La Carpa Olivera se ha convertido en un ícono del puerto, es uno de los atractivos más visitados por turistas y no es para menos, pues no es una alberca convencional, el agua que contiene es saldada, producto del vaivén de las olas.
Ubicada al pie del Malecón, sobre el Paseo Olas Altas, ofrece la opción de bañarse en el océano, pero sin correr los riesgos del mar abierto. Además, los bañistas suelen deslizarse por el tobogán en forma de espiral o aventarse clavados desde lo más alto de la estructura.
También puedes leer: Estiman para el verano una ocupación del 80% en todo Sinaloa
La famosa Carpa Olivera, la alberca en el mar, es un sitio que guarda historia desde hace 107 años.
Historia
La Carpa Olivera fue construida en 1914. En sus inicios era parte de un restaurante, proyecto del chef chileno Antonio Olivera, quien en su oficio había trabajado en trasatlánticos y en uno de sus viajes quedó impresionado por la idea de una alberca junto al mar.
En Mazatlán hizo realidad el sueño de la alberca marina; construyó un restaurante de dos pisos a la orilla del mar, en la parte de abajo se ubicaba la alberca y en el segundo piso un restaurante a la altura del Malecón; este abrió sus puertas en 1915.
Pese a que fue un centro social donde socializaron muchos personajes de la época, como Pedro Infante, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines, expresidentes de México, Ramón F. Iturbe, Juan Carrasco, Ernesto Dammy, entre otros, en 1954 fue arrasada por un huracán, quedando destruida y en el abandono.
Remodelaciones
En el 2004 se sometió a una remodelación, pero unos años después quedó en el olvido, descuido y vandalismo, nuevamente.
En el 2014, el Colectivo Urbano fue invitado por el gobierno municipal en turno a diseñar un proyecto para levantar este espacio, fue entonces cuando se incluyó el tobogán con un diseño singular, en forma de espiral.
En este mismo proyecto se contempló un espacio comercial para ser concesionado, dándole la debida atención, mantenimiento y vigilancia del sitio, así como un área de sombra con palmeras cocoteras y chorros de aguas saltarinas, en la rampa de descenso
En la parte superior se diseñó una plaza- mirador con una banca perimetral que le permite al transeúnte descansar y donde se reubicó una escultura.
Recientemente, con una inversión superior a los 4 millones de pesos, el gobierno municipal rehabilitó Carpa Olivera; el tobogán cuenta con recubrimiento a cuatro capas de fibra de vidrio, nuevos baños completos, fuentes, iluminación y un sistema de bombeo que permitirá mantener un PH igual al que se encuentra en el mar.