Mazatlán, Sin.- La cochera de la familia Reyes Barrera pasó a convertirse en una pequeña fábrica de galletas; en ella ya no resguardan un automóvil, sino que el espacio ahora está ocupado por unas mesas, una larga plancha y una máquina tipo “tortillera”. Hace aproximadamente cuatro años, Ernesto y Nataly decidieron reinventar la tradicional receta de las gorditas de nata con la idea de introducir en el mercado local un producto con un sabor diferente y un sello propio.
Durante meses experimentaron, mejoraron y perfeccionaron la receta de sus galletas, echando a perder kilos y más kilos de masa, después de dos años encontraron la fórmula “mágica” con la que nacieron las gorditas de nata “La Vaquita”.
“Iniciamos cuatro años atrás, teníamos una dulcería y empezamos a idear una galleta que fuera diferente a las que se encuentran dentro del mercado en el estado. Buscamos la manera de crearla a partir de la gordita común, que es ‘esponjadita’ y nosotros tratamos de hacer un tipo de galleta dorada”, comentó Nataly.
En el proyecto participan y ayudan todos los integrantes de la familia. La aceptación del producto hizo que el negocio creciera rápidamente, por lo que se vieron en la necesidad de contratar a personal que ayudara con la elaboración.
Toda historia de éxito tiene obstáculos y “fracasos” en el camino; los que saben del tema expresan que estos sólo se pueden superar a base de esfuerzos, voluntad, perseverancia y actitud.
Hace aproximadamente un año tuve un problema, me asaltaron afuera del banco y perdí bastante dinero, me quitaron más de 100 mil pesos, eso fue un duro golpe para todosLa familia
A raíz de esto los Reyes Barrera dejaron en “stand by” la dulcería y se concentraron en la producción de las galletas.
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Los ingredientes son los básicos: harina, huevo, leche, azúcar… pero hay otros que son secretos y son los encargados de dar el toque de sabor que marca la diferencia con la competencia, sólo Nataly, y nadie más que ella, sabe cuáles son, por esa misma razón es la encargada de amasar.
El amasado tiene mucho qué ver, cómo se incorporan los ingredientes, es paso a paso, si se hace algo diferente la galleta no sale igual y al final el sabor lo dice todoLos Reyes
Después de incorporar los ingredientes y que la masa adquiera la consistencia deseada, se pasa por una maquina compacta tipo “tortillera”, con un mecanismo de dos rodillos que presiona y comprime la masa a una velocidad determinada que llega a producir hasta 120 galletas por minuto.
Luego los pequeños “circulitos” son colocados en una plancha que funciona a base de gas LP, ahí se coccionan y se doran para posteriormente pasarse a una mesa donde se orean y enfrían. Por último, son empaquetadas de 10 en 10 y colocadas en un contenedor con ocho paquetes cada uno. Para que las galletas sean una realidad, colaboran alrededor de seis personas en todo el proceso.
“Con mucho esfuerzo adquirimos esa máquina que la mandamos a fabricar especialmente para nuestro tipo de galleta, igual que la pancha, entre los dos aditamentos se invirtieron un poco más de 100 mil pesos”.
Diariamente son elaborados de 30 a 40 kilos de masa, de los que salen alrededor de 16 mil galletas, eso en un día normal, pues cuando hay un pedido especial se llegan a procesar más kilos.
A partir del mes de marzo, debido a la contingencia por el Covid-19, tuvieron que parar temporalmente la producción y despedir al personal que tenían.
“Fue muy difícil, porque todas las personas aquí en la familia se quedaron sin trabajo, en ese momento tuve que restringir a quienes eran contratados, incluso a estudiantes les dábamos la oportunidad de trabajar medio tiempo. Entonces, empezamos a trabajar solamente la familia y exclusivamente por pedido y de ahí sobrevivimos a la cuarentena”.
Las galletas no sólo se comercializan en Mazatlán, también se venden en Villa Unión, El Vainillo, El Rosario, Chametla, Escuinapa, Culiacán y Nayarit. Además, se han hecho envíos especiales a Tijuana, Guadalajara y Estados Unidos.
El negocio de la familia es un ejemplo de que el éxito no se encuentra en las grandes conquistas, sino en la suma de pequeños esfuerzos repetidos día a día.
“Yo sí me veía llegar hasta este punto y la idea es seguirnos expandiendo y abrir más puntos de elaboración en otros lugares y zonas. Primeramente, queremos posicionarnos regionalmente en algunos estados claves y después, por qué no, a nivel nacional”.
PARA SABER
Las galletas se comercializan en Mazatlán, Villa Unión, El Vainillo, El Rosario, Chametla, Escuinapa, Culiacán y Nayarit.
PRECIOS
Paquete con 10 galletas, 10 pesos
Contenedor con 8 paquetes, 60 pesos
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