Como en todo pueblo de pescadores, las historias, fábulas y leyendas son parte del día a día y Teacapán no es la excepción, ya que según la historia, la comunidad escuinapense tuvo a su propio “hombre lobo”.
Este personaje por muchos años formó parte de la comunidad de canadienses y estadounidenses, principalmente de adultos mayores, que han construido sus hogares en las orillas de las playas y que forman parte importante de este pequeño puerto del sur de Sinaloa.
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Joaquín López Hernández, cronista e historiador de Teacapán, en el año 2010 publicó en "La Voz del Norte, periódico cultural de Sinaloa", un texto titulado "El Hombre Lobo de Teacapán".
Al iniciar dicho escrito, López Hernández menciona que el relato no era un cuento de misterio como los que solía contar Lenchillo Altamirano o Pablón Hernández, populares personajes escuinapenses, sino que se trataba de un personaje real, un canadiense de edad avanzada con su rostro poblado de vello facial, al igual que sus brazos, lo que originó que se ganara el mote de "hombre lobo" entre los pobladores de Teacapán.
Aunque, la mayoría de los pobladores de Teacapán sabían de la existencia del "hombre lobo" y que era una persona que conocía mucho y de todo, pocos o casi nadie llegaron a saber quién era en realidad.
El cronista comenta haber tenido la dicha de poder conversar con este personaje, quien entre la plática reveló su nombre de pila.
Se trata de Paul St. Pierre, un reconocido escritor y político que nació en octubre de 1923 en Chicago, Illinois y falleció en julio del 2014 en Fort Langley, Columbia Británica, Canadá.
Fue un periodista y escritor miembro del Parlamento por la conducción de Coast Chilcotin, de 1968 a 1972, que fue especialmente conocido por sus aventuras y peculiaridades de la vida en la ficción.
En su biografía, resalta que por muchos años fue residente de Teacapán, Sinaloa; aunque no se menciona, fue una persona altruista que siempre apoyó a la comunidad sinaloense.
Entre los escritos de Paul St. Pierre destaca uno que se titula "An Open House For Avillage In México", en el cual relata sus vivencias en Teacapán.
En la actualidad, en el poblado de Teacapán es siempre recordado como el “hombre lobo" y se le reconoce por la aportación que siempre realizó para quienes lo necesitaban. El apodo, él mismo terminó haciéndolo parte de su vida, ya que solía presentarse con ese pseudónimo.
Para la historia
El cronista escuinapense Joaquín López Hernández publicó en el año 2010 en "La Voz del Norte, periódico cultural de Sinaloa", un texto titulado "El Hombre Lobo de Teacapán", donde narra la historia de Paul St. Pierre.