Los recientes resultados de la Prueba PISA han generado preocupación en el ámbito educativo de México, evidenciando un retroceso significativo en todas las áreas evaluadas.
Matemáticas, Ciencias, y Lectura, retrocedieron a niveles de hace dos décadas, con una disminución de 14 puntos y 9 puntos respectivamente, mientras que lectura experimentó una caída de 5 puntos.
En la escala PISA, 25 puntos representan un grado escolar, ilustrando un retroceso notable en el sistema educativo del país.
Juan Alfonso Mejía, extitular de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, expresó su alarma ante esta situación, pues considera que las madres de familia, junto a los alumnos son los más afectados.
"Una mamá trabaja entre 14 y 16 horas diarias para que sus hijos vayan a la escuela; es un problema alarmante", destacó.
Además, señaló que 3 de cada 10 jóvenes tienen un promedio mínimo al salir de la primaria, subrayando la gravedad del panorama.
La disparidad entre ricos y pobres es evidente, con una diferencia de 58 puntos en los resultados.
México se sitúa en el lugar 56 de 81 países que participaron en la prueba, por lo que es el país que más escalones retrocedió, con 15 lugares menos en comparación con evaluaciones anteriores.
Juan Alfonso Mejía hizo hincapié en que países con menor desarrollo tuvieron mejor promedio que los jóvenes de México con muchas mejores comodidades.
"Los hijos de los arroceros de Vietnam tienen un mejor promedio que los jóvenes que viven en Primaveras en Culiacán y los que residen en el CID de Mazatlán", afirmó.
Asimismo, señaló que la problemática no radica en reformas educativas, sino en prácticas ineficaces.
A pesar de señalar que el gobierno actual no es el único culpable, Mejía enfatizó su responsabilidad en los resultados de PISA.
"No es culpa de los profesores; a ellos los mandaron a andar así", declaró, subrayando la necesidad de abordar prácticas educativas más efectivas.