Mazatlán, Sin.- A casi cuatro años de su fundación, el trabajo de mapeo, búsqueda y localización de cuerpos y fosas clandestinas que realiza el colectivo “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos” ha dado positivo en 137 puntos de zonas periféricas y poblados colindantes a Mazatlán.
Hasta el momento, la zona con más hallazgos en la región se ubica al sur de la ciudad, colindantes a la termoeléctrica José Aceves Pozos, fraccionamiento Santa Fe, ejido El Castillo, Isla de la Piedra, Santa Teresa y el basurón municipal, con fosas clandestinas que suman 52 cuerpos y osamentas encontradas.
Le sigue la zona noroeste, en terrenos y fincas próximas a Miravalles, Palmillas e Higueras del Conchi, con 40 cuerpos y osamentas localizadas en fosas clandestinas.
Y en el último año, los trabajos de Tesoros Perdidos se han centrado más en la zona norte, en puntos contiguos al Hospital General “Dr. Martiniano Carvajal“ y a un costado de la construcción del edificio de una universidad, así como en terrenos próximos al fraccionamiento Real del Valle y el rancho San Juan, El Venadillo, donde se han encontrado más de 18 cuerpos y osamentas.
La búsqueda se ha extendido a poblados como El Roble y Armadillo, pertenecientes al municipio de Mazatlán; La Palma, de Rosario, y Celestino Gazca, en Elota, donde se han localizado cuando menos 5 cuerpos en fosas clandestinas.
En otros puntos de hallazgo, la cifra acumula 22 cuerpos más.
El año con más avance fue el de 2019, cuando el trabajo que realiza el colectivo “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos” posicionó a Mazatlán como el municipio con mayor índice de sitios de inhumación clandestinos detectados en todo el país.
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Ese año, se dio a conocer que de 207 sitios de inhumación encontrados en México, Mazatlán encabezó la lista con el 9.17% de los casos. Y en cuanto al número de fosas clandestinas, de 426 localizadas, el municipio porteño se ubicó en cuarto lugar de la tabla nacional con 3.39% de la incidencia.
El año pasado, la actividad de búsqueda de personas desaparecidas bajó como consecuencia de la pandemia del coronavirus, ya que por más de cuatro meses hubo confinamiento social y el apoyo gubernamental fue suspendido.
Las rastreadoras retomaron su labor una vez que reiniciaron las actividades no esenciales en el puerto y localizaron casi 20 cuerpos y osamentas, la mayoría en el último cuatrimestre del año, principalmente en la zona norte de la ciudad.
Durante el 2021, el colectivo Tesoros Perdidos con el apoyo de la Comisión Nacional de Búsqueda ha encontrado 5 cuerpos sepultados en fosas clandestinas, uno de ellos, son restos óseos localizados en una parcela situada a un costado de la carretera Villa Unión-El Roble, dos más, tras cuatro días de búsqueda en los límites del Hospital General de Mazatlán, otro cuerpo cerca del poblado El Armadillo, en trabajos de desgajamiento de un cerro y, uno más, en el rancho San Juan, cerca del Venadillo.
NO CUADRAN LOS NÚMEROS
Las cifras oficiales que da la Fiscalía General del Estado, a través de la Unidad de Transparencia, sobre el número de fosas clandestinas y cuerpos localizados, no concuerdan con las publicadas por los colectivos de rastreadoras, ya que mientras la FGE informa que se han encontrado 331 cuerpos y osamentas en 289 fosas clandestinas en los últimos cinco años en la entidad, las estadísticas de 2020 difieren en mucho a las de Mazatlán.
Mientras el grupo “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos” reporta más de 20 cuerpos localizados durante el 2020 en este municipio, los números oficiales refieren 26 fosas y solo 5 cuerpos a nivel estatal, de los cuales 1 aparece como exhumado en Mazatlán, 2 en Ahome, 1 en Guasave y otro más en Navolato.
La Fiscalía muestra un incremento en la búsqueda y localización de fosas clandestinas desde el año 2016 al 2019, de 26 a 139 sitios localizados, con picos altos en el 2017 y 2019, de 60 y 139 fosas, respectivamente, pero en el 2020 la cifra cae a 26.
Con respecto a los cuerpos y osamentas encontradas en las fosas, se observa un aumento de 12 a 165 cadáveres por año, del 2016 al 2019, y baja a 5 cuerpos en el 2020.
CON APOYOS LIMITADOS
Irma Arellano Hernández, precursora y líder de “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos”, señala que en 2020 sí se redujo la actividad de búsqueda por la pandemia del coronavirus, pero aun así este colectivo logró encontrar alrededor de 20 cuerpos y osamentas en fosas clandestinas.
Este año, el colectivo ha encontrado cinco cuerpos en las inmediaciones del Hospital General, en El Roble, El Armadillo y el rancho San Juan, cerca del Venadillo.
Desde el 2017, cuando se fundó el grupo, hasta la fecha, Tesoros Perdidos ha encontrado 137 cuerpos y osamentas en fosas clandestinas, primero empezaron sin apoyo económico ni presencia de elementos de seguridad.
Con la apertura de las comisiones de búsqueda tanto estatal como federal, llegó el apoyo, pero limitado, con elementos de seguridad de cuerpos federales e integrantes de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Refiere que la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas les cortó el apoyo que les daba para gasolina y agua desde noviembre del 2019, y les quedó debiendo la renta de una retroexcavadora que se contrató en diciembre de ese año, ya que el comisionado se comprometió a reembolsar el dinero, pero este nunca llegó.
Comentó que los pocos apoyos locales que se han logrado han sido por la gestión de la Comisión Nacional de Búsqueda.
El próximo mes de junio, el colectivo cumplirá cuatro años de labor en la búsqueda de personas desaparecidas; en este tiempo, alrededor de 15 integrantes han podido encontrar a su familiar, pero el resto, más de 55 personas, sigue en pie de lucha, picando piedra, abriendo camino en parcelas, fincas abandonadas, terrenos baldíos, en busca de su tesoro perdido.
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