Escuinapa.- Historias de apariciones y fantasmas se cuentan por montón entre los escuinapenses, sobre todo los adultos mayores, quienes son los que se saben de memoria todos los acontecimientos que han ocurrido alrededor del muncipio.
Y aunque muchos de esos relatos o leyendas resultan ser poco creíbles, es su misma extrañeza la que las ha mantenido vivas a lo largo de los años.
César Ruiz, un vecino de la colonia Francisco I. Madero, asegura que por ese rumbo una vez se apareció un ‘charro negro’, que llegó a caballo y cantando a llevarse el alma de un muerto.
Según relata, a partir de esa noche de la que él fue testigo, cada vez son más las personas que han escuchado a quien ya llaman "El Charro Negro de Escuinapa".
Esto sucedió ya hace varios años, más de treinta, no recuerda bien. Fue visto y escuchado en un domicilio de la calle Río Presidio, en donde falleció una persona ese msmo día que se escuchó el canto.
En ese entonces las casas que existían en esa colonia estaban rodeadas de parcelas de mango, los dos Infonavit que actualmente se encuentran en la zona, en esa época aún eran grandes huertas César Ruiz
Una de las noches, como a las 2:00 o 3:00 de la mañana, algunos vecinos despertaron en la madrugada al escuchar el paso de un caballo y su jinete cantar, algo que les pareció extraño, por la hora que era.
Las calles se encontraban solas, por lo que no faltó quien se asomara por la ventana de su casa para ver de qué se trataba. Y aunque no lograron verle la cara al personaje, comprobaron que vestía con un elegante traje de charro negro. ¡Y dicen además que el misterioso charro canta muy bonito!
Luego de una hora de que pasó por la calle, los vecinos lo volvieron a escuchar, por lo que llevados por la curiosidad se volvieron a asomar, a ver si veían algo más.
Para su asombro, en la parte de atrás del caballo, aquel hombre llevaba un bulto. Ante la mirada de temor de todos, el charro siguió su camino sin dejar de cantar hasta que se perdió en la oscuridad.
A la mañana siguiente, los vecinos de la colonia seguían muy inquietos por aquella extraña aparición, y poco a poco fueron comentando entre ellos el suceso.
Al mediodía se supo que una persona había fallecido en la colonia. Y era quien vivía justo donde el charro había detenido su andar en la madrugada, por lo que todos aseguran que el bulto que llevaba en su regreso, no era otra cosa más que el alma del vecino.
Dice César que después de esa ocasión, el canto del charro se ha escuchado en otras colonias, y siempre que eso sucede, alguien muere.
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Desde esa ocasión, muchos escuinapenses al irse a dormir se encomiendan a todos los santos para que no los despierte el canto del "Charro Negro". Saben que si eso pasa, la muerte llegará a la colonia.
TIEMPO
Hace más de 30 años que, según los pobladores, se vivió la primera aparición de "El Charro Negro” de Escuinapa.
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