Culiacán, Sin.- Cynthia Torres López y Emmanuel Hernández Sánchez es una pareja que mezcló dos de sus pasiones, la gastrononomía y la bicicleta, para crear un concepto inédito de restaurante en Culiacán.
Ambos se conocieron por Internet en el año 2006, comenzaron una relación que los llevó a andar en bici durante casi una década por todo Sinaloa probando en cada parada los platillos típicos de cada municipio. Tiempo despues fundaron un espacio de comida y convivencia que se ha vuelto referencia entre los amantes de la bici y el viaje en la ciudad.
Fue en el patio de su casa donde decidieron colocar unas cuantas mesas, construir un espacio para la cocina y rodeados de plantas dar la bienvenida a los comensales con el nombre de “Green Bike”.
Este espacio se ubica en el sector de la Isla Musalá, en la zona oriente de la capital sinaloense, y es punto de reunión de ciclistas y amantes de la ecología. Surgió como idea de transformar el “patio de mi casa” en una fiesta, con el concepto del “te invito a mi casa”, convirtiendo a los comensales en camaradas con los cuales construir nuevas historias, dice Cynthia.
Con los conocimientos en gastronomía de Cynthia y la inquietud de experimentar de Emmanuel, decidieron abrir primero para vender solo hamburguesas, por ser la comida que sus amigos siempre les pedían en las reuniones. Después comenzaron con las pizzas, donde el toque y los ingredientes marcaron la diferencia.
Recuerdan que dejaron atrás su vida de empleados, Cynthia como jefa en una tienda departamental, y Emmanuel como encargado en una carnicería de exportación, para darle rienda suelta a su creatividad e ingenio y buscar el sustento por su cuenta.
Crearon un concepto entre lo hipster y lo orgánico combinado con la jardinería, el arte y desde luego las bicicletas. En este lugar hay modelos de bicis antiguas colgadas en el techo, luces en las paredes que le da una atmósfera especial y hasta un estanque con peces.
En los cuatro años que lleva de existir “Green Bike” todo se ha ido conectando. Cynthia veía la cocina como un espacio de relajación lo que le llevó a estudiar su segunda licenciatura, ahora en gastronomía. En 2015 ambos se fueron de viaje por el sur de México y al regresar decidieron lanzarse a esta aventura.
La filosofía de “Green Bike” es hacer “algo bien sino, no”. Y esto implica desde la preparación de los platillos, las pizzas, en el servicio a los comensales y en la organización de la fiesta que en los meses que el comedor estuvo cerrado (marzo a octubre), se trasladó a las casas de cada cliente.
La fiesta no para
Nada hay más inmediato para un emprendedor que adaptarse a lo nuevo. Y esto, dicen, los ha marcado en estos tiempos. Antes de la pandemia “Green Bike” se consolidó en el mercado como un restaurante que ofrecía las pizzas de la forma más artesanal posible, con nuevos platillos en el menú, lo que los llevó a la posibilidad de tener 14 empleados. Hoy día su equipo se redujo a cinco.
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Emmanuel con el apoyo de Cynthia aprendió el arte de la cocina, convirtiéndose en el chef de las pizzas y en el creador de un horno de piedra que estará en funcionamiento en las semanas siguientes.
En el espacio de “Green Bike” la música es un aliado que ayuda a llevar el trabajo y el servicio como una fiesta presencial. Es la forma en como Cynthia, Emmanuel y su equipo buscan que no decaigan los ánimos. Aquí todo es creación, como debe de ser en cada platillo. Esta idea ha llevado a que durante el día también vendan cajas de pan para hamburguesa, baguetes, roles y lasañas.
Seguir el curso
Llevan casi medio año sin recibir personas en el patio de su casa, pero en el último trimestre reabrrieron con un moderado número de mesas y comensales con previa reservación. Una vez que retomen el concepto a plenitud, la visión a seis meses para Cynthia y Emmanuel es que “Green Bike” vuelva a tener personas celebrando en este lugar.
Aunque la alternativa de mudarse de casa fue descartada, Emmanuel no ha soltado su proyecto de crear un horno de piedra y por ahora será uno de menor tamaño para que la pizza sea más artesanal.
La buena vibra de “Green Bike” no desapareció durante la tormenta y entre la recuperación que se está generado, consideran contratar más personal. Además se han adaptado a la interacción a distancia con sus consumidores, con transmisiones en vivo mientras preparan una pizza.
Los retos han sido constantes para la pareja, pero en ningún momento han descartado seguir creciendo como restauranteros, adaptarse a la nueva realidad y buscar el lado positivo de la crisis.
La fiesta en su casa tiene un nuevo capítulo en la historia de “Green Bike” y la celebración en el patio de Emmanuel y Cynthia es ahora con pequeños grupos de amigos y comensales, quienes por meses estuvieron esperando ansiosos a que abrieran las puertas para retornar al espacio bicicletero donde siempre hay historias que contar.
Paseando entre “Compas”
En las rodadas por Sinaloa, Emmanuel y Cynthia se fueron haciendo amigos de personas que también compartían su gusto por la gastronomía, y mientras crecía su círculo social con dueños de restaurantes de pizzas artesanales, cada uno seguía con sus proyectos de crecimiento e innovación en la cocina.
Pasaron de ser competencia a colaboradores, formándose un grupo de 19 pizzeros locales, creando en 2019 la “Comunidad de Pizzeros Artesanos de Sinaloa”, mejor conocido como “COMPAS”. Con el objetivo de echarse la mano cuando uno tuviera problemas con proveedores, en su cocina o con el inventario.
Uno de los ejemplos de Compas, fue cuando Green Bike se quedó sin horno y, por ende, sin oportunidad de trabajar por un día. Al avisar en el grupo de Whatsapp sobraron los colegas que les ofrecieron acceso a su cocina o les compartieron contactos para la reparación.
Dicen que Compas les da una mayor fortaleza en el mercado, ya que promueven el consumo local y entre todos, crean pizzas atractivas para el comensal. En el caso de “Green Bike”, cada una de las pizzas hacen honor a un grupo de clientes frecuentes o amigos, siendo la del “Chef Rojo”, la más solicitada.
Aunque en la historia de Compas solo se ha realizado un evento de promoción con la kermes de la pizza, la pandemia no ha sido un impedimento para seguir en contacto con la intención de retomar proyectos que quedaron pendientes.
Para tener mayor difusión como Compas y en lo individual, contrataron una agencia de publicidad enfocado en las redes sociales, lo que les ha permitido aumentar el número de clientes durante los meses más críticos de la contingencia sanitaria.
Esas pequeñas empresas de pizzas artesanales poco a poco han ganado terreno en Culiacán, al haber sucursales en la zona norte, sur, oriente y poniente de la ciudad. Llegan a cada uno de los rincones para brindar la oportunidad de vivir una experiencia gastronómica única, respaldada por un grupo de Compas.
Es en el sector de Las Quintas en donde se concentra el mayor número de Compas, el resto están distribuidos desde la Isla Musalá hasta Villas del Real, pasando por el centro y las colonias del norponiente de la ciudad.
Es en este tiempo en que las personas se mantienen en confinamiento, cuando esta red de pizzeros ha aprovechado para ser una opción atractiva para pasar el rato entre familia o amigos, en reuniones o viendo películas.
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