrebató la vida a su madre, pero antes de partir pudieron conciliar sus ideales; fue uno de los principales pilares en los inicios de su carrera y asegura que gran parte de lo que él es hoy, se lo debe a ella.
Cuando empecé era Jesús Medina, hasta hace un año cambié a Medina' 57 Couture. Medina es por mi apellido y 57 es el año de nacimiento de mi madre.
Medina
PROYECTOS
Tres personas, y eventualmente una más, apoyan a Medina en su taller y pese a que la pandemia del Covid-19, como a todos, también afectó, ya hay planes a futuro para cuando todo esto pase; una pasarela propia está en los objetivos de Medina.
Su marca ha vestido a concursantes del certamen de belleza Mini Diva Sinaloa y a candidatas del Carnaval Internacional de Mazatlán. Actualmente se encuentra trabajando en dos proyectos. Mensualmente colabora con talentos mazatlecos donde cada uno muestra lo mejor de sí en stillyng, makeup y fotografía.
El otro proyecto tiene muy emocionado al diseñador mazatleco, pues hay una conexión con sus raíces maternas. Su madre fue originaria del poblado Santa Teresa de la Uña, en el municipio de Nazas, Durango y la esencia de Medina estará presente en los vestidos que utilizará la candidata de este municipio en el concurso estatal de belleza La Perla del Guadiana.
"Vienen muchos proyectos, voy a estar presente en el concurso estatal de belleza en Durango La Perla del Guadiana, a la candidata de Nazas yo la voy a vestir; de allá es mi mamá, son mis raíces".
Uno de sus más grandes sueños es diseñar el vestido de la Reina del Carnaval, Medina no quita el dedo del renglón, la industria de la moda es lo que le apasiona y seguro está que algún día su estilo estará en el atuendo real de la soberana de la máxima fiesta porteña.
"¿A quién no le gustaría diseñar el vestido de la Reina? es la aspiración de todo diseñador de Mazatlán, claro que me gustaría que en algún momento se me tomé en cuenta. Yo voy creciendo cada día más y no solo es hacer vestidos, sino durar en el medio".
Medina en carne propia ha vivido las críticas y los señalamientos que la sociedad tiene aún contra esta profesión y el que un hombre se dedique a ella, menciona que a través de los años se han abatido los prejuicios pero dónde aún falta es en el reconocimiento a los diseñadores y marcas mexicanas.
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"Somos muy malinchistas, porque hay muchas marcas que por ser mexicanas les hacemos el feo, pero te presentan una extranjera, carísima y no quieres comprar lo nacional; hay que apoyar lo mazatleco, lo mexicano. El diseño de modas, la alta costura, son un arte", mencionó.
"Mazatlán tiene mucho talento, asegura Medina, de todo tipo y en la industria de la moda hay muchos diseñadores, demasiada 'competencia' que realmente no es competencia como tal porque cada quien tiene sus clientes y para todo da, hay muchísimo talento joven y yo siempre voy a apoyar para ejercer esta carrera, mi taller siempre va estar abierto para ellos", finalizó.
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